lunes, 18 de marzo de 2013

DEL FACEBOOK AL BLOG


  • Traslado hoy aquí lo que acabo de subir al Facebook. No tanto porque entienda que merezca la pena sino porque mi asco da para cubrir esa red social y este pequeño rincón de reflexión y/o desahogo personal. Ahí queda. 

  • De nuevo esta cosa me pregunta qué estoy pensando. Y de nuevo le voy a contestar.
  • Pienso que hace ya casi siete años me avergoncé de, siendo socialista, estar en el mismo partido que Zapatero, que la Trini, que Pepiño, que Oscar López, que Antonio Hernando y que tantos otros traidores a la historia del socialismo democrático español.
  • Estoy pensando en las innumerables ocasiones en que me vengo avergonzando de ser español cada vez que surge un Correa, un Barcenas, una Filesa, Un caso Ponferrada, un Pallerols, un Matas, un Camps, o sale a la luz publica uno o varios de los muchos corruptores que se han apoderado de este país.
  • Estoy pensando en en desprecio que siento hacia una monarquía tan respetuosa con su ADN dinástico como distante y despreciativa con los ciudadanos de los que vive.
  • Estoy pensando en la hartura que me causa y las nauseas que me produce un sistema judicial entregado a los partidos políticos y no a la verdad y a la justicia.
  • Estoy pensando en la corrupción mental casi generalizada que desde los medios de comunicación se extiende a fin de mantener un sistema que solo produce miseria y abusos.
  • Y estoy pensando en el alto numero de criminales vocacionales que cambian un chusco diario por la ablación de toda conciencia o razón, hasta el punto de conseguir que la mas alta cima de heroísmo haya sido, tras la pírrica victoria de Perejil, la tortura del mas débil de los humanos, un prisionero de guerra.
  • Jamas supuse que mi asco pudiese llegar al nivel de comenzar a odiar todo lo que se asocia a un concepto de España que parece cimentarse exclusivamente en la mentira, el robo, la corrupción y el abuso de poder.

  • P.D.: no acompaño a este texto de foto alguna ya que no he encontrado en la red una sola que retrate un buen vómito o en su defecto un escupitajo.

domingo, 10 de marzo de 2013

DOS CORRUPTAS GOTAS DE AGUA


Ahora que la corrupción política inunda todo el panorama social y económico de esta cosa que aun se llama España, me viene a la memoria una de las particularidades de la antigua practica del sacramento de la confesión. Me explico.
Tanto si queríamos como si no, allá por los cincuenta y principios de los sesenta, la dictadura nacional-católica, esa hacia la que ahora retornamos, establecía como obligatorio confesarse y comulgar por Pascua Florida, (nunca he sabido que leches era eso), o al menos una vez al año y siempre que se estuviese en peligro de muerte. Pues bien, postrado en el confesionario ante un enigmático cura que en la oscuridad del mismo te interrogaba sobre tus pecados, el momento más duro de la confesión era siempre el tocante, (perdón por la expresión) a los tocamientos.
Nada recriminaba el cura sobre la acción en sí misma, pero el número de veces que tal agitación confesa se había producido, era lo que exacerbaba su repulsa. No el pecado “per se”, sino el número de veces cometido. Demostraba con su encono ser un mal perdedor al saberse superado en la hasta ese momento clandestina competición de tocamientos, igual que demostraba no ser muy inteligente al pretender "competir" con la entonces exuberante potencia sexual de un joven de doce a quince años.
Hoy, cuando se afirma multitudinariamente que Psoe y PP comparten la misma deposición fecal, (mierda, en mi pueblo), muchos son los que se afanan en mantener que no, que no es lo mismo, que entre otras cosas son muchos más los chorizos y mas los choriceos del PP, que los del Psoe.
Veamos solo los dos últimos casos de pestilencia zapateril. Caso Ponferrada. Caso que se parece como una gota de agua a otra al caso Benidorm. Localidad donde tras apaños entre gente de la Pajin y cabreados del PP, se concluye con la salida del Psoe todos los concejales pactistas con traidores del PP, -no se olvide que el condenado por el caso Nevenka era alcalde por el PP-, pero manteniendo el acta que les permitirá llenarse los bolsillos.
En Ponferrada ya han llegado a la fase de abandonar las siglas pero no la inversión de futuro que es mantener el acta de concejal, en la seguridad de ser recepcionados de nuevo por los promotores de la maniobra, en este caso el secretario de organización federal del Psoe, Oscar López, que al igual que la Pajin en Benidorm volvió a acoger en el seno de las siglas centenarias a traidores y expulsados.
El otro caso es el del ínclito Pepiño. Ese analfabeto que llegó a ministro y que se enriqueció de forma irregular, como se está comenzando a demostrar. Este impresentable, aun diputado nacional por Lugo, entiende como legal y respetable el pillar casi 150.000 euros del erario público para gastarlos vía Psoe en su vivienda y así dotarla de las medidas de seguridad que su alta alcurnia requiere.
Ni en un caso ni en el otro se ha planteado ninguno de sus protagonistas la naturaleza de sus acciones antes de acometerlas. Ni Oscar López, ni Pepiño, ni alguien de la ejecutiva local de Ponferrada, de la regional de Castilla-León, ni de la federal ha reparado que el simple hecho de contemplar la posibilidad de pactar con un acosador, antaño descalificado por ellos mismos, es una indecencia política que ni aplicando barnices genoveses torna a ser acción política edificante.
En el caso del Pepiño "campeón" ni tan siquiera la anterior descalificación es posible. Cuando un secretario de organización del Psoe, otro más, usa su poder para amedrentar a quienes no comparten con el su visión delincuente de la política y para represaliar a quienes osan denunciar sus métodos, y sé de lo que hablo, estamos ante otro de los especímenes mas despreciables que el zapaterismo ha aportado a la degeneración de la democracia española.
Este personaje, estando de ministro, dona al Psoe casi 150.000 euros de los fondos públicos del ministerio de Fomento, en plena crisis económica para que su partido, siendo aun vicesecretario general, se los gaste en medidas de seguridad en su vivienda. Y mientras el convertía su hogar en la línea Maginot, en el Congreso votaba reiteradamente en contra de la dacion de la vivienda en pago de la hipoteca que ya entonces muchos trabajadores no podían seguir pagando.
No es cuestión de cuantificar, como el cura pajillero, cuantas veces se ha pecado o cuantos euros se han robado, eso es secundario, lo trascendente es que haya desaparecido de la conciencia de los políticos, y especialmente de estos políticos que dicen ser de izquierda, la capacidad para diferenciar el bien del mal y consecuentemente no sentir la obligación de trabajar por el bien colectivo, que sí por el suyo particular.
Puede que no sean iguales, pero todo apunta a que hay un autentico esfuerzo por parte de los herederos del zapaterismo en asemejarse a lo peor del PP.