miércoles, 25 de marzo de 2009

ALTO Y CLARO (II)

Con semejante situación financiera estatal, habiendo agotado la hucha pública y sabiendo que el descenso de la actividad económica lleva aparejado el correspondiente descenso de los ingresos fiscales, Zp y sus mariachis intermoneytarios, se aprestan a devorar, en favor de los banqueros, al aun muy rentable sistema de protección social español. De nuevo se preparan para darle otro bajón a las pensiones, primero, y a las prestaciones por desempleo, más tarde o al mismo tiempo, y puesto que en costumbre cíclica ya se ha convertido, volverán a derivar dineros procedentes de los superavits de la Seguridad Social a gastos lo mas alejados posible del fortalecimiento del, cada vez mas débil, estado del bienestar, disminuyendo en la misma medida las aportaciones al Fondo de Reserva de la S. Social.
Que nadie albergue por tanto, la más mínima esperanza de que alguna de las cabezas huecas del zapaterismo contemple un nuevo modelo de fiscalidad que reparta equitativa y progresivamente las cargas que la crisis nos presenta. Nada de pensar en recuperar un impuesto sobre el patrimonio que auténticamente grave a las grandes fortunas siempre construidas en el abuso y la usura. Nada de relacionar los tipos aplicables a los impuestos directos con el origen de los ingresos, de tal forma que los ingresos por trabajo dependiente se vean favorecidos de forma escalada y progresiva respecto a los ingresos del capital o ingresos de actividades empresariales. Menos aun osarán dar un solo paso que condujese a alcanzar un punto de equilibrio por el cual los ingresos fiscales por impuesto de sociedades y rendimientos del capital representasen el mismo porcentaje con que participan en la distribución de la renta nacional bruta.
En resumen no están dispuestos a cumplir con lo que la Constitución Española a este respecto establece y obliga, que cada cual aporte al Estado en función de su autentica capacidad económica.
Se está dando en esta su España una de las paradojas, -¿o es esperpento?- más sorprendentes en las relaciones sociales y económicas. Aquí, en uno de los escasos países en el que jamás hemos tenido una autentica revolución social asentada y estable, con un gobierno que se autodenomina ora socialista, ora progresista, -como si fuese lo mismo-, se está procediendo a la articulación de una serie de medidas gubernativas en el campo económico y social que merecen el calificativo de medidas contrarrevolucionarias. Cuentan con poderosos cómplices para la aplicación tranquila de esa su contrarrevolución, tienen el respaldo económico de los poderosos de siempre, el visto bueno de los medios de comunicación públicos y privados, todos con déficit o endeudados hasta las cejas con los bancos, cuentan, como no podía ser de otra forma, con la coincidencia interesada de la gran patronal y desde luego cuentan con el desinteresado apoyo, con muchos ceros a la derecha, de los dos sindicatos en nomina.
Con estos respaldos societarios, que no sociales, sin haber elaborado publica y democráticamente un análisis de la situación económica y social del que se derivasen una serie de medidas, que ofertadas y sometidas al debate en las Cortes, acabasen contando con el apoyo parlamentario, obteniendo de esta forma la necesaria legitimidad que, a diferencia de las que están aplicando, no tienen, así, se han adentrado en una practica tan irregular como clandestina en lo que a proceso de legitimación democrática se refiere, ya que todo lo actuado económicamente se ha explicado solo a través de los medios de comunicación y de forma tan parcial como interesada, mientras que la oposición se ha limitado a ser cómplice otorgante de tal proceder, ya sea por intereses coincidentes o por incapacidad para la elaboración de alternativas.
Sea como fuere, este año vamos a ver como, de nuevo, se amplia el periodo de cálculo para el establecimiento de la cuantía de las nuevas pensiones, una bajada encubierta que afectará a los nuevos pensionistas, con lo cual otra vez en este país unos serán más iguales que otros ante la ley. Vamos a ver como se aleja, como se dilata la edad de acceso a las pensiones públicas por más que eso suponga un descenso en los niveles de bienestar social y como se incrementa la penalización económica a los adelantos en las jubilaciones.
Este año también veremos como se constriñen y endurecen las condiciones de acceso al derecho a la protección por desempleo, como se rebajaran los periodos de cobro de tales prestaciones, y como, escudándose en la creciente cuantía que a ese fin se ha de destinar, cuantía que originan aquellos a los que los dineros regalan, el millón de ciudadanos en paro que no tienen prestación económica alguna se reforzará con otro medio millón mas de ciudadanos de cuarta categoría a los que este gobierno, llamado progresista, sencillamente desprecia. Al mismo tiempo, -su cara alcanza el grado diez en el índice de dureza Moss-, nos volverán a repetir cuan conveniente y necesario, cuan generador de empleo será el nuevo descenso en las cuotas patronales a la Seguridad Social.
Y si lo anterior no les bastase, si con tales saqueos de los dineros publicos no consiguiesen resucitar a su enladrillado capital, que nadie se sorprenda si el famoso corralito argentino, el bloqueo bancario de los depósitos particulares, traspasa el atlántico a bordo de algún jet de Aviación Civil y se instala placida y oficialmente en el sistema financiero español contando, por supuesto, con el visto bueno del Banco de España y del Gobierno de Zp..
Antes decía que los más avispados núcleos de poder mundial,- avispados en unas cosas, que en otras han demostrado su incompetencia-, el FMI, ya esta alertando en informes y estudios varios sobre incrementos en el malestar social mundial y de posibles incrementos de la inseguridad que pudieran desembocar en guerras. Como ven no se andan con remilgos, y a esto que denominan información y estudios lo hemos de tener por lo que auténticamente es, una clara y contundente amenaza.
Pues yo les aconsejaría a plutócratas y a sus vasallos políticos que releyesen la historia de la humanidad, que en ella se encuentran las claves de cómo esta raza, a la que ellos no parecen pertenecer, reacciona ante abusos e injusticias.
Si lo sucedido el 14 de julio de 1789, lo acaecido en octubre de 1917, si lo que a China ocupó desde abril de 1927 a mayo de 1950, y lo que en la Habana finalizó el 1 de enero de 1959 no les dice nada. Si tampoco nada les dice lo que está sucediendo en Iberoamérica con la extensión de lo que en alguna ocasión he llamado la democracia liberadora, ese sentir popular de emancipación e independencia económica que aun con taras y con algún que otro abuso está generando cambios en el poder secularmente establecido. Si así de sordos e insensibles siguen, pudiera ser que en no mucho tiempo se viesen obligados a analizar y recordar las razones que les abocaron a perder, al menos, su poder.
Mientras, aquí, la estúpida música orquestada desde el poder, -obispos, aborto, soldaditos de allá para acá, corrupciones y corruptelas miles-, distrae a los embobados que los soportan y defienden, pretendiendo camuflar con esos ruidos un malestar social que también tiene su límite. Y si siguen apretando, ese límite no estará lejano.

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