Cuando hasta en Berlín andan asustados por lo
que pudieran hacer los parados españoles si decidieran constituirse en ejército
que demoliese el carcomido sistema económico-político español, aquí, los mas detestados
poderes que llevan a la miseria al conjunto de la ciudadanía española tratan de
ponerse de acuerdo en salvar al sistema que les enriquece simulando interés y
preocupación por lo que ellos y solo ellos han causado premeditadamente.
La corona, la casta política, los sindicatos
y, como en no mucho tempo veremos, también la patronal, la banca, las fuerzas
represivas y la iglesia católica aportarán su supuesta influencia para generar
un programa que sede y adormezca las ya adormecidas voluntades de un pueblo que
nunca ha luchado por su libertad.
Pacto por el empleo llaman a lo que ha de ser
otra encerrona para los trabajadores españoles. Ese pacto, si nace de la
voluntad de los participes citados no puede ser un pacto que restablezca las
condiciones laborales, salariales y de derechos individuales y colectivos y de
las formas de protección social previas a la estafa social que esos mismos
protagonistas, unos por acción y otros por omisión, hace ya más de seis años
que acometieron.
Ni la corona, ni la casta política, ni los
condescendientes sindicatos y menos aun banca, patronal, ejercito, iglesia y
judicatura tienen el mas mínimo interés en restablecer unas situaciones sociales
coherentemente incardinadas dentro de camino alguno que condujese a la
justicia, a la libertad y a la igualdad.
El pacto por el empleo será realmente el
pacto por su supervivencia al tiempo que será la certificación oficial de la muerte y consiguiente desaparición de todo derecho laboral colectivo, será un pacto que evite artera y tramposamente la explosión
que ellos se temen y nosotros necesitamos.
Ese pacto será el de la
oficialización de la explotación mediante los mini-jobs “merkelianos”, será el
pacto en el cual, de nuevo se definirán las condiciones que se han de reunir
para ser considerado desempleado utilizando borradores semánticos que de la
noche a la mañana harán desaparecer de sus listas a cientos de miles de
trabajadores que en ese preciso instante pasarán a ser ectoplasmas laborales
sin más futuro que aquel que les asignen estos académicos de su actual neo-lengua orwelliana.
Este es el futuro que están diseñando para
esos más de seis millones de trabajadores que les sobran, para los más de tres
millones de pensionistas respecto a los cuales han decidido que ya debieran
haberse muerto y para el millón largo de dependientes a quienes sin horno crematorio
alguno están asando lentamente en las ascuas de la indigencia, la miseria y el
desprecio.
Este negro futuro que están creando para los
trabajadores es la cruz de su moneda, en la cual, y para que siga
resplandeciendo su cara, su durísima cara, necesitan, y así lo están haciendo,
que ellos, todas las partes interesadas en que este antiguo régimen permanezca,
se alíen a fin de mantener este sistema de corrupción, abusos e injusticias, por
lo que han llegado al punto en el que, débiles y asustados, los opresores están conviniendo que se necesitan recíprocamente a fin de que nada de su Pen-insula lampedusiana cambie.
Ellos, los pilares del corrupto sistema, ya
han decidido sin nosotros cual ha de ser nuestro negro futuro y su
resplandeciente porvenir. ¿Se lo vamos a permitir?
Cada día es mas necesario traducir y difundir la letra de "La Marsellesa" en especial aquella parte que dice....."aux armes citoyens, formez vos bataillons". Y es que no nos queda otra. Eso o pasar a la historia como el conjunto de ciudadanos mas cobardes y despreciables de la historia de la humanidad.