viernes, 27 de noviembre de 2009

“TORPEMADA” GOMEZ

Dicen por mi pueblo que todo se pega menos lo bonito, y aun en este otro pueblo enorme que es Madrid se cumple al pie de la letra.
Si hace unos días era la inquisición “ppopular” la que demostraba el aprecio que esos demócratas tienen por la libertad de expresión, hoy es el zapaterismo el que por la mano armada de su "orco" madrileño, el Tomás de Parla, inicia los tramites para quemar en hoguera santificante a uno de los suyos que en el desvarío máximo ha osado mirar a su alrededor, analizar ese entorno, pensar y decirlo.
Se demuestra así que la utilización de la dotación neuronal que la naturaleza ha dado al hombre es, no solo despreciada, sino amenazada de extirpación por los inquisidores políticos en caso de ser utilizada por quienes sean militantes de cualquier partido político español.
En el caso de Alejandro Inurrieta lo que llama la atención es que ose decir una evidencia que, voceada o silenciada, es de dominio público, que la capacidad política de Tomas Gómez tiende a cero.
Dice el edil progresista que la izquierda en Madrid no tiene suelo, y es cierto, pero lo extraño es que sea ahora cuando el señor concejal lo haya percibido, ya que habiendo sido integrado en la lista municipal por el ex candidato Sebastián, tuvo ocasión de apreciar que, con las imposiciones zapaterianas, con los personalismos políticos, y con la anomia ideológica, el incremento del fracaso electoral era, ya en el 2007, perfectamente previsible.
Cierto es que en el tiempo transcurrido, cual el Saulo bíblico, se haya caído don Alejandro del caballo “tomasero”, caballo que no es otro que el que la tontuna zapaterista impuso a la FSM, pero lo políticamente importante para el jinete abatido es en que terreno ha depositado la gravedad sus posaderas políticas, ya que de su escrito nada se deduce en cuanto a propuestas alternativas.
Sea como al final de tan brusca caída don Alejandro quede, y valorando positivamente su atrevimiento, por cualquier demócrata ha de priorizarse y defenderse el derecho de toda persona, militante o no de un partido político, a criticar públicamente a los que dicen ser sus dirigentes.
En modo alguno se puede supeditar un derecho fundamental a una conveniencia de grupo, grupos que con el silencio impuesto a la militancia, lo que pretenden es mantenerse en el disfrute de las prebendas que el poder político otorga, cerrando la puerta a la mas básica regla democrática, el respeto a los derechos fundamentales entre los cuales en política el de expresión pública ha de ser inviolable.
Cuando la inquisición popular anatematizó a Manolo Cobo demostró la debilidad de su estructura partidaria, hoy, cuando en el PSM, a Alejandro Inurrieta le pasen por la hoguera progresista, estos otros “torquemadas lelos” demostrarán que es cierto lo que dice don Alejandro, que no hay en la dirección del PSM las más mínima capacidad de liderazgo político, a no ser que el conjunto de la militancia del PSM la confunda con disciplina y autoritarismo. Y yo estoy en que no, que cada vez mas militantes perciben que la tontuna zapaterista representada en Madrid por el de Parla, es una nadería política destinada a cosechar en lo social, en lo político y en lo electoral los más estrepitosos fracasos.
Son tan incompetentes que en lugar de reflexionar sobre lo que ya va siendo un clamor, se aprestan a demostrar a los mas descerebrados de sus seguidores que el que se mueve, no sale en la foto. No son capaces de ver que con cada “ajusticiado” se incrementa la desafección, el rechazo y la descalificación con la que la ciudadanía les obsequia.
Ese va a ser el legado que dejarán esta hornada de mindundis cuando, dentro de poco, el dedazo de Zp, de nuevo, señale a otro lumbreras para que profundice un poco más el abismo en el que han instalado a la socialdemocracia en Madrid.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

