viernes, 28 de enero de 2011

NUEVO BLOG SOCIALISTA

Hoy 28 de enero, con nocturnidad, premeditación y no sé si hasta alevosía, ha nacido un nuevo blog, Contraataque Socialista.
A diferencia de este, que aun vivo aletargaré, va a ser un blog de propuestas de lucha, de propuestas de nuevas formas de lucha contra el capitalismo y sus aliados, contra los partidos políticos podridos y traidores y contra los sindicatos de sindicalistas vendidos y cobardes.

Si hace tres años y medio pretendía ser una voz más que clamaba contra la traición de los zapateristas, a partir de hoy clamaré por una nueva forma de revolución social que acabe con esta apariencia de democracia y se encauce hacia una autentica democracia en libertad, en igualdad y en justicia, una nueva democracia socialista.

jueves, 27 de enero de 2011

LOS FUSILAMIENTOS DE LA MONCLOA 2011


Cuando anoche se anticipó el principio de acuerdo entre zapateristas y los comisionistas sindicales, comencé a estructurar el post de hoy pensando en ridiculizarlo, en frivolizarlo, pero cuando por la mañana de hoy, ese principio de acuerdo al que descaradamente llaman pacto social, ha ido mostrando algunas más de las muchas caras que su macabra identidad acabará teniendo, mis temores, mis exagerados temores a decir de algunos, no solo se han visto confirmados sino que han sido superados cual realidad cruel que siempre se impone a la más descabellada ficción.
Nos tenían con nuestra atención centrada en la “reforma” de la edad de jubilación a los 67 en vez de a los 65 y con nocturnidad, alevosía y “monclovismo” a los trabajadores españoles, sus sindicatos de clase les han clavado en la espalda el tener que trabajar hasta los sesenta y cinco pero teniendo que haber cotizado treinta y ocho y medio, y no treinta y cinco años para tener derecho al cien por cien de la pensión que a cada cual le corresponda.
No satisfechos con esta traición han ido a más y si antes cualquier trabajador con treinta y cinco años cotizados tenía derecho a jubilarse a los 61 años perdiendo ocho puntos porcentuales por cada año anticipado, ahora no podrá hacerlo hasta los sesenta y tres perdiendo aun no se sabe si ese mismo ocho por ciento anual.
Como aun sus sacas de atracadores no estaban ni estarán nunca repletas, van a ampliar el periodo de cálculo de la base reguladora de 15 a veinticinco años. Nada más y nada menos que dos terceras partes más del periodo anterior, con la consiguiente pérdida de cuantía de todas y cada una de las futuras pensiones.
En una época de paro obrero como jamás en la historia se ha dado en España, y menos aun en supuesta democracia, se reducen los derechos, las pensiones, los salarios de los trabajadores y todos hablan de pacto social. ¿Pero es que estamos locos? ¿O es que el único loco soy yo?. ¿Nadie ve que se están poniendo las bases para que los actuales conatos de revoluciones dejen de serlo y los asaltos a las bastillas gubernativas, financieras, empresariales y sindicales se coordinen a nivel mundial en un salto al vacío que solo puede traer en primera instancia dolor y muerte?
Tenía preparados varios post sobre los temas constitucionales que el 1 de enero anuncié, las funciones de los gobiernos y sus actuaciones reales, la dependencia política y económica del tribunal constitucional, la concepción reaccionaria del sistema judicial español, la ineptitud del defensor del pueblo y de la fiscalía como instituciones al servicio de los ciudadanos, y alguno que otro más sobre alternativas políticas, económicas y sociales. Todos ellos, al igual que las pensiones van a ser objeto de “congelación” ya que hoy considero prioritario, no tanto criticar y poner de relieve los atracos y mentiras de los protagonistas de este sistema de opresión de apariencia democrática, cuanto cooperar a hundirle.
Sé que esto es una ruptura. Sé que es radical tal posicionamiento. Pero ni yo, ni los que cada día incrementamos la nomina de atacados, hemos sido los que han dado comienzo a la nueva era de confrontación social a la que nos están llevando. Sé que esta nueva guerra me pilla mayor, pero no voy a desperdiciar esta otra ocasión de, junto a otros muchos “trasnochados”, jóvenes o viejos, luchar por el futuro de los nuestros.
Sé que habrá batallas que perderemos, pero a largo plazo y mientras en la genética de la raza humana sigan habitando anhelos de libertad, de justicia y de igualdad, esta nueva guerra contra la opresión, como las anteriores, la ganaremos.
Yo, hoy, me declaro en guerra contra todos los que defiendan este sistema de explotación social.

miércoles, 26 de enero de 2011

DOS MINISTROS PROGRES…..PROGRES.

