
Todos estamos ya al corriente de la pelea incruenta en el gremio de los "chefs", entre los magos de la cuissinne, a los que les ha salido un discrepante. Y este discrepante, -hay quien al que discrepa le llama díscolo, con las connotaciones de enajenación que tal término tiene y que en este caso, nada de nada-, don Santiago Santamaria, cocinero de gustos claros y palabra contundente, dice y demuestra que los "chefs" adriáneros tienen mas cuento que Calleja, y que por muchas estrellas que Michelin les haya puesto en su cuenta corriente, comer lo que se dice comer, donde se hace bien es en casa o en los restaurantes clásicos, que en los Bulis y similares, los chorizos fusionados o no con albahacas, o las judías deconstruidas a la gelatina del pomelo, son mamonadas que como mucho serán estéticas, pero que si lo que uno quiere es comer, se va a otros sitios en los que te alimenten y no te arruinen, que para comprar cuadros o decorar paredes no se compran platos cuadrados con brochazos de sirope, sino cuadros o esculturas en Christie, el que pueda, y si no, al Rastro que tambien hay....... bueno, venga, seré generoso llamando pintura a lo que alli se vende, pero nadie se confunde e intenta comerselo.
Vamos, que para mi, Santi Santamaria es el Largo Caballero de los fogones, y el resto de ese moderno personal son unos sacamantecas a lo fino y unos fanáticos de la anorexia, la corporal y la del bolsillo ajeno, o sea, igualito que Zp y sus mariachis sebatianeros, decostruyen el socialismo, se fusionan con el liberalismo y te dejan tiritando la cartera.
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