Tras las explicaciones habidas y las opiniones recibidas, pocas dudas caben sobre si la Estrategia para una Economía Sostenible será al menos parte de la solución de los males que dicen que a España aquejan.
Para unos, la Estrategia no solo será parte de la solución, sino que es la solución, la única solución posible, ya que, conocedor como nadie de la realidad de su España, el llamado presidente Zapatero, en una sabia combinación de las clases de economía que el Jordi Sevilla le dio, más los tres o cuatro artículos de Paul Krugman que en el dominical del País se ha leído, más el auxilio del espíritu santo en forma de "Tori" Blair, componen la formula de la pócima con la que su líder no se puede equivocar en el rapido sanamiento de la economía española.
Paro los otros todo lo declamado es solo más humo que trata de ocultar la incapacidad del peor gobierno que este país ha tenido, incluidos los de los Austrias, los Borbones y por supuesto los de Alarico y Wamba.
Y ocurre que ni unos ni otros se molestan en aclarar a la ciudadanía, que de ellos pasa, cuales aspectos de la economía puede que mejoren y a quienes beneficiaran, y que otros aspectos no mejoraran más que a largo plazo y por lo tanto quienes serán los que tengan que soportar el vivir peor.
Claro como el día ha quedado que el empleo, que la creación de empleo, se va a demorar tanto que ni el iluminado conductor que por nosotros se desvela sabe para cuando habremos esa buena nueva, y como la suma de estas dos incógnitas, qué mejorará y qué no lo hará, es igual a cero, cabe deducir una aproximación a lo que en el corto plazo sucederá.
Y va a suceder que van a continuar apoyando a los grandes empresarios y a los banqueros, que se les va a facilitar la contratación laboral con nuevas formulas de empleo precario, asumiendo el Estado parte de los costes laborales, que desconfiando y no atreviéndose a meter mano en el sector financiero privado, se aprestan a habilitar otras millonadas para que nada les falte, y va a suceder que la deuda pública va a seguir creciendo y los gastos sociales disminuyendo.
Del otro lado de la parte contratante, aquello que con sus propuestas afectará a los trabajadores, se predica que no se abaratará el despido, pero ya se deja entrever que se reducirán las cotizaciones sociales, lo cual es atentar contra el sistema publico de protección social tal y como ya están exigiendo los organismos internacionales, -Ecofin y Almunia-, que en su dejación de funciones permitieron el crack financiero internacional.
Por todo ello no sabemos cuanto nos costará, en dinero, la continuación del trato preferencial hacia los poderosos, pero si sabemos que el desempleo seguirá creciendo aunque su crisis económica languidezca y que las prestaciones sociales disminuirán, ya que no otra cosa, específicamente anunciada por Zp, es la reforma de las pensiones de forma que haya exacta equivalencia entre las cuantías cotizadas a la seguridad social y las cuantías de las pensiones a percibir. En otras palabras el actual componente de solidaridad, que se ejerce a través de la actual formula mixta de cotización y reparto, desaparecerá y aquellos afortunados trabajadores que hayan disfrutado de una vida laboral sin interrupciones, obtendrán del sistema una “exacta”, -Zp dixit-, correspondencia por lo cotizado, y aquellos, los más, que tengan interrupciones en su vida laboral, verán como esos periodos de paro inciden negativamente en determinación de la cuantía de su pensión.
No es preciso mucho tiempo para descubrir la autenticas intenciones que con estos ajustes ocultan. Les preocupa que el déficit publico y la deuda les impida seguir con las fuentes de financiación hacia la banca abiertas a todo caudal, y aunque dicen que su prioridad es luchar contra el paro, sus hechos demuestran lo contrario, ya que ¿como se puede compatibilizar su afirmación con incrementar la edad legal de jubilación?
Para unos, la Estrategia no solo será parte de la solución, sino que es la solución, la única solución posible, ya que, conocedor como nadie de la realidad de su España, el llamado presidente Zapatero, en una sabia combinación de las clases de economía que el Jordi Sevilla le dio, más los tres o cuatro artículos de Paul Krugman que en el dominical del País se ha leído, más el auxilio del espíritu santo en forma de "Tori" Blair, componen la formula de la pócima con la que su líder no se puede equivocar en el rapido sanamiento de la economía española.
Paro los otros todo lo declamado es solo más humo que trata de ocultar la incapacidad del peor gobierno que este país ha tenido, incluidos los de los Austrias, los Borbones y por supuesto los de Alarico y Wamba.