A primera hora de la mañana había leído una información en la web de “El Mundo” por la cual se difundía una sentencia de un juzgado de primera instancia navarro, que avalado por la Audiencia Foral defiende que entregar el piso al banco liquida la hipoteca, en contra de lo que establece la Ley Hipotecaria española, que fija una garantía doble -la casa y la deuda en sí- como cobertura de los créditos hipotecarios.
Cuando he iniciado la redacción de este post he acudido a la fuente de información y casualmente he observado una “sutil” diferencia. Mientras que a primera hora se acompañaba la información con las opiniones al respecto de dos ministros progres, la Salgado y el Pepiño, a estas horas, cinco de la tarde, ambas posiciones plenamente coincidentes, han desaparecido del contenido de la web del “líder de información en español”.
Ni que decir tiene que dada la genética social de estos dos ministros zapateristas, ambos eran contrarios al sentido de la sentencia navarra y a su manera argüían que de extenderse tal jurisprudencia los pobrecitos banqueros iban a pasarlo muy mal. Punto.
Estos dos progres de lo suyo para nada consideran como lo pasan aquellos potentados trabajadores que tras comprase una casa y quedarse en paro, ven como el banco, con el apoyo de los que defienden a los que menos tienen, se queda con su casa y con el dinero presente y futuro del embargado. Y como el periódico de su encorsetado director aporta el nombre de la pobre entidad, presuntamente damnificada, yo no voy a ser menos, el banco al que cruelmente se ataca desde la judicatura navarra es el “deficitario” BBVA.
Como incuestionable demostración de cómo los zapateristas sirven al pueblo y especialmente a los que menos tienen y a esos otros a los que ellos nunca consentirían que se les repercutiesen los costes de la crisis, decirles que en 2008 hubo más de sesenta mil embargos hipotecarios, en 2009 estos alcanzaron a 114.000 trabajadores, y en el pasado año y solo de enero a octubre fueron 118.000 los jóvenes y/o padres y madres de familia, plutócratas ellos, que afectados por su desmedido afán de cumplir con el artículo 47 de la Constitución se empecinaron en aceptar el dinero que les ofrecían los pobres banqueros con el contento de peperos y zapateristas y a los que una vez despedidos una enormemente progresista ley Hipotecaria, única en el mundo, les arrebató casa y futuro.
Claro que pudiera ser que, en su grandeza zapateriana, en su desmedida generosidad para con la clase obrera, en su desvelo por la justicia y la igualdad, la Salgado y el Pepiño, el Pepiño y la Salgado, hayan descubierto una nueva fórmula de “soluciones habitacionales” al alcance de todos y comiencen a alojar a los embargados, -eso sí, por un módico alquiler-, bajo los lujosos puentes de los “aves” que a mayor gloria de los ladrilleros siguen haciendo.

martes, 25 de enero de 2011

SU ¡EJPAÑA!......INTERVENIDA

Que la manipulación es un procedimiento que ya solo se aplica en la política y en la comunicación, es algo que no necesita demostración, la automatización, la robotización y el control informático de los procesos de fabricación han arrinconado al obrero manual y han sido los políticos los que ahora manipulan, bien que en vez de productos intermedios a los productores, que era como en el franquismo llamaban a los trabajadores.
En esta especialización manipuladora destaca una que ha tomado asiento entre todos nosotros. Es la consistente en ocultar bajo la denominación de nuestro gentilicio, español o española, todos aquellos datos o hechos negativos que corresponden al sector privado. Así cuando se hable de la deuda española hay que entender que están refiriéndose a la deuda de las entidades privadas españolas, mientras que cuando se refieren a la deuda pública de las administraciones estatales para nada usan el gentilicio, solo la denominación de pública.
Bajo esta manipulación consiguen confundir al común de los ciudadanos y vender falsedades, de ahí las retorcidas maniobras que para salvar su culo político y/o económico utilizan tanto los políticos como los banqueros y sus respectivos asalariados.
Dicen que la economía española va mal cuando lo que va mal es la economía y la situación financiera de cajas y bancos, y no es que confundan la parte con el todo, es que para ellos su “Ejpaña” es el todo de su mundo. Les da igual que sus conciudadanos estén sufriendo su ineptitud y su codicia. Son ciegos y sordos voluntarios ante la evidencia de la catástrofe que han provocado y en su más amplia contradicción ideológica apelan al Estado cuando son los máximos enemigos del Estado.
Imponen opresión a quienes dicen representar, defender y servir, y la única regla que banqueros y políticos respetan es la ley del embudo. Mientras hacen desaparecer el Prodi, el subsidio final de 420 euros al mes durante seis meses, consiguen que el BCE admita comprar emisiones de deuda pública española destinada a financiar y sanear las enladrilladas cuentas de las llamadas entidades de crédito.
De esta forma evitan el tener que reconocer la realidad de la situación económica y financiera de las cuentas privadas de bancos y grandes empresas, alejando nominalmente de ellos el término más odiado por nuestros poderosos, el baldón que internacionalmente les calificaría, intervención.
No hace mucho decía Aznar que España estaba intervenida, y aunque coincidir con él me “j.de” lo que no está escrito, tengo que afirmar en honor a mi verdad que es rigurosamente cierto. España, de forma encubierta, está intervenida por el FMI, por el BCE y cada día más por el Partido Comunista de la Republica Popular China que es el máximo comprador de nuestras emisiones de deuda. Díganme si no es así.
Grecia e Irlanda fueron obligadas a tomar cantidades relevantes del fondo de rescate creado por el BCE y el FMI con el único objeto de reforzar y sostener a sus bancos privados. Al mismo tiempo ambos países fueron forzados a iniciar una serie de recortes en sus presupuestos publicos exclusivamente centrados en prestaciones sociales. Por nuestro lado y dado que el volumen del problema de la economía privada española es de tal calibre que pudiera afectar a la estabilidad del euro en el caso de tener que acudir al fondo de rescate, - se habla de más de un billón de euros lo que la banca privada española debe a bancos extranjeros-, se ha acordado en la oscuridad de despachos europeos que el BCE junto a otros poderes financieros internacionales, comprarán deuda pública española para que el actual gobierno la destine a financiar el pago de la deuda privada que con esos mismos prestamistas tienen bancos y cajas privados españoles.
Si Irlanda nacionalizó sus bancos privados para tras inyectarles dinero procedente del fondo de rescate devolverlos gratis et amore a sus antiguos e ineptos dueños, cuéntenme cual es la diferencia existente entre la situación de Irlanda y la que para después de las elecciones de mayo va a acometer el gobierno de Zp.
Si a Zp le están halagando el oído los políticos de derechas de los dos países a los que los bancos españoles más dinero deben, si las reformas que Zp y sus mariachis están imponiendo a los trabajadores españoles responden a exigencias de ese mismo capital internacional, si el dinero que reciben los bancos y cajas privados españoles procede, vía gobierno zapaterista, del BCE y no del fondo de rescate y ya se anuncia la recapitalización de bancos y cajas con su posterior reprivatización, hay que concluir que, mal que nos pese, ni Aznar ni un servidor de Vds., en este caso, mienten.
Finalmente, y como prueba del algodón, califiquen lo que está pasando teniendo en cuenta que al atraco anterior tratan de ocultarlo tras una tirita en forma de nuevo subsidio de 350 euros al mes para los parados que hayan agotado todas las prestaciones y durante el tiempo que dure la dotación presupuestaria que a tal fin se ha habilitado en el presupuesto del misterio de trabajo. Cantidad que nadie conoce pero que sobre la cual yo apuesto que durará como mucho hasta el día 23 de mayo.
Y es que, Sras. y Sres., la política y la banca, o sea, Ejpaña, su Ejpaña intervenida, son así. Mientras, la prensa “libre” centrada en la ola de frio, en los Goya y los
Oscar.

