Hemos tenido estos días una de las mas irrefutables pruebas de la desvergüenza que guía el actuar de muchos de los que en política se aposentan y deciden que cualquier actuación es buena si beneficios personales aporta
El caso de ese innombrable vicesecretario provincial orensano del PS de Galicia que, ni corto ni perezoso, a los pocos días de ser elegido para ese cargo en el correspondiente congreso, se ha visto deslumbrado por el “maravilloso” proyecto del cacique del PP orensano y en volatin político-circense pasa de la “socialdemocracia zapateriaza” a la cazurrería de los de la boina derechosa sin que se le mueva un pelo. Bien es cierto que si el desvergonzado se encontraba a gusto en el PSOE gallego, pues contaban con él y aun así, contento, satisfecho y deslumbrado se pasa, no se si con armas, pero seguro que con abundante y vacío bagaje a llenar, al PP, poca o ninguna diferencia debe haber hallado este saltimbanqui entre los dos partidos.
De otra parte, y abundando en los parecidos, - y nada de mera coincidencia-, si la actuación del PP valenciano respecto a la exposición de fotografías que les retrataban tal cual son, se ha calificado de vergonzosa censura política, ¿Cómo cabe calificar el veto del ministerio de Medio Ambiente, y etc, etc, a la emisión en TVE o la opción de podar unos minutos de un documental que documenta, (y perdón por la redundancia), la corrupción ladrillera en el litoral español.
A pesar de los pesares, yo sigo pensando que, para mal, España sigue siendo diferente, pero aun con alguna esperanza de que la situación cambie, tengo por cierto que Psoé y Pepé, hoy por hoy, son pero que muy parecidos.
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