En la segunda guerra mundial las topas soviéticas, desarboladas por el empuje de la Wehrmacht, en su retroceso hacia el este de su propia tierra, adoptaron la táctica de no ceder en su retirada ni el más mínimo soporte que pudiera ser utilizado por los invasores nazis, obligando a la intendencia a un esfuerzo de aprovisionamiento masivo a frentes de combate alejados cientos de kilómetros de sus fuentes de aprovisionamiento.
Hoy, en el retroceso de la izquierda, -supuestamente representada por el zapaterismo-, estos nos están aplicando la misma táctica que las tropas soviéticas. No nos van a dejar ni el más mínimo resquicio de bienestar social, de equidad o de justicia en este país, por lo que a la vista de sus hechos ¿Quién puede negar que el zapaterismo nos tiene por sus enemigos y como a tales nos trata?
Nada en sus hechos contradice que estos "soviets de derechas" se han aliado con los “nazis” del dinero para respetar solo las fincas en las que pacen los poderosos.
De la “herencia” de Aznar mantuvieron el ladrillismo, la tendencia fiscal hacia el desequilibrio que la Constitución prohíbe, como su predecesor acrecentaron la pérdida de poder adquisitivo de las rentas del trabajo al tiempo que facilitaban el incremento de las del capital, también miraron hacia otro lado respecto al fraude y la evasión fiscal y descapitalizaron el sistema de protección social, la Seguridad Social, robando sus superávits y gastándolos en ayudas y subvenciones al capital.
Su cacareada lucha por igualdad se redujo a efectuar brindis al sol con la de género, aportando su incompetencia la demostración que la protección de las victimas solo les merece lamentos a posteriori. Mientras la igualdad económica entre géneros ni tan siquiera la contemplaron.
Su aireada ley de dependencia ha quedado en agua de borrajas pues siendo competencia autonómica la aplicación de la misma y no habiéndose efectuado las transferencias económicas correspondientes se ha dado lugar a que de un lado las comunidades más reacias a esa aplicación legal la hayan torpedeado y aquellas otras predispuesta a favor de la ley ven como no pueden hacer frente a los costes ya que el gobierno no les transfiere lo en la ley establecido. Resumen, humo y palabras de las que se lleva el viento.
Sin entrar en temas de orden social, -que ya tocará-, es de vergüenza nacional que se mantenga como principio incuestionable uno de los asertos que, basado en la ignorancia de unos y en la desvergüenza de otros, sirve para enriquecer a los que cuando estos sinvergüenzas sean expulsados del poder los mantendrán calientes, alimentados y a buen recaudo de avatares que al común de los mortales pudieran llevarse por delante.
Me estoy refiriendo a la supuesta situación por la cual el de las Azores pactó con las eléctricas no subir las tarifas de forma momentánea a fin de no incrementar la inflación, ni consecuentemente los salarios a ella indiciados, a cambio de que el propio Estado se hiciese cargo de la supuesta diferencia entre lo que nos cobraban y lo que, también, supuestamente debían cobrarnos.
Esa artimaña ha devenido en una explicación de lo más estúpido. Nos dicen que el déficit de tarifa, que así lo llaman, es la diferencia entre lo que les cuesta producir los kilovatios que nos venden y el precio que nos cobran, por lo que en la lógica del mas desaprovechado estudiante de EGB, este concluiría que desde entonces están perdiendo dinero, ya que a pesar de que el Estado, -nosotros, los que pagamos impuestos-, ya les ha “compensado” con más de ochenta mil millones de euros, nos dice el Sebastián, el intermediario del gobierno, que aun les debemos pagar entre 2011 y 2012 más de 4500 millones de euros, y que para no rebasar lo presupuestado en los próximos cuatro años la luz ha de subir al menos un 45 %, y todo ello sin contar las primas por producción de energia electrica por métodos renovables, que esa es otra.
Si como cualquiera puede comprobar en los datos colgados en Internet por la Bolsa de Madrid, las eléctricas en ella cotizadas, no solo no han perdido dinero en estos años del “zapaznarismo”, sino que han logrado record tras record de ganancias, y si desde que el intermediario gubernativo, Miguel Sebastián, se sentó en la poltrona del Ministerio de Industria, la luz se ha encarecido en más del 50 %, aquí hay que concluir, necesaria y matemáticamente, que, como decía Gila, “alguien está robando a alguien y no miro a nadie”, o lo que es peor, están acopiando el botín para cuando les toque exiliarse, también estos, en Arabia Saudí.