lunes, 24 de enero de 2011

LA ARRUGA ES, O YA NO ES BELLA

De hacer caso a Rubalcaba lo último que debe hacer un militante del Psoe es arrugarse. Ni ante la bajada de sueldo si es funcionario, ni ante la subida de impuestos indirectos, ni ante la carestía de los productos sometidos a autorización administrativa como son los de gasolinas y electricidad. No cabe arrugarse ante la bajada de las pensiones, ya que para cuando el planchado militante llegue, si es que llega a la nueva edad de jubilación, las arrugas le habrán invadido; claro que para entonces todos calvos y arrugados.
Tampoco cabe arrugarse ante las nuevas formulas de contratación ya que respecto a derechos laborales son papel arrugado, y si uno de esos militantes es joven y suficientemente preparado no le está permitido arrugarse ante la oferta de trabajo de la Merkel, ya que el alemán es como el italiano o el francés, facilito y parecido al castellano, pero es que además muchos de sus abuelos, sabios y previsores, aun conservan la maleta de madera atada con cuerdas que en los sesenta usaron para emigrar y evitar hambre y opresión.
Lo que no ha dicho el nuevo conde de Romanones, es que deben permanecer no ya arrugados, sino silentes y desaparecidos si a algunos de esos militantes les da por preguntarse sobre qué derechos sociales podrá eliminar o reformar el PP que no hayan sido jibarizados por el zapaterismo. O si alguno de ellos se plantea demandar explicación sobre cómo es posible que habiendo superávits en la seguridad social y déficits en las cuentas de las administraciones públicas se bajen las pensiones a los trabajadores y las cuotas patronales y los impuestos a los que más tienen.
Esos tersos militantes que el presunto candidato quiere, nada deben plantearse sobre la privatización de las cajas de ahorro que en breve serán regaladas a los que antaño iban a pagar los costes de la crisis, los bancos de aquí y de allí, los mismos que a los zapateristas les aseguran el futuro cuando esos mismos militantes, arrugadísimos tras el desastre electoral, comprueben que estos zapareristas siguen engordando económicamente vestidos por uno de los más fieles seguidores de Díaz Ferrán, Adolfo Domínguez, el de la arruga es bella.

Con esta arenga pudiera suceder que las tornas se les volvieran lanzas y tan tersos como decididos, los militantes socialistas, -si es queda alguno en el Psoe-, se comieran con patatas a los doberman que estan comenzando a sacar los arrugados zapateristas y regalasen al lobo de este pastor mentiroso las famelicas ovejas que apacentan los progresistas de lo suyo.

sábado, 22 de enero de 2011

LAS GALLINAS DEL CESAR

Hasta en una semana de huelga bloguera me ha caido tanto granizo político, que vuelvo descalabrado a pesar de no haber visto ni una sola nube.
Vuelvo lesionado por la desvergüenza creciente de los ya derrotados “regresistas”, que en sus prisas por hacer caja llegan a recomendar que la “gente” se aproveche de los banqueros enladrillados y compre, a precios de “saldo botinero”, los pisos que no pudieron comprar cuando tenían trabajo.
Vuelvo atragantado por la desfachatez de los mercachifles sindicales y gubernativos que pretenden que nos traguemos sus ruedas de molino radiactivas adobadas con el ricino de la reforma de las pensiones, y hoy, sin descanso alguno, me desayuno con una “noticia” que me trae a la memoria aquello del examen de latín en el que no sé si un posible aspirante a clérigo tradujo la frase propuesta por…..“Las gallinas del césar murieron por falta de salud”.
Pues tal que gallinas, los supuestos gladiadores autonómicos han saludado a Zp y, dando su visto bueno a los ucases del nerón leones, han gritado, supongo que con fanática convicción, ¡Ave, Caesar morituri te salutant!. Así que en mayo……entierros colectivos de zapateristas.