DEMOCRACIA DE SUMISOS

Creo que fue allá por el año 75, o el 76 como muy tarde, cuando en toda España, con muy alta participación ciudadana, hubo manifestaciones en contra de la subida del pan. Recuerdo con toda nitidez la que en Moratalaz y hasta el barrio de la Estrella se realizó entonando uno de esos pareados que quedan en la mente para siempre…..”el pan a duro, estaba cojonudo”.
Y es que entonces la gente estaba de lo más sensible y politizada, y la simple subida del pan sacaba a la calle a cientos de miles de activistas que,- a sueldo de Moscu, dirían los progresistas de hoy-, pretendíamos algo tan revolucionario como que la democracia burguesa se instalase en España. Y miren por donde, lo conseguimos. Conseguimos, a trancas y barrancas, que una Constitución como la del 78 fuese aprobada y sirviera para el desarrollo político, social y económico de este país.
Pero como no hay nada que sea perfecto, el paso del tiempo y la degeneración de la clase política española provocaron que esa misma Constitución haya servido para desandar los caminos que nos conducían a la libertad y a la justicia social.
Dejando a un lado el gran problema que la interpretación torticera del Titulo VIII ha provocado, la descomposición del estado y la desigualdad en el ejercicio de los derechos ciudadanos, la primacía que la clase política ha dado a la economía sobre lo social ha acabado derivando en una ausencia de libertad generalizada, tanto a nivel individual como colectiva.
La constitucionalizada economía mixta de mercado pasó a mejor vida cuando unos y otros decidieron adelgazar al Estado de todas aquellas actividades que prestasen alguna función de carácter estratégico en lo economico y en lo social, y en una continua tómbola de privatizaciones malbarataron las “joyas de la corona” estatal poniendo multitud de empresas nacionales en manos de los amigos de turno.
Desde las empresas eléctricas a las de transporte, desde las extractivas a las de servicios fueron enajenadas al sector privado siguiendo unas tan supuestas como falsas y coercitivas instrucciones de la Unión Europea.
De esta forma y con la desaparición del sector crediticio publico, la banca española se adueño de la capacidad de decidir el perfil y la personalidad del modelo productivo español y del marco de las relaciones laborales ya que tanto las empresas como los sindicatos son deudores de la banca y del gobierno de turno, situación que permite a estos dos máximos detentadores del poder el tener subordinados a los dos elementos básicos de cualquier economía capitalista, capital y mano de obra.
Así las cosas, y aun contando España con una pleyade de normas legales que soportan la multitud de derechos nominales que perfilan a una autentica democracia, la situación de sumisión y dependencia de pequeños empresarios, autónomos y trabajadores de la gran banca y del poder político que a los banqueros sirven, hace que la practica de esos derechos este tan limitada y condicionada que su ejercicio es prácticamente imposible.
Los trabajadores no pueden ejercitar sus derechos por miedo al despido y al posterior desahucio, si hipotecados están. Los empresarios no pueden ejercer su derecho a desarrollar su pequeña empresa o negocio si no es con el usurario respaldo de la banca. Las familias no pueden ejercitar su derecho a la planificación de su futuro sin un mínimo grado de seguridad laboral y económica.
El conjunto de la ciudadanía no puede ejercitar su derecho a una información plural y veraz cuando los medios están alineados con tal o cual opción política y/o bancaria, según su grado de endeudamiento. Y nadie en este país puede ejercer su derecho de libre reunión y manifestación cuando los representantes sindicales y políticos anteponen sus intereses corporativos a los derechos e intereses de sus supuestos representados.
Hoy el poder ciudadano, el que identifica a un sistema político y social como democrático, ha desaparecido de sus manos y ha sido trasladado a las manos de los oligarcas de la gran banca. Hoy la legitimidad del sistema cabe cuestionarla ya que ni los corrompidos partidos políticos tienen capacidad ni voluntad para desbordar el margen de actuación que los plutócratas les marcan, teniendo a este respecto el cercano ejemplo que el pasado fin de semana nos dio el plutócrata numero uno de este país, el cual ha hecho publica su admonición al gobierno sobre posibles nuevas regulaciones a la banca.
De esta situación y del conjunto de casos que soportan esta anómala democracia, cabe denunciar que en España la libertad esta perdiendo la batalla contra la dictadura del dinero.
Lo que no lograron con las armas lo están logrando con el dinero, la total sumisión de un pueblo que históricamente fue altivo y orgulloso pero que hoy demanda “soma” y la paga con su libertad.