(continuará)
Hoy, en el retroceso de la izquierda, -supuestamente representada por el zapaterismo-, estos nos están aplicando la misma táctica que las tropas soviéticas. No nos van a dejar ni el más mínimo resquicio de bienestar social, de equidad o de justicia en este país, por lo que a la vista de sus hechos ¿Quién puede negar que el zapaterismo nos tiene por sus enemigos y como a tales nos trata?
Nada en sus hechos contradice que estos "soviets de derechas" se han aliado con los “nazis” del dinero para respetar solo las fincas en las que pacen los poderosos.
De la “herencia” de Aznar mantuvieron el ladrillismo, la tendencia fiscal hacia el desequilibrio que la Constitución prohíbe, como su predecesor acrecentaron la pérdida de poder adquisitivo de las rentas del trabajo al tiempo que facilitaban el incremento de las del capital, también miraron hacia otro lado respecto al fraude y la evasión fiscal y descapitalizaron el sistema de protección social, la Seguridad Social, robando sus superávits y gastándolos en ayudas y subvenciones al capital.
Su cacareada lucha por igualdad se redujo a efectuar brindis al sol con la de género, aportando su incompetencia la demostración que la protección de las victimas solo les merece lamentos a posteriori. Mientras la igualdad económica entre géneros ni tan siquiera la contemplaron.
Su aireada ley de dependencia ha quedado en agua de borrajas pues siendo competencia autonómica la aplicación de la misma y no habiéndose efectuado las transferencias económicas correspondientes se ha dado lugar a que de un lado las comunidades más reacias a esa aplicación legal la hayan torpedeado y aquellas otras predispuesta a favor de la ley ven como no pueden hacer frente a los costes ya que el gobierno no les transfiere lo en la ley establecido. Resumen, humo y palabras de las que se lleva el viento.
Sin entrar en temas de orden social, -que ya tocará-, es de vergüenza nacional que se mantenga como principio incuestionable uno de los asertos que, basado en la ignorancia de unos y en la desvergüenza de otros, sirve para enriquecer a los que cuando estos sinvergüenzas sean expulsados del poder los mantendrán calientes, alimentados y a buen recaudo de avatares que al común de los mortales pudieran llevarse por delante.
Me estoy refiriendo a la supuesta situación por la cual el de las Azores pactó con las eléctricas no subir las tarifas de forma momentánea a fin de no incrementar la inflación, ni consecuentemente los salarios a ella indiciados, a cambio de que el propio Estado se hiciese cargo de la supuesta diferencia entre lo que nos cobraban y lo que, también, supuestamente debían cobrarnos.
Esa artimaña ha devenido en una explicación de lo más estúpido. Nos dicen que el déficit de tarifa, que así lo llaman, es la diferencia entre lo que les cuesta producir los kilovatios que nos venden y el precio que nos cobran, por lo que en la lógica del mas desaprovechado estudiante de EGB, este concluiría que desde entonces están perdiendo dinero, ya que a pesar de que el Estado, -nosotros, los que pagamos impuestos-, ya les ha “compensado” con más de ochenta mil millones de euros, nos dice el Sebastián, el intermediario del gobierno, que aun les debemos pagar entre 2011 y 2012 más de 4500 millones de euros, y que para no rebasar lo presupuestado en los próximos cuatro años la luz ha de subir al menos un 45 %, y todo ello sin contar las primas por producción de energia electrica por métodos renovables, que esa es otra.
Si como cualquiera puede comprobar en los datos colgados en Internet por la Bolsa de Madrid, las eléctricas en ella cotizadas, no solo no han perdido dinero en estos años del “zapaznarismo”, sino que han logrado record tras record de ganancias, y si desde que el intermediario gubernativo, Miguel Sebastián, se sentó en la poltrona del Ministerio de Industria, la luz se ha encarecido en más del 50 %, aquí hay que concluir, necesaria y matemáticamente, que, como decía Gila, “alguien está robando a alguien y no miro a nadie”, o lo que es peor, están acopiando el botín para cuando les toque exiliarse, también estos, en Arabia Saudí.
(continuará)
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