sábado, 15 de enero de 2011

HACIA EL PRECIPICIO

Si lo que está sucediendo en esta finca de las autonomías y lo que aseguran que pasará en el inmediato futuro se diese en la aldea gala de Asterix y Obelix, todos sus habitantes afirmarían que lo que más temían se estaba produciendo, que el cielo se les caía encima y ni Tutatis podría detenerlo.
Pues así estamos nosotros, con la muy sustancial diferencia que nosotros no nos oponemos a ninguno de los “romanos” invasores que nos asedian y que, para nuestra desgracia, la pócima anti Zp se llama Rajoy.
Que el cielo se nos cae encima es tan seguro como que tras el día viene la noche, y aunque dicen que hay que prepararse para la llegada de violentos extraterrestres y de la subida del nivel del mar por el cambio climático, para lo que debemos prepararnos, pero ya mismo, es para el trágala que en muy pocos días nos van a hacer deglutir cuales gansos a los que a la fuerza engordan el hígado para obtener, tras retorcerles el gaznate, su rico foie.
Y como gansos somos, pues que por tal nos tienen y nada les oponemos, nos van a descargar un acuerdo político-social-económico extorsionador revestido de la “legitimidad” que los firmantes se atribuyen a ellos mismos.
Se están contuberniando todos los poderosos organizados en esta dictadura del dinero en contra de los exiguos derechos que aun restan a los trabajadores de este país, y lo están haciendo a fin de dotarse con un solidario dique de clase dirigente que trate de impedir las revueltas sociales que, más temprano que tarde, su desvergüenza y sus ambiciones insolidarias están provocando.
No es de recibo para la inmensa mayoría de los españoles que la clase política, la empresarial y la sindical, amparados todos ellos por el poder del dinero, por el capitalismo nacional, se conciten para disminuir los derechos de los trabajadores, para incrementar el malestar social, para consolidar y aumentar las diferencias entre sectores sociales ya de por si distanciados en fortuna y calidad de vida.
El problema actual, la degradación del sistema de convivencia democrático generado por el comportamiento irresponsable y miope de todos los actores políticos, económicos y sindicales, pudiera verse ridiculizado y pasar a un segundo plano cuando tras nuevas vueltas a la tuerca que aprisionarán en la miseria y en la injusticia a millones de españoles, estos reaccionasen de la única manera que en la historia de España han reaccionado los oprimidos, con violencia.
No existen antecedentes históricos en los que el pueblo, ante situaciones de abuso de los poderosos, haya conseguido que sus opresores razonasen y se aviniesen a renunciar a sus imposiciones. Siempre la revuelta popular, la violencia, ha sido, por desgracia, el único método con el que el pueblo ha conseguido detener la explotación de los que siempre se han dicho ser los que velaban por los intereses generales.
De las reuniones que están manteniendo los amos de la política, los dueños del trabajo y del dinero y los ilegítimos detentadores de la representación de los trabajadores se va a derivar una cortina de humo que pudiera envolver y atufar las neuronas de muchos ciudadanos al presentarse como un equilibrado consenso entre los intereses de unos y los de otros. Y esta es para mí la clave que hay que desmenuzar.
¿Son diferentes y contrapuestos los intereses de la clase política, la económica y la sindical? Mi respuesta es tajante. No solo no son diferentes los intereses que les mueven, es que son complementarios, si no plenamente coincidentes. Veamos.
¿Cuál es el interés de la clase política española, con honrosas excepciones? En el Psoe, la necesidad absolutamente imperiosa, es intentar recuperar o al menos detener la sangría de credibilidad y de votos que de no cesar, les llevaría a la inoperatividad política. Es por ello que necesita que el conjunto de medidas absolutamente retrogradas que quieren aplicarnos sean de alguna forma avaladas por el resto de sus colegas y así poder vender a sus mesnadas que todos coinciden en el diagnostico de su enfermedad y en la medicación que para curársela hemos de tomar nosotros.
En el PP, en la seguridad de poder gobernar en algo menos de año y medio se está imponiendo la conveniencia de apoyar sin mucho protagonismo aquellas medidas que saben que tendrán que seguir aplicando ya que son las que su genética y sus correligionarios europeos les exigen. Así, sumados a esta ofensiva general contra los trabajadores, nadie estará legitimado para sin demagogia acusarles cuando gobiernen de ser lo que hoy son en cuestiones económicas, sociales y laborales el Psoe y los sindicatos.
En resumen, aun con razones distintas, Psoe y PP coinciden plenamente en solo defender sus intereses partidarios cuando de lo que ha de defenderse son los intereses de los ciudadanos.
Paso por alto el analizar los intereses de capital, de la patronal, ya que esos intereses, por conocidos e inmutables, vienen a demostrar por si mismos que si el capital por mano de la patronal se suma a algún acuerdo, es porque se aseguran incrementar alguna forma de ganancia gremial, sea dinero, poder o como viene sucediendo desde tiempo inmemorial, capacidad de sometimiento sobre los trabajadores.
De los sindicatos solo cabe decir lo que en alguna otra ocasión he mantenido, que debieran ser y no son el baluarte que detenga los ataques de los poderosos.
Siendo imprescindibles en toda democracia, los sindicatos, o por tratar de ser justo, su clase dirigente se han transmutado en equivalentes actores de los que debieran ser sus adversarios, y junto a ellos comparten y exhiben su poder.
Al igual que los partidos políticos han llegado al extremo de establecer sus estrategias en función de los intereses de sus dirigentes o en el mejor de los casos de su organización, y al igual que los que negocian en la Carrera de San Jerónimo, los sindicatos en su diario quehacer solo buscan justificaciones que les permitan salvar la cara y así continuar en sus cómodas “baratarias” sindicales. Son sabedores de su dependencia económica de gobiernos y patronal, y tienen pavor a toda acción reivindicativa que pudiera poner en peligro la financiación de sus estructuras organizativas y de los miles de empleos de sus más acérrimos soportes internos.
Su desprestigio ha llegado a tal punto que tan solo osan realizar representaciones puntuales de su existencia si previamente y bajo cuerda, las han pactado con los otros poderes, y, lógicamente, en su logica resistencialista, ocultan y silencian a quienes en su seno, pocos y represaliados, osan recordar la razón de ser de los sindicatos de clase, la defensa de los trabajadores, que no el trocar derechos laborales por estabilidad y el bienestar de sus organizaciones.
De no equivocarme se nos aproxima un nuevo engaño masivo que solo producirá mas distancia hacia la política, mas rencor hacia los mal llamados emprendedores y la desestabilización de los sindicatos que, regidos por cobardes, están facilitando que el último reducto de defensa de los trabajadores se haya convertido en otro cómplice mas de los intereses del capital.

