martes, 5 de febrero de 2013

LA REPUBLICA SOMOS NOSOTROS

Vi anoche por enésima vez "Los miserables", atemporal relato que en defensa de los oprimidos Víctor Hugo legó a la humanidad.
Me quedo hoy con una sola frase de Mario, el joven "indignado" que, ante los incumplimientos de las promesas reales, -elecciones democráticas-,  anima a sus conciudadanos a lanzarse a las barricadas afirmando que la república son ellos.
Hoy, en esta aparente democracia, todos incumplen sus promesas, no solo los gobiernos de derechas y de supuestas izquierdas, la judicatura, el ejercito, las organizaciones sociales, todos ellos incrustados en la corrupción del sistema y por supuesto la Corona, todos cacarean valores y dignidad pero ponen sus corruptos huevos a buen recaudo en paraísos fiscales o en "inexistentes" sobres.
En multitud de ocasiones hemos oído al monarca afirmar que su esfuerzo y dedicación está al servicio de los españoles y en esa misma cuantía hemos podido comprobar que solo está al servicio de los españoles que detentan el poder político,  el económico, el  social, el religioso y el de la fuerza.
En la mas cruel de las situaciones sociales, seis millones de parados, con el paisanaje avanzando hacia cotas de pobreza jamas habidas, con diarias demostraciones de desigualdad económica,  laboral, de genero y ante la justicia, el monarca repite, cual papagallo de los plutocratas, que se comienzan a ver los buenos resultados de las políticas que nos imponen los servidores del capital.
En la mas grande riada de corrupción económica que jamas había anegado este país,  incluidas las habidas en dictaduras y durante los antiguos absolutismos de sus antecesores borbónicos, el monarca guarda silencio, como si la situación no fuera con él, y es que la vergüenza ha debido enmudecerle, pues también él y su familia están directa o indirectamente sumidos en las sospechas de ser participes de la corrupción.
Por todo ello hoy de nada nos sirve la monarquía. Ninguna esperanza hemos de depositar en ella, pues si hace 32 años nos vendieron que desarboló un golpe de estado, la realidad de este tiempo transcurrido nos demuestra que no fue así, que lo que realmente sucedió fue que esa intentona fascista de todas las fuerzas anti-democráticas españolas acabó triunfando al sumir en su seno a la izquierda moderada española, haciéndola participe de privilegios y sinecuras que han acabado derivando en el estado de corrupción generalizada que todos, ahora, quieren minimizar para no correr el riesgo de ser barridos por la indignación y las futuras barricadas del pueblo.
Con el estricto y exacto respeto que por su hacer se ha ganado, ni un ápice mas, he de decirle Majestad, que ni Vd., ni su heredero, nos sirven al pueblo como garantía de libertad, de justicia, de igualdad y mucho menos de verdad. Por lo tanto si aun le queda rastro genético alguno de la dignidad que a su predecesor le impulso a abandonar el país,  le ruego que lo utilice y de paso ordenado a ese otro sistema democrático que por ser del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, aportaría todos los valores éticos que esta sociedad española necesita, valores que a tenor de la experiencia habida estos años, ni Vd, ni el sistema por Vd defendido, han aportado a la ciudadanía española y ni tan siquiera defendido.

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