La ilustracion es de Medina, publicada en "Publico"

lunes, 23 de noviembre de 2009

CAPITALISMO (IN)SOSTENIBLE

Confieso que desconozco el contenido de la inminente ley sobre economía sostenible, y supongo que la mayoría de los que, desconociéndola, ya la han aplaudido, lo han hecho en otro ejercicio de seguidismo ciego, pero teniendo en cuenta que lo que hasta el momento ha hecho Zp respecto a la crisis social y económica ha sido regalar dinero de nuestros impuestos a los mas desaprensivos políticos metidos a banqueros en las muchas cajas de ahorro que casi toda provincia tiene, poco cabe esperar de la madre de todas las soluciones zapaterianas a esta crisis, la madre de todas las crisis.
De entrada hay que preguntarse qué entenderá el progresismo zapateril por eso de economía sostenible, pero me temo que lo que pretenden es ocultar otro reforzamiento del capitalismo patrio, por lo que difícilmente podrán obtener de nuestra opresión otra cosa que un, como mucho, rejuvenecido capitalismo celtibérico cual el que venimos “disfrutando” desde hace décadas.
Y es que por mucho que pretendan sostenerlo, y nada han dicho de enmendarlo, no puede ser sostenible una economía, un capitalismo, que mantenga las señas de identidad que actualmente, con crisis o sin ella, tiene. El consumo desaforado, la utilización de materias primas sin atender al futuro ya inmediato, un modelo de producción industrial ávido de energía y altamente contaminante, un sistema de transportes costosísimo e ineficaz desde el punto de vista medio-ambiental, por no hablar de un sistema financiero tan antisocial como apátrida y un empresariado que se siente como pez en el agua, feliz en la cultura del despilfarro, la corrupción y la ganancia fácil, hacen imposible el establecimiento de cualquier alternativa al sistema de producción y de financiación capitalista actual.
Y puesto que no es posible el establecimiento de un nuevo sistema económico a nivel nacional, sea sostenible o no, y puesto que no es intelectualmente aceptable que en las cabezas pensantes de zapaterismo haya surgido, ni aun por el método del abracadabra leonés, un mecanismo, una nueva teoría económica que al mundo mundial resuelva sus problemas, no solo económicos, sino lo que es más importante, sociales e incluso vitales, no cabe depositar esperanza alguna en que esta venteada alharaca sea algo más que otra cortina de humo que finalmente nada oculte.
Más bien hemos de temernos que esto que, en un espectáculo de glamur y fashion total, nos han presentado este pasado domingo, sea más bien el mal remedo de otro inexistente bálsamo de fierabrás zapateriano que solo nos conducirá a nuevas formulas de opresión del capital hacia los trabajadores.
Por las experiencias hasta ahora sufridas con esta pesadilla política que ya nos dura demasiado, no cabe, a día de hoy, albergar esperanza alguna de rectificación de la línea de extorsión social con la que estos progresistas nos están obsequiando, y más aun si gente tan proclive a los avances sociales como el Gobernador del Banco de España o el del Banco de Europa ya han aplaudido con fervor el discurso del Napoleón orweliano español.
Como tantas otras veces el pesimismo derivado de la experiencia me conduce a escenarios futuros tan negativos como previsibles, y me gustaría equivocarme, pero la realidad, los hechos son muy testarudos, y cuando los que han propiciado el más alto nivel de desempleo, de inseguridad y de infelicidad en España, gobierno, oposición, patronal y sindicatos, parecen estar poniéndose de acuerdo en cómo afrontar, -a buenas horas-, esta crisis económica, creo que solo males para los trabajadores se derivarán de sus ocurrencias.
¿Qué otra cosa cabe afirmar cuando el propio Zp dice no saber cuándo ni cuanto empleo se creará de la aplicación de sus muy sabias medidas?. Si en tiempos de artificiales vacas gordas la precariedad laboral y el mileurismo han desbaratado a la generación de jóvenes mejor preparados de nuestra historia….¿Qué no les estarán preparando a las siguientes?
Y por si a alguien aún le quedan vapores de resaca que la libación de las ambrosías zapaterianas ayer le produjeron, y si la bajada de los artistas invitados al show aun permanece en las retinas de los más optimistas de no saben por qué, aconsejo la lectura del informe de coyuntura de la Societé Generale de Banque, la cual contempla como escenario económico probable el crac generalizado del sistema financiero mundial en el plazo máximo de dos años.
Y estos, bajando escaleras como la Rita Hayworth en "Gilda".