jueves, 13 de enero de 2011

EL JARRON CHINO Y EL CONFERENCIANTE

Como lo de la corrupción en esta finca es tan frecuente que ya a nadie escandaliza, hoy me voy a tomar a la ligera los dos últimos casos de desvergüenza nacional. Dos casos idénticos ya que de idéntica desvergüenza se trata.
Cronológicamente primero fue el huevo de Felipe y más tarde la gallina de Aznar. Para que se entienda, primero fue González el que privatizó Gas Madrid y toda la red de distribución canalizada de gas propiedad de Repsol poniéndolas en manos de La Caixa, quien a su vez era propietaria, como ahora de Gas Natural.
Manteniendo esa primogenitura la semana pasada se supo de la contratación por parte de la gasista-eléctrica-bancaria catalana del jarrón chino que en forma de expresidente del gobierno marcaba el camino a su sucesor en compatibilizar su pensión extraordinaria de la seguridad social, más de ochenta mil euros al año, -y recuérdese que la pensión de jubilación media de los trabajadores españoles está en torno a los 11 mil euros al año-, con una retribución por asesorar a sus nuevos patronos y viejos favorecidos que ahora le retribuyen con 120 mil euritos mas.
El “Jacob” de esta saga, el insufrible Aznar, el patriota de Famatella, tras sus trabajos como conferenciante internacional a 20 mil euros la hora, su entregado asesoramiento a “ciudadano Kane”, Robert Murdoch, su nominita como consejero de Estado y, -off course- su pensión de expresidente, dos pagas publicas que al resto están vetadas y más si se tiene actividad laboral alguna, don Jose Mari de los Abdominales se ha apuntado a pillar 180 mil euros al año de una eléctrica que privatizó, Endesa.
En un caso y en otro, tanto Felipe como Ansar, tienen o han tenido peones de brega en ambas empresas que, conseguidores especializados, han facilitado la llegada de estas propinas a los bolsillos de aquellos que antaño los protegieron e impulsaron en sus carreras políticas y económicas, privatizando el patrimonio de todos los españoles a mayor gloria de su propio futuro.
Nada voy a decir sobre Narcís Serra. Nada se puede añadir a su devenir económico. Pero si relataré solo una “anécdota” del primer presidente pepero de Endesa, el muy reverenciado turolense e ilustrísimo economista, el diputado dimisionario don Manuel Pizarro.
Siendo presidente por designación aznarita de la malbaratada en su privatización Empresa Nacional de Electricidad S.A. que tal significan las siglas ENDESA, don Manuel Pizarro creyente de los de cilicio en pierna ajena y confesión diaria con su bróker, demostró, como presidente de Endesa, su apego a la santa madre iglesia católica, apostólica y romana con aportaciones y detalles tan llamativos como los que ilustran estas letras.
Esas fotografías están tomadas en el atrio de la iglesia llamada, nada más y nada menos que parroquia de María Virgen y Madre. En ellas se puede comprobar cuan justificada esta la subida de la luz a causa de los dispendios ideológicos del Sr. Pizarro, dispendios que a buen seguro el hombrecillo insufrible, el héroe de Perejil y de las Azores, restituirá a la empresa de su amigo Berlusconi.
Pinchen en la imagen y créanse lo que leen. En caso contrario acérquense por la Avda. del Machu Pichu a la altura del nº 53 y comprueben por si mismos que tanto la imagen de la placa y la campana de la parroquia fueron gentilmente donadas por la eléctrica que ahora nos saquea sin distinción alguna a feligreses y descreídos. Eso es igualdad y no la zapateril
.

