lunes, 8 de septiembre de 2008

AHORA QUE VAMOS DESPACIO...

En el mismo día, han puesto a nuestro alcance una paradoja que no lo es y una mentira que sí.
La paradoja es que el gobierno más conservador del mundo, ¡no…!, el de Bush, el de Zapatero, no, ha nacionalizado las dos mayores bancas especializadas en créditos hipotecarios.
Y es una paradoja aparente, porque eso de las nacionalizaciones se supone que va con los gobiernos de izquierda cuando estos quieren que el servicio que presta un agente económico cualquiera, sea prestado en condiciones sociales y económicas más ventajosas para el ciudadano común. Pero no es el caso.
Como acostumbra la derecha, nacionaliza perdidas y privatiza beneficios, de ahí que el contento del capital haya sido a nivel mundial. Hasta la bolsa española ha subido, esperanzada en que cunda el ejemplo y que como allí el dinero de los impuestos de los ciudadanos vaya a parar a unos bancos, para que en el momento en el que recuperen el nivel de estabilidad que les permita funcionar sin sobresaltos, vuelvan a ser privatizados sin que el fisco USA vea un solo dólar de los que se hayan, hasta entonces, metido en esas bancas.
La mentira, una más, es la que este domingo, en el campo leones, en eso que dicen ser fiesta minera, don Zp ha pronunciado “urbi et orbe”, “En 2009 subiré las pensiones mínimas un seis por ciento”.
Y esta mentira lo es al cien por cien, ya que lo que trata de transmitir el mentiroso es que la capacidad adquisitiva de los pensionistas que más bajos ingresos tienen del sistema público de pensiones se verá incrementada en un seis por ciento. Y, numéricamente, puede que sea verdad y puede que los sufridos pensionistas, a finales de enero de 2009, cobren seis euros más por cada cien de los que ahora ingresen, pero si tenemos en cuenta que la inflación que disfrutamos, a 7 de agosto, último dato del INE es del 5,3 %, en caso de aplicarse hoy mismo esa “subida” a las pensiones más bajas, la realidad es que a efectos prácticos la capacidad adquisitiva de esas pensiones se agrandaría en un raquítico y ridículo 0,7 %.
Esta es la verdad de las grandilocuentes promesas, tan grandilocuentes como falsas, que Zp oferta a los que menos tienen.
En el mismo sentido su ministro de economía avisa que ¿lógicamente? las subidas del salario mínimo interprofesional, se habrán de producir más tarde. Y ya sabemos de qué lógica habla, de la lógica del capital.
Y para cerrar el espectro de trabajadores por cuenta ajena, los funcionarios, de nuevo, tendremos unas actualizaciones equivalentes a la subida del IPC, que en nuestro caso no es el Índice de Precios de Consumo, no, en nuestro caso y dado que desde años ya inmemoriales esas “subidas” son del 2 %, las conocidas siglas han de traducirse como Índice para Pelanas Consumidos o algo así.
Con lo cual completan el círculo del tratamiento económico que, a los que no tienen de todo, van a darnos el próximo año. Y el paro subiendo.

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