jueves, 19 de noviembre de 2009

GAZPACHO DE ACTUALIDAD

Como era de esperar los padres de la patria andan preocupados por todo lo que afecta al común de los ciudadanos y especialmente se vuelcan en cuidar la situación de los que menos tienen. Por eso es por lo que están dedicando esta semana a salpicarse con las vísceras de los atunes capturados por el Alakrana, barco que bajo bandera de la Islas Seychelles obedece ordenes de un armador vasco que ignora las recomendaciones de las autoridades militares españolas y que cuando le capturan el barco pide que los Geos, la Guardia Civil, la Policía Nacional, los Regulares o la mismísima guardia mora les saque de un entuerto en el que el solito se ha metido.
Del mismo modo, los pieles blancas del PP, sensibles demócratas, exquisitos cumplidores de la mas depurada ley que defienda la libertad y la intimidad de todos los ciudadanos, montan en cólera sobre Rubalcaba, ya que este artero ministro ha tenido la mala ocurrencia de utilizar un sistema de escuchas telefónicas que los aznaristas compraron con el único fin de exhibirlo en el zoo de la Casa de Campo y no como hace este infame gobierno, que lo usa para escuchar las monerías que se dicen el Bigotes y el Camps, pudiendo escuchar a la Pataki.
Lo dicho, que estando tan ocupados en resolvernos todos los problemas que nos preocupan no han tenido tiempo de pensar en alguna solución que detenga el paro y cree empleo para esos pocos millones de españoles que cada día viven mejor con los subsidios que caritativamente les prestan.
Aun así, al Corbacho, al Mendez o al Toxo, o a los tres a la vez, -¡qué tres patas de banco!-, se les ha ocurrido que eso del paro es compatible con el trabajo, y, ni cortos ni perezosos, se han puesto a parir otra formula de empleo precario que encima suponga más coste para los dineros públicos y menos para los empresarios.
Menos mal que lo de los brotes verdes de la Salgado se están concretando con creces, ya que la economía y el paro irán muy malamente, pero lo que es la especulación en la bolsa, viento en popa a toda vela.
Y hablando de popas. Pues que como en su momento presumí, la popa de mi Trini, la ministra del bichito porcino, ha quedado al descubierto con lo de los millones que les ha metido a los laboratorios farmacéuticos a pesar de saber que los médicos y su organización profesional desaconsejan el vacunarse, tan leve es la “pandemia” que nos iba a llevar a todos al otro barrio si no hacíamos caso a los sabios consejos de la de la chupa.
Lo que no entiendo es como el control zapateriano de la información ha consentido que la fiscalía haya divulgado que tienen entre manos más de setecientos casos de corrupción institucional, de los cuales, la mayoría afecta, miren por donde, al partido que Zp y Pepiño controlan.
Por ultimo, los padres de la patria nos anticipan que para el año que viene habrá mas paro, que nos subirán todas las tarifas y precios sometidos a autorización administrativa, que como ya sabemos los impuestos serán mas altos, que los salarios se contendrán, eufemismo de bajada de sueldos, ya que lo que pretenden con las anteriores medidas es incentivar el consumo interno.
Y si se diese la desgraciada circunstancia que los elementos, los desafectos elementos antiprogresistas, impidiesen que esta armada invencible gubernativa arribase al buen puerto de la Babia zapaterista, todo español de bien habrá de reconfortarse con las miles de fotos del líder europeo que durante seis meses nos facilitará el departamento de agitación y propaganda de doña Leire.
¡Que añito nos espera!

