Como en estos tiempos lo de los amiguitos del alma o los enemigos de higadillo está a la orden del día, no seré yo el que viole aquello de... "a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar", por lo que empezaré diciendo que la primera causa, la primera responsabilidad de la actual crisis económica la tiene Aznar, Rato y los “agages” y “florentinos” varios que por aquel entonces, bajo la “protección” del todo vale zaplanista, dieron el banderazo de salida a los pelotazos recalificadores y con ellos a la corrupción que ahora solo despunta.
Dicho lo cual, hay que continuar diciendo que cuando de forma sorpresiva llega Zp a la Moncloa, lo hace con la firme determinación de que esa situación se eternice, de que esas vacas gordas duren y que los pelotazos ladrilleros y su consecuencia inmediata, el toque de arrebato de la banca para pillar, que no captar, clientes que estuviesen dispuestos a encadenarse a una deuda de por vida, lo cual generó una artificial bola financiera que mientras les durase serviría de anestésico hipnótico a la mayoría de una población encantada de creerse rica, cuando lo que esa población estaba haciendo era vender muy barata su libertad a cambio de ejercer un derecho constitucional que tanto Aznar como Zp, -más este ultimo-, habían sometido y entregado al mercado especulador.
La infrecuente duración de ese periodo de crecimiento hizo que hasta los más preparados técnicamente creyesen que podía ser casi permanente, indefinido, sin reparar que los cimientos en los que económica y socialmente se soportaba tal burbuja eran de todo punto artificiales, por lo que como ha sucedido, esa burbuja del ladrillo y de las hipotecas acabó explotando y llevándose por delante a cinco millones de trabajadores y a un solo “banquero”, Hernandez Moltó.
Estos hechos, no solo ponen de manifiesto la actitud pasiva de Zp respecto a la explotación económica de todos aquellos, preferentemente jóvenes, que han tenido que aceptar su esclavitud a cambio de la independencia paterna, realidad que pone de manifiesto la connivencia de Zp con ladrilleros y banqueros, con los únicos beneficiados de la burbuja y de su explosión, ya que de ambas etapas se han beneficiado.
Por el contrario, durante el periodo de hinchado de esa burbuja, en el tiempo en el que el ladrillo hacia incrementar el PIB y tambien pero muy distinta porción los ingresos fiscales del Estado, Zp disminuyó la proporción de dineros que ese Estado suyo dedicó a gasto social como demuestran todos los datos de Euorstad, todas la proporciones de gasto social bajaron, educación, sanidad, ayuda a la tercera edad, etc. etc., consintió y favoreció la disminución de la participación de las rentas del trabajo en la renta nacional favoreciendo, “sensu contrario”, idéntico incremento en las rentas del capital, con la particularidad añadida, cual guinda de recochineo en la tarta fiscal zapateriana, que mientras el creador de las ahora famosas sicav´s, don Rodrigo Rato, las fundó con una carga fiscal del 3 % sobre los beneficios por ellas obtenidos, don Zp, con el concurso de sus “intermoneytarios” chicos, les hizo el favor de bajarles ese abuso fiscal hasta un mas equilibrado 1%, lo cual para nada molestó a los “botines”, a los “ortegas” a las “koplovit”, a los “abellós” y demás fauna de multimillonarios emprendedores que entienden el patriotismo como la caridad cristiana, aquella que empieza por uno mismo, y a los demás que les vayan dando.
Hoy cuando, tras haber agotado prácticamente toda la confianza financiera del Reino de España en los mercados de capitales internacionales, ya han reconocido que lo que antes llamaban “ralentización de la actividad económica” es la mayor crisis financiera de la historia y que sus medidas, sus emisiones de deuda publica, solo han servido para consolidar un sistema financiero tan pútrido como el del ladrillo.
Hoy cuando los zapateristas se tienen que enfrentar a la posibilidad de que la ciudadanía se rebele contra quienes desde la legitimidad del poder político, no solo no amparan a los que los poderosos condenan a la inseguridad personal, familiar, económica y laboral, sino que ese poder favorece las medidas represivas de los empleadores aceptando ERE´s que son chantajes empresariales con respaldo legal, cuando tal cúmulo de despropósitos políticos y económicos se aplican por la mano de los que dicen ser progresistas, los trabajadores se encuentran con la añadidura de que, necesitado el estado de ingresos fiscales que el capital y las grandes empresas no le aportan, han de aguantar una nueva vuelta de tuerca fiscal, vía IRPF, IVA e impuestos especiales para que el flujo de dineros destinado al bolsillo de los que más tienen no se detenga.
Hoy, hasta los mas fieles defensores de la ortodoxia capitalista, mantienen que las cuentas de Zp, la propuesta económica para el año próximo, los presupuestos generales del Estado, no cuadran, y no pueden cuadrar ya que no hay nada que pueda ser a la vez una cosa y su contraria. Esos presupuestos no pueden ser a la vez restrictivos y expansivos, austeros e inversores, generadores de empleo y casi sin oferta de empleo publico, equilibradores social y territorialmente y a la vez resultado del chantaje de los nacionalismos.
Así las cosas, ya nadie duda de la incapacidad profesional del zapaterismo y tampoco nadie puede dudar del tratamiento explotador que, cual patrono decimonónico, Zp aplica y seguirá aplicando a los trabajadores españoles con el beneplácito de los apesebrados sindicalistas.
Y como no tienen ideas y menos aun preparación, tras aventurar que iban a definir un nuevo y mas sostenible modelo productivo nacional, vuelven a lo único que les ha permitido transitar hasta hoy, vuelven a ventear que el ladrillo es un sector productivo que hay que seguir cuidando. En otras palabras, han “encarcelado” económicamente a una generación y se aprestan a construir la “carcel” económica que “cobije” a la próxima.
