Cuando lo primero que exhibe Tomas Gómez al comensal entrevistador de “El Pais” es una foto en la que, aparentemente, se está morreando con Esperanza Aguirre, e inmediatamente pasa a alardear de trabajo y austeridad, - después de haber trasegado un menú, en restaurante pijo, donde los haya, que es por el momento uno de los más caros que la serie de entrevistas ha soportado- no tiene empacho en exhibir de forma impúdica, desvelo nocturno, amor al trabajo, empeño deportista, y aires de artista.Y malo es tanto alarde cuando, en el colmo de la inmodestia, recurre a mal utilizar verso y ejemplo inigualable.
Malo, ya que miente, y lo sabe. Tomas no va ligero de equipaje a ningún sitio. Por donde pasa, impone y avasalla. Recela y desconfía. Teme y por ello maltrata.
Es por ello que me permito reproducir las dos últimas estrofas del poema titulado “Retrato” que el inmortal, por genio y por humilde, Antonio Machado, hizo de sí mismo.
Dijo Machado:
“Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que hábito,
el pan que me alimenta y el lecho donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y está al partir la nave que nunca ha de tornar
me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar”.
Puede que Tomas acabe su máster de gestión hospitalaria, supongo que “externalizada”, pero lo que seguro nunca acabará de captar es, que los genios, los que hacen historia para bien en la vida de los demás, no se tienen a sí mismos como ejemplo de éxito en todo lo que emprenden, entre otras cosas porque respirar, lo más importante que hace Tomas, más o menos, todos lo hacemos igual.
el traje que me cubre y la mansión que hábito,
el pan que me alimenta y el lecho donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y está al partir la nave que nunca ha de tornar
me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar”.
Puede que Tomas acabe su máster de gestión hospitalaria, supongo que “externalizada”, pero lo que seguro nunca acabará de captar es, que los genios, los que hacen historia para bien en la vida de los demás, no se tienen a sí mismos como ejemplo de éxito en todo lo que emprenden, entre otras cosas porque respirar, lo más importante que hace Tomas, más o menos, todos lo hacemos igual.
2 comentarios:
Me preocupa,porque pareces conocer bien a Tomás...yo lo definiria de forma parecida; su sistemática desconfianza hacia los demás y posiblemente la falta de seguridad en sí mismo le hacen pavonearse ante el entrevistador, cuando en realidad Tomás Gomez es el prototipo del acomplejado y arrastra evidentes dificultades para relacionarse con los demás con normalidad.
A mi también me avergonzó la entrevista en la contraportada de EL País. Gómez lleva presentándose desde hace más de un año. Dice que sólo duerme 4 horas, pero ningún ciudadano sabe a qué se dedica el resto de su tiempo. Así el PSOE no gana en la vida en Madrid....y yo me exilio.
Publicar un comentario