viernes, 13 de noviembre de 2009

EUROPA, RAPTADA

Muchos de los jóvenes que del progresismo han hecho su “lei motiv” puede que estén hoy algo confusos sobre la realidad que Europa es hoy a efectos políticos, económicos y sociales. Pero pudiera ser que no.
Esos jóvenes no pudieron sentir allá por los finales del franquismo y comienzos de la transición la esperanza que para todo demócrata suponía esa distante realidad que ya entonces era Europa, la entonces Europa de los doce.
Esa Europa era el mas amplio y consolidado remanso de libertades, tanto colectivas como individuales. Era esa Europa el campo de juego en el que el capital y el trabajo, con las lógicas tensiones de intereses contrapuestos, dirimían, con reglas compartidas, el equilibrio entre la codicia de unos y las ansias de igualdad de otros.
Hoy ya no es así. Hoy la variopinta Europa de veintisiete países, -no sé si veintisiete naciones-, está acabando de derruir los criterios de igualdad en el bienestar que en el pasado propugnaban para todos sus integrantes.
No cabe olvidar el gran apoyo e impulso que la solidaridad europea, traducida en copiosas ayudas económicas, ha prestado al desarrollo y avance del bienestar social en España, pero del mismo modo no cabe olvidar el uso torticero que la clase política española sin distinción alguna han hecho con sus interpretaciones de directivas europeas que, en su aplicación española, han sido las excusas que los enemigos de los estados fuertes han utilizado para adelgazar hasta la anorexia al estado español al tiempo que favorecían los negocios particulares en las privatizaciones de sectores públicos rentables.
Desde las empresas nacionales eléctricas a las petroquímicas, las de distribución, las de transporte de viajeros, la línea aérea de bandera y tantísimas otras que han acabado en manos de los amigos de los políticos de turno, los que escudados en supuestas imposiciones emanadas del parlamento europeo nos han mentido sobre la obligatoriedad de debilitar al nuestro Estado, mientras que en Francia Electricité de France sigue prestando servicio bajo la titularidad estatal, en Italia el ENI no solo no ha desaparecido como aquí lo hizo el INI, en Alemania la titularidad estatal de empresas de la mas diversa condición y funcionamiento permanece incólume. Tan solo en Gran Bretaña y en España, con gobiernos de todo signo, han dilapidado lo que era de propiedad colectiva malbaratando empresas y servicios públicos, lo cual ha supuesto un inmediato encarecimiento de lo que los ciudadanos recibían y un acusado descenso de la calidad de esos mismos servicios.
Hoy cuando en la mas profunda crisis del capital internacional los estados se han rendido a sus exigencias, la institución supranacional mas prestigiosa, la Unión Europea, parece seguir por la senda del liberalismo desregulador.
De extracción sindical, ministro de trabajo en el primer gobierno de Felipe González, Joaquín Almunia, actual comisario europeo de economía, ha dicho alto y claro que España ha de reducir su déficit presupuestario reformando sanidad y pensiones publicas.
No es necesario explicar que entienden los que nos gobiernan por reformar sectores públicos que forman los cada vez mas escuálidos pilares del raquítico estado del bienestar español, con mirar hacia atrás se puede comprobar la retracción del mismo. Lo que si es conveniente y necesario es recuperar la fuerza social que oponga a la tontuna política de la izquierda actual europea la fuerza de los valores que en el reciente pasado lograron poner limites a la codicia y a la injusticia que el capital lleva en sus genes.
Así, la tasa Tobin debiera dejar de ser un espantajo que solo se agita verbalmente sin que jamás sea aplicada a las transacciones especulativas y deslocalizadoras del capital internacional.
Del mismo modo, la izquierda real europea, en paralelo a la exigencia de que los países miembros no presenten desequilibrios presupuestarios superiores al tres por ciento anual, esa izquierda, habría de imponer la exigencia por la cual ninguno de esos países pudiera tener mas del seis por ciento de sus trabajadores en paro, sancionando el despido de trabajadores de empresas con resultados económicos positivos tras ser estos oficialmente auditados, y puesto que los defensores de la libertad de mercados, los mismos que defienden la intervención estatal cuando las cosas les van mal, dicen ser acérrimos de la libre competencia, debieran ellos ser los primeros en propugnar la no intervención de los dineros públicos en empresas o sectores con problemas derivados de la negativa gestión empresarial.
Algunos dirán que lo anterior son cánticos celestiales o lejanas utopías, otros quizás se molesten en descalificar mentalmente estas propuestas o al proponente, muchos otros ni tan siquiera repararán en la realidad que cada día les afecta a ellos y a todos sus conciudadanos y los más se preguntarán donde está la izquierda europea que sea capaz de ser verdaderamente de izquierda y solidariamente europea.
La respuesta a esa pregunta la sabemos todos, esa izquierda no existe, por lo que el futuro de la antigua Europa, aquella que despertaba esperanzas en España hace treinta años, hoy, de ella, solo cabe esperar actuaciones parecidas a la directiva de las sesenta y cinco horas de trabajo semanal o la llamada directiva de la vergüenza, la que crea y legaliza el internamiento y expulsión de los que arriesgan su vida en el trayecto a cambio de una oportunidad de comer y sobrevivir.
La pequeña posibilidad de que el tratado de Lisboa fuese finalmente rechazado por la valiente actitud de algunos países europeos ha sucumbido ante las trampas antidemocráticas de la burocracia institucional a sueldo de las grandes corporaciones. Ya no es posible aquella Europa que soñaron los fundadores del Club de Roma, ni la que los que entendemos que Europa ha de ser el mas amplio espacio de bienestar social, de libertad y de igualdad con el que poder obsequiar al resto del mundo.
En esta ocasión a Europa no la ha raptado Zeus para gozar de ella y tener hijos, en esta ocasión la han raptado los bárbaros del dinero que quieren hacer de todos sus habitantes prisioneros de su codicia.