Y ocurre que ni unos ni otros se molestan en aclarar a la ciudadanía, que de ellos pasa, cuales aspectos de la economía puede que mejoren y a quienes beneficiaran, y que otros aspectos no mejoraran más que a largo plazo y por lo tanto quienes serán los que tengan que soportar el vivir peor.
Claro como el día ha quedado que el empleo, que la creación de empleo, se va a demorar tanto que ni el iluminado conductor que por nosotros se desvela sabe para cuando habremos esa buena nueva, y como la suma de estas dos incógnitas, qué mejorará y qué no lo hará, es igual a cero, cabe deducir una aproximación a lo que en el corto plazo sucederá.
Y va a suceder que van a continuar apoyando a los grandes empresarios y a los banqueros, que se les va a facilitar la contratación laboral con nuevas formulas de empleo precario, asumiendo el Estado parte de los costes laborales, que desconfiando y no atreviéndose a meter mano en el sector financiero privado, se aprestan a habilitar otras millonadas para que nada les falte, y va a suceder que la deuda pública va a seguir creciendo y los gastos sociales disminuyendo.
Del otro lado de la parte contratante, aquello que con sus propuestas afectará a los trabajadores, se predica que no se abaratará el despido, pero ya se deja entrever que se reducirán las cotizaciones sociales, lo cual es atentar contra el sistema publico de protección social tal y como ya están exigiendo los organismos internacionales, -Ecofin y Almunia-, que en su dejación de funciones permitieron el crack financiero internacional.
Por todo ello no sabemos cuanto nos costará, en dinero, la continuación del trato preferencial hacia los poderosos, pero si sabemos que el desempleo seguirá creciendo aunque su crisis económica languidezca y que las prestaciones sociales disminuirán, ya que no otra cosa, específicamente anunciada por Zp, es la reforma de las pensiones de forma que haya exacta equivalencia entre las cuantías cotizadas a la seguridad social y las cuantías de las pensiones a percibir. En otras palabras el actual componente de solidaridad, que se ejerce a través de la actual formula mixta de cotización y reparto, desaparecerá y aquellos afortunados trabajadores que hayan disfrutado de una vida laboral sin interrupciones, obtendrán del sistema una “exacta”, -Zp dixit-, correspondencia por lo cotizado, y aquellos, los más, que tengan interrupciones en su vida laboral, verán como esos periodos de paro inciden negativamente en determinación de la cuantía de su pensión.
No es preciso mucho tiempo para descubrir la autenticas intenciones que con estos ajustes ocultan. Les preocupa que el déficit publico y la deuda les impida seguir con las fuentes de financiación hacia la banca abiertas a todo caudal, y aunque dicen que su prioridad es luchar contra el paro, sus hechos demuestran lo contrario, ya que ¿como se puede compatibilizar su afirmación con incrementar la edad legal de jubilación?
Lo que pretenden es tener unos periodos de tiempo en los que por incrementar la edad de jubilación se aminore el ritmo de acceso de trabajadores al cobro de las pensiones publicas, para así tener temporalmente unas disponibilidades financieras mayores, tal y como han venido haciendo en el reciente pasado con parte de los superavits de la Seguridad Social que han sido detraído del sistema y han acabado en manos de ladrilleros y banqueros.
Finalmente, y si como dicen, pretenden establecer las líneas maestras que acaben configurando, tanto un nuevo modelo productivo, como asegurar la sostenibilidad del sistema económico, se hecha de menos el papel del Estado como agente económico de principalisima importancia en ese nuevo escenario de actividades económicas. No es posible tomar en serio el heterogéneo conjunto de “estratégicas” ocurrencias sin que en él se contemple una reforma fiscal y el papel del estado como agente activo en el terreno económico, financiero, y laboral.
Finalmente, y si como dicen, pretenden establecer las líneas maestras que acaben configurando, tanto un nuevo modelo productivo, como asegurar la sostenibilidad del sistema económico, se hecha de menos el papel del Estado como agente económico de principalisima importancia en ese nuevo escenario de actividades económicas. No es posible tomar en serio el heterogéneo conjunto de “estratégicas” ocurrencias sin que en él se contemple una reforma fiscal y el papel del estado como agente activo en el terreno económico, financiero, y laboral.
Sin estos “pequeños detalles” su propuesta mas parece el resultado de aplicar aquella máxima tan marxista de….”¡más madera, es la guerra!”.
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