martes, 11 de enero de 2011

CHALANEANDO

Que son malos tiempos los que corren para la lírica es más que evidente y cuando hay que subrayar lo obvio pocas dudas deberían caber.
Ayer me ocupaba en subrayar la evidente falta de legitimidad de los sindicatos como representantes de los pensionistas en la negociación que sobre la rebaja de las pensiones están manteniendo con el gobierno de Zp. Son sus acciones pasadas y no mis opiniones las que los descalifican.
De pasada mencioné el primer cebo que en un primer momento todos nos tragamos cuando en el sedal del liberalismo felipista se aceptó la conveniencia de separar las fuentes de financiación del sistema de protección social y más específicamente del sistema de pensiones públicas. Consistió en determinar qué pensiones y bajo qué condiciones y circunstancias eran atendidas económicamente con fondos de la propia seguridad social y qué otras pensiones habrían de ser pagadas con fondos provenientes de los presupuestos generales del estado.
Confieso que entonces no alcancé a valorar lo que se ocultaba en esa maniobra y que solo cuando se combinaron dos hechos, la lentitud del proceso de separación efectiva y el comienzo de las campañas de amedrentamiento de los trabajadores con las que se ponía en supuesto peligro el futuro del sistema, fue cuando comprendí qué pretendían con eso de la separación de las fuentes de financiación.
Pretendían, y han conseguido, inculcar en el consciente colectivo que si se vislumbrase, real o de forma imaginaría, un futuro incierto del sistema de financiación de pensiones público, al haberse determinado que las pensiones contributivas las ha de pagar la Seguridad social con sus propios fondos, no quedaría otra opción que rebajarlas y/o, quien pudiera, complementarlas con pensiones privadas, ya que en sí misma, la separación de las fuentes de financiación suponía la exención de la responsabilidad solidaria del Estado que hasta entonces había venido teniendo con su propio sistema de protección social, responsabilidad que obligaba, como no podía ser de otra forma, a aportar los fondos necesarios a la seguridad social para que esta hiciese frente a sus gastos.
Ni que decir tiene que la historia económica y financiera de la seguridad social es una sucesión de ejercicios económicos deficitarios solo nivelados por las aportaciones del Estado. Hoy, aun con esta reciente realidad, nadie osa recuperar la lógica económica y financiera que tenía el sistema, y fundamentalmente por dos razones. La primera, que los que conmigo o yo con ellos, picamos el cebo felipista no tienen la gallardía de reconocer su error y reclamar para lo público lo que en privado se practica, la responsabilidad solidaria en la consecución de un objetivo común, el bienestar colectivo, ya que no otra cosa ha de ser fin primordial, si no único fin de la acción de todo gobierno. Y la segunda, que a la vista del maginifico negocio, -expuesto de nuevo ayer-, que estan haciendo con los últimos superavits de las cuentas de la S. Social, superavits de los que todos disfrutan, todos han puesto en común aquello de no matar a la gallina de esos huevos de oro.
Así las cosas, en la actual negociación nadie se plantea recuperar lo perdido. La anemia sindical derivada de su permanente huelga de acción reivindicativa y de su monocultivo del pragmatismo sindical han llevado a las organizaciones que debieran ser la vanguardia de los trabajadores a tal punto de laxitud que solo parecen buscar justificaciones que les permitan salvar la cara y los sillones de los adocenados dirigentes sindicales.
Esa búsqueda de justificaciones es la que les está llevando a la práctica de maniobras tan chuscas como la de representar a los pensionistas, presentes o futuros, cuando ni tan siquiera son capaces de representar decentemente a los trabajadores en activo que es, o debiera ser, su ámbito natural de actuación.
Los sindicatos, en su degenerada necesidad de combinar legitimación e ingresos, han decidido que en vez de rechazar la agresiva posición del zapaterismo sobre el futuro de las pensiones, han ofertado ocultar su abdicación ante el poder político y ante el capital en un más amplio pacto social al que se sumarán los empresarios. Así, disfrazando de “pactos de la Moncloa 2” lo que solo será ataque y reducción de derechos de los trabajadores y pensionistas, los enemigos de los trabajadores, todos ellos, nos dirán en unos días que en su esfuerzo y sacrificio han demostrado su gran sentido de la responsabilidad, cediendo todos ante sus respectivos oponentes a fin de conseguir que la estabilidad y el progreso tengan firmes soportes de cara al futuro.
Mientras, el paro seguirá subiendo, la capacidad adquisitiva de prestaciones sociales y salarios, bajando, extendiéndose la inseguridad y la miseria, emigrando la generación mejor preparada y creciendo la animadversión ciudadana a un sistema pseudo-democratico corrompido en el que nadie cumple con su obligación.
Si hace algo más de un mes se hizo el primer ensayo de descapitalización de la banca europea con gran nerviosismo por parte del capitalismo mundial, hoy y aquí es necesario descabezar a la casta dirigente sindical que amarrada a los privilegios de sus cargos, lleva décadas renunciando a ejercer el papel constitucional que corresponde a los sindicatos de clase. Son las dos únicas armas con las que contamos los trabajadores, nuestras cuentas corrientes y unos sindicatos que hay que regenerar si no queremos que el “palote” del siglo XXI se sitúe delante de las dos X.

Ruego a mis lectores que sean creyentes que pidan al cielo que me equivoque. Mas que nada por aquello de tener la "fiesta" en paz.