martes, 10 de noviembre de 2009

EL RECOCHINEO

Se está dando una de las situaciones que mejor ejemplifica el abuso que este tiempo de progresismo zapateril está imponiendo a los trabajadores españoles. Que parte de los impuestos que pagamos al fisco sirvan para “ayudar” a los que nos mandan al paro.
Es de suponer que todos conocemos ya eso del FROB, el llamado Fondo para la Reestructuración y Ordenación Bancaria, un fondo que dotado con hasta noventa mil millones de euros se destina a ayudar a aquellas entidades de crédito que, cual es el caso de ahora mismo, decidan integrarse en una sola entidad.
Así las cajas de Cataluña, de Manresa y de Tarragona han decidido unificarse, lo cual dará lugar al nacimiento de la que será la cuarta entidad de crédito de estas características. Hasta aquí todo más o menos normal, más o menos bien. Lo inaceptable es que de esa determinación que únicamente responde a intereses economicistas futuros y/o a situaciones actuales derivadas de una mala gestión directiva, eso que llaman las sinergias de la fusión, lo primero que producen es el despido de 1800 trabajadores, despidos derivados del cierre de más de 500 oficinas de las antiguas tres Cajas.
No les basta a los incompetentes gestores políticos de las cajas unificadas el reducir la dimensión, en todos los casos desmesurada de la red de oficinas con que las Cajas cuentan, no les basta la “realización”, la venta de esos locales generalmente magníficamente situados en las diversas localidades en las que se cerrarán y que por lo tanto les reportarán unos elevados ingresos extraordinarios, sino que “necesitan” del dinero de todos los contribuyentes nada menos que 1500 millones de euros.
¿Para qué necesitarán tal millonada?, ¿Cómo justificarán esa demanda?, ¿Quién será el político que autorizará tal regalo?, ¿Quién certificará que las necesidades aducidas sean las realmente atendidas con ese dinero?, y finalmente, ¿Que beneficio social revertirá al conjunto de los ciudadanos que supere el ataque social que el despido de 1800 trabajadores va a provocar?.
Nadie responderá a estas y otras preguntas parecidas nacidas de la mente de alguien tan anti sistema como este socialdemócrata que aquí del zapaterismo se lamenta.
Nadie denunciará que los trabajadores, -los que pagamos impuestos y soportamos y soportaremos la deuda que Zp está generando en las ayudas a los banqueros-, seamos los que, con el recochineo de los políticos metidos a banqueros, encima paguemos la cama para que nos despidan. Nadie clamará porque por cada despido imputado a esta fusión los trabajadores tengamos que regalarles de nuestros impuestos más de ochocientos mil euros por cada trabajador despedido. Nadie dirá que, aun legal, esto es otra injusticia más de las muchas que el sistema impone a los que debiera defender. Nadie dirá basta ya.

jueves, 5 de noviembre de 2009

¿DIFUSION O DISUASION?