Este es el futuro que nos depara el zapaterismo. Mientras, los orcos de ferraz, encantados con la otra corrupción, la “gurteliana”.
Dicho lo cual, hay que continuar diciendo que cuando de forma sorpresiva llega Zp a la Moncloa, lo hace con la firme determinación de que esa situación se eternice, de que esas vacas gordas duren y que los pelotazos ladrilleros y su consecuencia inmediata, el toque de arrebato de la banca para pillar, que no captar, clientes que estuviesen dispuestos a encadenarse a una deuda de por vida, lo cual generó una artificial bola financiera que mientras les durase serviría de anestésico hipnótico a la mayoría de una población encantada de creerse rica, cuando lo que esa población estaba haciendo era vender muy barata su libertad a cambio de ejercer un derecho constitucional que tanto Aznar como Zp, -más este ultimo-, habían sometido y entregado al mercado especulador.
La infrecuente duración de ese periodo de crecimiento hizo que hasta los más preparados técnicamente creyesen que podía ser casi permanente, indefinido, sin reparar que los cimientos en los que económica y socialmente se soportaba tal burbuja eran de todo punto artificiales, por lo que como ha sucedido, esa burbuja del ladrillo y de las hipotecas acabó explotando y llevándose por delante a cinco millones de trabajadores y a un solo “banquero”, Hernandez Moltó.
Estos hechos, no solo ponen de manifiesto la actitud pasiva de Zp respecto a la explotación económica de todos aquellos, preferentemente jóvenes, que han tenido que aceptar su esclavitud a cambio de la independencia paterna, realidad que pone de manifiesto la connivencia de Zp con ladrilleros y banqueros, con los únicos beneficiados de la burbuja y de su explosión, ya que de ambas etapas se han beneficiado.
Por el contrario, durante el periodo de hinchado de esa burbuja, en el tiempo en el que el ladrillo hacia incrementar el PIB y tambien pero muy distinta porción los ingresos fiscales del Estado, Zp disminuyó la proporción de dineros que ese Estado suyo dedicó a gasto social como demuestran todos los datos de Euorstad, todas la proporciones de gasto social bajaron, educación, sanidad, ayuda a la tercera edad, etc. etc., consintió y favoreció la disminución de la participación de las rentas del trabajo en la renta nacional favoreciendo, “sensu contrario”, idéntico incremento en las rentas del capital, con la particularidad añadida, cual guinda de recochineo en la tarta fiscal zapateriana, que mientras el creador de las ahora famosas sicav´s, don Rodrigo Rato, las fundó con una carga fiscal del 3 % sobre los beneficios por ellas obtenidos, don Zp, con el concurso de sus “intermoneytarios” chicos, les hizo el favor de bajarles ese abuso fiscal hasta un mas equilibrado 1%, lo cual para nada molestó a los “botines”, a los “ortegas” a las “koplovit”, a los “abellós” y demás fauna de multimillonarios emprendedores que entienden el patriotismo como la caridad cristiana, aquella que empieza por uno mismo, y a los demás que les vayan dando.
Hoy cuando, tras haber agotado prácticamente toda la confianza financiera del Reino de España en los mercados de capitales internacionales, ya han reconocido que lo que antes llamaban “ralentización de la actividad económica” es la mayor crisis financiera de la historia y que sus medidas, sus emisiones de deuda publica, solo han servido para consolidar un sistema financiero tan pútrido como el del ladrillo.
Hoy cuando los zapateristas se tienen que enfrentar a la posibilidad de que la ciudadanía se rebele contra quienes desde la legitimidad del poder político, no solo no amparan a los que los poderosos condenan a la inseguridad personal, familiar, económica y laboral, sino que ese poder favorece las medidas represivas de los empleadores aceptando ERE´s que son chantajes empresariales con respaldo legal, cuando tal cúmulo de despropósitos políticos y económicos se aplican por la mano de los que dicen ser progresistas, los trabajadores se encuentran con la añadidura de que, necesitado el estado de ingresos fiscales que el capital y las grandes empresas no le aportan, han de aguantar una nueva vuelta de tuerca fiscal, vía IRPF, IVA e impuestos especiales para que el flujo de dineros destinado al bolsillo de los que más tienen no se detenga.
Hoy, hasta los mas fieles defensores de la ortodoxia capitalista, mantienen que las cuentas de Zp, la propuesta económica para el año próximo, los presupuestos generales del Estado, no cuadran, y no pueden cuadrar ya que no hay nada que pueda ser a la vez una cosa y su contraria. Esos presupuestos no pueden ser a la vez restrictivos y expansivos, austeros e inversores, generadores de empleo y casi sin oferta de empleo publico, equilibradores social y territorialmente y a la vez resultado del chantaje de los nacionalismos.
Así las cosas, ya nadie duda de la incapacidad profesional del zapaterismo y tampoco nadie puede dudar del tratamiento explotador que, cual patrono decimonónico, Zp aplica y seguirá aplicando a los trabajadores españoles con el beneplácito de los apesebrados sindicalistas.
Y como no tienen ideas y menos aun preparación, tras aventurar que iban a definir un nuevo y mas sostenible modelo productivo nacional, vuelven a lo único que les ha permitido transitar hasta hoy, vuelven a ventear que el ladrillo es un sector productivo que hay que seguir cuidando. En otras palabras, han “encarcelado” económicamente a una generación y se aprestan a construir la “carcel” económica que “cobije” a la próxima.
Este es el futuro que nos depara el zapaterismo. Mientras, los orcos de ferraz, encantados con la otra corrupción, la “gurteliana”.
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