lunes, 10 de enero de 2011

NEGOCIANDO

Hay dos acepciones del verbo negociar que el diccionario de la RAEL define de las siguientes maneras, acepción nº 3, “Tratar y comerciar, comprando y vendiendo o cambiando géneros, mercancías o valores para aumentar el caudal” y acepción nº 4, “Tratar asuntos públicos o privados procurando su mejor logro”. Todos sabemos que sindicatos y gobierno llevan reunidos más de tres días en maratonianas sesiones, en las que se negocia la reforma del sistema de pensiones público. Igualmente todos sabemos que cuando se negocia sobre algún tema se han de dar al menos dos condiciones, en cada una de las partes enfrentadas, una, ser titular legítimo del bien o derecho sobre el que se negocia, y dos, partir de la predisposición de ceder, en parte o en todo, en pro de un acuerdo que a todos beneficie.
Si como muestra de buena disposición aceptamos que ambas partes comulgan con la acepción nº 4 del diccionario de la RAEL y negocian sobre asuntos publicos procurando su mejor logro, hemos de analizar si gobierno y sindicatos son titulares legítimos del bien social que son las pensiones públicas, y, desde la perspectiva que aporta el pasado reciente, hay que concluir que ni unos ni otros son titulares, ni tan siquiera legítimos representantes de los derechos de los trabajadores y pensionistas.
En el pasado reciente tanto el gobierno como los sindicatos se han distinguido por consentir y silenciar el continuo ataque que el sistema de la seguridad social ha venido soportando. Ha sido un ataque silencioso que ha consistido primero en aparentar como necesario e imprescindible la separación de las fuentes de financiación del sistema, determinar que se pagaba con ingresos procedentes de la fiscalidad general y qué otros gastos se financiaban exclusivamente con ingresos de la propia seguridad social.
Así, aprovechando un tiempo en el que los superávits eran crecientes generaron una formula tan engañosa como perecedera. Crearon el fondo de reserva de la seguridad social el cual se dotaba con fondos procedentes de los superávits anuales y procedieron a vocear con el apoyo de sus medios de convicción la maravillosa idea, la idea que demostraba cuanto se ocupaban por el futuro de nuestras pensiones.
Lo que silenciaban es que habían convenido todos, PP, el padre de la idea, Psoe y sindicatos, la formula por la cual al cabo de diez años más de ciento catorce mil millones de euros han pasado de las manos de la seguridad social a las manos de los respectivos gobiernos que en esta década han atracado a los trabajadores españoles.
De los ciento catorce mil millones de euros solo sesenta y dos mil fueron destinados al fondo de reserva, por lo que el resto, cincuenta y dos mil millones han acabado, probablemente en eso que ahora llaman dotación para el ejercicio de las políticas económicas discrecionales del gobierno, o sea, vaya usted a saber en manos de qué banqueros y cajeros han terminado esos dineros que eran de los trabajadores españoles.
Pero no quedó ahí el atraco, los sesenta y dos mil millones de euros que teóricamente están en el fondo de reserva se han ido realmente a financiar otros gastos de los presupuestos generales del estado ya que más del noventa por ciento de esos fondos hoy día son papelitos, llámense, letras, bonos u obligaciones del estado español, deuda pública española y el resto se ha invertido en deuda extranjera. En resumen que si hiciese falta dinero para pagar pensiones el gobierno tendría que vender aprisa y corriendo esos “papelitos” o emitir otros para que la seguridad social pudiera hacer frente a sus obligaciones.
¿Qué han aprendido los negociadores de este atraco continuado? Muchas cosas. Que la seguridad social española es la empresa de más y mejores rendimientos económicos, incluso en época de crisis como la actual en la que supera los beneficios de los cuatro grandes de la banca española. Han aprendido que si en época de crisis la S. Social sigue dando beneficios, con bajar las pensiones,- y no otra cosa es ampliar el periodo de cálculo de la base reguladora y ampliar la edad laboral-, los superávits crecerán y con ello sus disponibilidades. Y finalmente han aprendido que aprovechando la crisis se puede atemorizar a una sociedad desestructurada y a una clase trabajadora dividida e insolidaria que temerosa por su futuro debe orientar sus ahorros a “planes de pensiones” privados que realmente son ahorro a largo plazo tan mal retribuido que son los únicos planes de pensiones que en el mundo pierden valor y que además son maltratados fiscalmente cuando son rescatados.
Si todo esto ha venido y viene sucediendo con la mayor naturalidad, hasta el punto de no ser puesto en cuestión por nadie, ni en el campo político ni en el sindical, y otros datos, como es la evolución a la baja de los tipos aplicados a las cotizaciones de las empresas, avalan lo sistemático y compartido del ataque al sistema de protección social español, la legitimidad de los negociadores brilla por su ausencia ya que es más que evidente que ninguna de las partes, en este asunto público, está procurando su mejor logro.
Y si ninguna de las partes, por sus hechos, está legitimada para negociar y alcanzar el mejor logro que, por ser público, a todos beneficie, cualquier cesión ahondará en el mismo sentido sus saqueadoras actuaciones precedentes.
Con todo ello es más que evidente que los que gobierno y sindicatos están haciendo es tratar y comerciar, comprando y vendiendo o cambiando géneros, mercancías o valores para aumentar el caudal, y ante esta realidad los trabajadores españoles han de preguntarse lo siguiente, ¿Hasta qué punto hay que llegar para que cese el ataque a nuestros derechos? ¿Tiene límites la desvergüenza de unos y la avaricia de otros? ¿Qué no estamos dispuestos a perder?

jueves, 6 de enero de 2011

NO NOS SIRVE

Estoy absolutamente seguro que entre mis lectores no se encuentra miembro alguno de la casa real española, pero no diría lo mismo cuando tras subir lo que sigue a este blog, quizás mañana, de madrugada, alguien llame a mi puerta y no sea precisamente el lechero. Pero vayamos por partes.
Nunca jamás he entrado en la disquisición Monarquía vs. Republica, y nunca lo he hecho ya que ambas formas de representación máxima de la nación no tienen por sí mismas más legitimidad democrática que la que sus hechos les pudieran conferir.
No concibo una monarquía “popular”, al igual que no soy capaz de entender a las muchas republicas capitalistas existentes, ya que en ambos casos se unen términos contradictorios y por lo tanto de imposible convivencia perdurable.
Salvo en los lejanos tiempos en que nacían los reinos, las naciones, las democracias y el sentido colectivo de la ciudadanía, nunca monarquía alguna ha servido al pueblo, ni republica volcada hacia sus ciudadanos ha pervivido un minuto más de lo que los poderosos han consentido.
Hoy, en la actual dictadura del dinero, no es posible una monarquía cívica ni una republica popular, pero dado que de lo que disfrutamos en España es una prolongación de un sistema monárquico tan anacrónico como inútil a efectos de la ciudadanía, es a esta forma de estado a la que hay que analizar.
En tiempos de bonanza económica, laboral y social, hay que aceptar que pudiera ser indiferente la forma que adoptase la jefatura del estado, y en esas precisas circunstancias, resulta tan anodino como intrascendente que en la más alta representación del país esté un rey o un presidente de la republica; pero cuando como en estos tiempos, la situación económica impuesta por los poderosos extiende malestar, inseguridad, pobreza y restricción de los nacientes derechos ciudadanos, estos, los ciudadanos, podemos y debemos volver la vista hacia quien pudiera o debiera ser la última instancia protectora de la libertad, de la igualdad y de la justicia, el jefe del estado.
Deténganse queridos lectores en este punto y jueguen a situar, mentalmente y de forma alternativa, en el sillón de la jefatura del estado al actual monarca o al presidente de la republica española que, surgido de cualquiera de los actuales partidos políticos, mas les cuadre a sus deseos. Una vez puestas las caras a esas dos alternativas contéstense a la siguiente pregunta. En caso de que tanto uno como otro de sus jefes de estado así lo desease, ¿creen Vds. posible que el sistema permitiese tanto al monarca como al imaginario presidente de la republica española intervenir para modificar las condiciones de explotación laboral, salarial, fiscal, política, informativa y de reducción de derechos constitucionales que los trabajadores en España estamos sufriendo?
Estoy seguro que la respuesta ha de ser necesariamente no y que solo los que deseen confundir deseos con realidad se contestarían de otra forma.
Hoy no cabe añorar la 2ª republica española por una simple y sencilla razón. Hoy la ciudadanía española y especialmente la clase trabajadora no anhela la libertad, la igualdad y la justicia que antaño llevaron al pueblo español a luchar por sus derechos expulsando a una monarquía cuyo matrimonio con los poderes económicos, militares y eclesiásticos la había deslegitimado.
Por esto es por lo que hoy, igual que ayer, la monarquía, en su limitado papel constitucional, se ha acomodado al sistema que la nutre, que le asegura su familiar futuro, que la mima y dota de privilegios y bienes procedentes de los plutócratas y que así la distancia cada día mas y mas de la realidad de un pueblo que se está quedando sin recursos civilizados que puedan variar el rumbo de su provocada y provechosa desgracia.
Hoy cuando la crisis social y laboral, y sus asociadas la miseria y la inseguridad, devoran sin pausa a cada vez mas ciudadanos, la monarquía solo atiende los mensajes y los consejos de los poderosos. No cabe hablar sobre la comunicación corona-representantes del pueblo ya que es evidente que estos, los llamados representantes del pueblo, dejaron de serlo cuando trocaron esa representación por la de aquellos otros que más y mejor les retribuyen. No cabe escudarse en el acertado pero exiguo papel que la constitución reserva al monarca ya que el art. 56.1 de la constitución le atribuye poderes para arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones, por lo que no cabe justificación alguna que como resultado final permita y mantenga la situación de malestar social que el pueblo español y especialmente la clase trabajadora soporta mientras que los jerarcas de este régimen siguen disfrutando de una vida tan muelle como regalada.
Y puesto que tanto me da rey que presidente de republica cívicamente autistas, me temo que hoy, la monarquía, con otros matices, ya que otras son las circunstancias, está andando por el mismo camino que antaño anduvo el abuelo del actual jefe del estado.
Es por todo lo anterior que puesto que tanto el gobierno como la oposición y todos y cada uno de los partidos políticos trabajan solo en su propio beneficio al igual que el resto de las instituciones del estado, la primera de ellas, la actitud de la corona, de no rectificar su adánica, distante e indiferente postura hacia los explotados, me permite afirmar, ya sea solo o con compañía, que el rey, a día de hoy, a los trabajadores españoles no nos sirve.
Mas como lo valiente, (o temerario, ya veremos), no ha de quitar lo cortés.....felicidades, Juan Carlos.