Me dicen que andan los progresistas zapaterianos más que preocupados por como les van las encuestas, (de c...o), por lo que en Madrid, a los chicos del de Parla se les ha ocurrido que lo mejor que pueden hacer es difundir las maravillas de las políticas de su gobierno, no vaya a ser que, convencido Zp de la inutilidad del PSM, les culpe de la desafección electoral con la que la ciudadanía madrileña le obsequia reiteradamente.
Dicho y hecho. Los progresistas del Tomás han tenido la acertadísima idea de iniciar una serie de actos públicos en los que se desgranarán las virtudes que todas y cada una de las políticas zapaterianas están teniendo y tendrán para todos los ciudadanos de estos desagradecidos madriles.
Y como el movimiento se demuestra andando, el Tomás, de la mano del capo Barranco, con el Corbacho, el ministro que algo tiene que ver con el paro, y uno de los antiguos conductores de la Trini, Pablo Rojo, hoy concejal del ayuntamiento de Madrid, se han ido a la agrupación de Vallecas, su agrupación, a explicar que lo del paro es algo muy relativo, ya que si es cierto que entre los obreros ha crecido un poco, gracias a la decidida intervención del gobierno de Zp el paro es inexistente entre los banqueros.
Y como no es cosa de estar afeando siempre los defectos y equivocaciones de estos lumbreras, hoy quiero significar que sus intervenciones fueron largamente aplaudidas por el numeroso público asistente, lo cual es para nota.
De igual forma es digno de exaltar el acierto que supone el realizar esta campaña de difusión de las políticas gubernamentales en las agrupaciones locales del PSM, ya que como todos sabemos son los lugares de reunión habitual que abarrotan aquellos ciudadanos que, más distantes, remisos o distanciados del zapaterismo, pudieran ser recuperados para la causa con tan sinceras y certeras explicaciones.
Lo malo es que como todo tiene su cruz pudiera ser que esas mismas explicaciones indujesen a darse de baja a muchos de aquellos militantes que informados por tal campaña constaten que ni progresistas son esas políticas. Cuanto menos, socialistas.

P.D.: Si las nuevas energías que la foto proclama han de ser las que aporte el Tomás, van dados, ya que es evidente que, como se puede apreciar, mientras el Corbacho parece haber pillado el chiste de Juanito “Precipicio”, el Tomas no entendió nada

miércoles, 4 de noviembre de 2009

LA NUEVA INQUISICIÓN

Si no recuerdo mal fue Jefferson quien dijo aquello de…..”No estoy de acuerdo con lo que dice, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo”, frase que desde entonces descubre a quienes en su alma albergan firmes creencias democráticas. Creencias y actitudes que se han de fundamentar en el respeto al adversario político e incluso en la defensa de sus derechos.
Cuando hoy se va a sancionar a quien en el otro partido ha tenido el coraje de decir en voz alta una verdad comprobada y constatada diariamente por quienes bajo el opresivo tacón de la lideresa quieren pervivir en la política, ese partido, ese otro débil y carcelario partido madrileño, nos muestra a todos sus débiles flancos democráticos cuando se dispone a sancionar a Manolo Cobo por ejercer su derecho a la libre expresión y a la crítica pública.
No he compartido con el Vice-alcalde de Madrid mas que ocasionales frases de saludos y alguna que otra pulla que, sin transgredir la cortesía, trataban mas de incentivar el ingenio reciproco que el ataque, pues es Manolo Cobo de los mas inteligentes e inteligibles políticos que he conocido. Por ello no hay lazo ni político ni personal que me empuje a romper esta otra insignificante lanza por quien en el silo de desvergüenzas que hoy es la política en España se atreve a decir verdad, y lo que tiene tanto o más valor, el mantenerla sin enmienda, el mantenerla sin condicionarla a sus propios intereses políticos o personales.
Puede que su posición, su verdad y su actitud, respondan a alguna calculada táctica política, lo cual no ha de menguar el reconocimiento que a Manolo Cobo le deberíamos prestar quienes mantenemos que es la verdad una de las mas valiosas condiciones que en democracia han de darse permanentemente, y más cuando en la practica política diaria las tácticas de los restantes actores solo responden a tan ocultos intereses de grupo como resplandecientes aparecen en sus argumentos la mentira y la falsedad.
De nuevo hay que constatar los malos tiempos que atravesamos cuando los mensajes que envían a la sociedad, a la que los políticos debieran servir de ejemplo, son mensajes que relegan y reprimen la verdad, al tiempo que ocultan, cuando no jalean y defienden, el autoritarismo y la mentira.
En estos tiempos se necesitan muchos “Manolos Cobos” que puedan decir su verdad tanto en el PP como en el PSOE, aunque tal “osadía” les pudiera costar la expulsión de la política, pero esa posible salida estaría acompañada del orgullo de, con la verdad, haber señalado a los nuevos inquisidores, esos que siempre, ayer y hoy, hacen de sus dogmas los dogmas que el resto hemos de asumir de forma obligada, negando así a todos los básicos derechos de libre pensamiento y expresión.
Es únicamente la difusión de la verdad lo que puede disolver el cemento de mentiras que protege los intereses corruptos de la política española. Si los “Manolos Cobos” callasen, la corrupción conceptual acabaría anegando y ahogando a los cada vez más escasos restos de los valores ciudadanos, esos que aun permiten que nos denominemos miembros de sociedades avanzadas.

