jueves, 27 de enero de 2011

LOS FUSILAMIENTOS DE LA MONCLOA 2011


Cuando anoche se anticipó el principio de acuerdo entre zapateristas y los comisionistas sindicales, comencé a estructurar el post de hoy pensando en ridiculizarlo, en frivolizarlo, pero cuando por la mañana de hoy, ese principio de acuerdo al que descaradamente llaman pacto social, ha ido mostrando algunas más de las muchas caras que su macabra identidad acabará teniendo, mis temores, mis exagerados temores a decir de algunos, no solo se han visto confirmados sino que han sido superados cual realidad cruel que siempre se impone a la más descabellada ficción.
Nos tenían con nuestra atención centrada en la “reforma” de la edad de jubilación a los 67 en vez de a los 65 y con nocturnidad, alevosía y “monclovismo” a los trabajadores españoles, sus sindicatos de clase les han clavado en la espalda el tener que trabajar hasta los sesenta y cinco pero teniendo que haber cotizado treinta y ocho y medio, y no treinta y cinco años para tener derecho al cien por cien de la pensión que a cada cual le corresponda.
No satisfechos con esta traición han ido a más y si antes cualquier trabajador con treinta y cinco años cotizados tenía derecho a jubilarse a los 61 años perdiendo ocho puntos porcentuales por cada año anticipado, ahora no podrá hacerlo hasta los sesenta y tres perdiendo aun no se sabe si ese mismo ocho por ciento anual.
Como aun sus sacas de atracadores no estaban ni estarán nunca repletas, van a ampliar el periodo de cálculo de la base reguladora de 15 a veinticinco años. Nada más y nada menos que dos terceras partes más del periodo anterior, con la consiguiente pérdida de cuantía de todas y cada una de las futuras pensiones.
En una época de paro obrero como jamás en la historia se ha dado en España, y menos aun en supuesta democracia, se reducen los derechos, las pensiones, los salarios de los trabajadores y todos hablan de pacto social. ¿Pero es que estamos locos? ¿O es que el único loco soy yo?. ¿Nadie ve que se están poniendo las bases para que los actuales conatos de revoluciones dejen de serlo y los asaltos a las bastillas gubernativas, financieras, empresariales y sindicales se coordinen a nivel mundial en un salto al vacío que solo puede traer en primera instancia dolor y muerte?
Tenía preparados varios post sobre los temas constitucionales que el 1 de enero anuncié, las funciones de los gobiernos y sus actuaciones reales, la dependencia política y económica del tribunal constitucional, la concepción reaccionaria del sistema judicial español, la ineptitud del defensor del pueblo y de la fiscalía como instituciones al servicio de los ciudadanos, y alguno que otro más sobre alternativas políticas, económicas y sociales. Todos ellos, al igual que las pensiones van a ser objeto de “congelación” ya que hoy considero prioritario, no tanto criticar y poner de relieve los atracos y mentiras de los protagonistas de este sistema de opresión de apariencia democrática, cuanto cooperar a hundirle.
Sé que esto es una ruptura. Sé que es radical tal posicionamiento. Pero ni yo, ni los que cada día incrementamos la nomina de atacados, hemos sido los que han dado comienzo a la nueva era de confrontación social a la que nos están llevando. Sé que esta nueva guerra me pilla mayor, pero no voy a desperdiciar esta otra ocasión de, junto a otros muchos “trasnochados”, jóvenes o viejos, luchar por el futuro de los nuestros.
Sé que habrá batallas que perderemos, pero a largo plazo y mientras en la genética de la raza humana sigan habitando anhelos de libertad, de justicia y de igualdad, esta nueva guerra contra la opresión, como las anteriores, la ganaremos.
Yo, hoy, me declaro en guerra contra todos los que defiendan este sistema de explotación social.

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