lunes, 3 de enero de 2011

ERRE QUE ERRE

Siempre he despreciado esa aparente obligación por la que al año nuevo ha de corresponderle una nueva y, se supone que, mejor vida nueva. Y lo he despreciado por dos razones, una, la componente clericaloide de la que se desprendía, y dos, por la constatada realidad de que aquellos que mas incidían en tan angelical propósito eran los que a lo largo del año mas se destacaban en llevar y aplicar a los demás su antigua y abusiva vida.
Viene lo anterior a cuento ya que me he hecho el propósito de, en este año, quizás el último del zapaterismo, modular, que no abolir, mis denuncias sobre los hechos de los cadavéricos progresistas. Y no por una mal entendida conmiseración hacia estos finados, sino por entender que con la desaparición del zapaterismo ni tan siquiera se comenzará el camino que colectivamente nos lleve a la verdadera democracia que la constitución contempla.
Puesto que entiendo que con el entierro del zapaterismo solo se abrirá la oportunidad, ligera y lejana, de que alguien en el Psoe recupere sus señas de identidad e inicie el largo camino de regeneración socialista y de recuperación de la credibilidad ciudadana que estos pre-fiambres han pisoteado, es imprescindible hacer hincapié en la denuncia de las graves heridas que la dictadura del capital y la degeneración de la clase política están causando al sistema democrático.
Hay quien se siente cómodo en el actual estado de cosas de la democracia española. Son aquellos, efectivamente acomodados a los privilegios del sistema, o bien aquellos otros que de su obcecación partidaria se retroalimentan tanto de su propio odio al supuesto adversario como de su voluntaria ceguera e incapacidad analítica.
De cara al futuro más o menos inmediato es necesario constatar la debilidad del sistema democrático español, y no tanto por la fuerza y extensión de los enemigos de la democracia que en progresión geométrica multiplican sus denuncias con el único propósito de enterrarla, que también, como por la necesidad de una profunda regeneración social que sea capaz de llevar a la convicción de las clases dependientes que el mal funcionamiento de la democracia española no puede ni debe ser sustituido por la anulación del sistema sino por la derrota de los que han provocado de forma interesada esa atrofia democrática.
El futuro de este país, el trabajo de los que creemos en el ciudadano político, aquel que participando o no directamente en la política, se interesa por ella y conforma opinión colectiva de manera libre y autónoma, ese futuro pasa ineludiblemente por la persistente denuncia de las carencias y amputaciones democráticas que hoy soportamos los españoles.
De esta convicción es de la que en lo sucesivo se ocupará preferentemente este blog. Repasaré todos y cada uno de los ámbitos institucionales, públicos y privados, que desde mi personal e intransferible punto de vista inciden e influyen negativamente en la degeneración del sistema. Con nombres y apellidos, siempre que pueda, denunciaré los intereses privados que se imponen a los colectivos, a los generales, a los de la ciudadanía. Señalaré el deshacer de aquellos que ufanándose de construir solo derruyen poco a poco las bases de la democracia, al tiempo que, como hoy con sus demandas de denuncias anónimas, arrojan sal en los ámbitos ciudadanos en los que pudieran sembrarse nuevas simientes de libertad e igualdad.
Tengo para este fin el mejor de los guiones y a él me voy a atener. Es el que escribieron unos ciudadanos imbuidos de la ilusión que como pueblo teníamos allá por el 1978, la arrinconada y por muchos odiada Constitución Española de 1978.