LO QUE DICE PEREZ REVERTE

Tan solo quiero decir amén a lo que expresa Pérez Reverte en el articulo que sigue, publicado en XL Semanal. No cuento con su autorización para reproducirlo, pero espero contar con su comprensión como el puede contar con mi total coincidencia.

ESA GENTUZA por Arturo Pérez Reverte
"Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.
Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.
Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.
De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos".

lunes, 2 de noviembre de 2009

EL LODAZAL HISPANICO

Mientras unos se escandalizan por los casos de corrupción descubiertos, otros callan los aun ocultos. Mientras todos cargan contra los políticos corrompidos, nadie lo hace contra los corruptores de las empresas. Mientras los partidos piensan como protegerse de posibles terremotos electorales, los ciudadanos, presos de un sistema sin alternativas, parecen soportar el descrédito nacional con resignación infinita.
Unos, los de la extrema derecha descalifican el sistema y unos y otros callan las corrupciones que conocen y consienten. Los que disfrutan de tribunas públicas, todos, cargan contra los que con nombre y apellidos representan hoy a la corrupción española y ninguno señala la evidencia de que sin corruptores no habría corrompidos, ninguno dice lo que todos sabemos, que sin la codicia infinita del capital la degeneración del sistema no se hubiese dado.
Y así las cosas, nadie señala a la degeneración del pensamiento y la consecuente degeneración de la acción política como la causa primera de la cadena de corrupciones que nos asolan.
Cuando la debilidad conceptual de la izquierda, de todas ellas, ha conducido a que los intereses corporativos de los que de la política viven sean los que marquen orientación y metas de su diario quehacer político, es consustancial a tal proceder que los medios devengan en fines, y estos en lejanas utopías arrinconadas.
Alcanzar el poder político, sea intrapartidario o institucional, se convierte en la razón única y exclusiva de los que en el campo político pugnan, pasando a un remoto y lejano lugar aquella concepción por la cual el poder político era un mecanismo, una herramienta, un simple medio para avanzar en la consecución del bien común.
Hoy todos se rasgan las vestiduras por los generalizados atracos a los dineros públicos. Se lamentan del distanciamiento de la ciudadanía respecto a los que con más o menos benevolencia cobijan e incluso protegen a los ladrones, pero nadie se lamenta de que el juego de contrapoderes que habría de ser la democracia haya desaparecido al haberlo hecho el plato de la balanza que contenía todos los valores y todos los sueños de la izquierda. Ese plato, hoy vacío, era el contrapeso que equilibraba al sistema, el que permitía que los valores de unos impusiesen la existencia de valores contrapuestos o complementarios en el otro lado de la balanza democrática.
Habiendo desaparecido o degenerado los conceptos de libertad, de igualdad y de justicia social, es absolutamente natural y casi obligado que la corrupción ahogue a un sistema en el que sus actores principales se sienten como cerdos en lodazal, hozando al del al lado con el único fin de que el adversario resulte mas salpicado del hedor general.
Mientras, los ciudadanos, presos de las normas que regulan ese lodazal político no contamos con alternativas que impidan que su corrupción salpique a toda la sociedad, habiendo llegado al extremo de tener a una parte de esa sociedad infectada por el virus de la corrupción, el cual ya ha provocado que esos sectores sociales se sientan felizmente representados por esa piara en ese lodazal.
Seguro que hay más de uno y más de dos que están releyendo a Giuseppe Tomasi di Lampedusa a fin de cambiar algo para que nada cambie, aun sin que Garibaldi alguno haya desembarcado en esta Sicilia hispánica.