Como no he podido marcharme, no he podido resistir la tentacion de incluir otra despedida, la que el dia 6 de junio pronuncié en el último pleno del ayuntamiento de Madrid. La adjunto ya que dije lo que en el ambito institucional, para mi es esencial.
DESPEDIDA PLENO AYUNTAMIENTO 6 JUNIO 2007
Buenos días sras. y sres. concejales, no sé si lo que a continuación diré es lo que en estas circunstancias se debe decir, pero si sé, que es lo que quiero decir, y lo diré aún a riesgo de que alguien lo pueda utilizar de forma torticera.
Durante tres años he podido comprobar que, hasta esta, la sede de la política mas directa, mas cercana, y si quieren mas cálida, llegan, con mas frecuencia de lo deseable, tanto la frivolidad, como las miasmas de una encanallada política nacional, ante lo cual solamente atisbo dos opciones, el alineamiento mas o menos fanático que parece abdicar del libre albedrío por mantener las canonjías, o refugiarse en el relativismo intelectual para el que no hay verdades sagradas, y menos aun residentes en tal o cual bando.
“Hoy”, decía hace cinco siglos Erasmo de Rótterdam “los hombres no escuchan la palabra sutil y meditada de la poesía, sino únicamente la gruesa y pasional de la política.
Hoy los lideres ya no debaten con refinadas proclamas, sino que intercambian insultos groseros y ordinarios.
Hoy nadie quiere entenderse con nadie, sino imponer su credo y marcar su doctrina a fuego.
Y ¡ay! de los que reclamen otras practicas, pues contra ellos se dirige el odio por partida doble”.
Y es que tan solo como libre, se encuentra, en tiempos así, el que quiere ser fiel, solo a sus convicciones y leal, a todo lo racional.
Hoy casi nadie sabe de Tomas Moro, canciller de Enrique VIII, que a la postre lo decapitó, y desde el año 2000 patrón de los políticos, que sin pisar jamás su “Utopía”, atraía al adversario loando sus aciertos, y así, en la proximidad, favorecía el avance de las propias creencias.
Hoy todo es rabia y descalificación.
¡Cuanto "blanco" para que la estulticia los elogie, cuanto nombre cerril al aprendizaje!
“Cuanto imprudente que, sabiendo que es mortal, no se mete en libros de caballería y obra como la mayor parte de los hombres, que, o se avienen a hacer como que no ven, o se engañan a si mismos o entre si, con mucha cortesía”.
En este tiempo pasado he conocido diversas “las curias papales”, y he comprobado que “el poder aborrece la crítica, y por esto apartan a aquellos que, libres en demasía, se atreven a decirles cosas mas verdaderas que agradables”. Es por lo que yo mantengo, que todo poder ha de tener siempre 95 tesis clavadas a sus puertas, y todo adversario, enfrente, a su Erasmo.
De este tiempo pasado solo me vanaglorio de haber aportado a la practica civilizada de la política un minúsculo grano de arena, formado a partes iguales por conocimiento, razón y respeto, cooperando así a demostrar que hacer oposición no es ni difamar, ni derruir, ya que de este deshacer solo se ufanan los que no saben edificar.
De este tiempo pasado, también algo firme he adquirido, la convicción que sobre la descalificación y el odio solo se pueden construir ruinas, o ejércitos de fanáticos.
Y puesto que esta institución también forma parte del sistema democrático, tan necesitado de aprecio ciudadano, me voy a permitir rogarles, a los que permanezcan y a los que lleguen, se afanen en limpiar, fijar y en lo posible, dar esplendor a este pilar del estado, y entiendo que la mejor forma de hacerlo es con la pedagogía del ejemplo personal e impidiendo que la indignidad y la mentira aquí se aposenten.
Finalizo, sras. y sres..
A los que no me han engañado, gracias.
A los que algo me han enseñado, muchas gracias.
Y a casi todos, mis respetos.
Me marcho voluntariamente de la política municipal sin ver mis ideales cumplidos, pero feliz de saber que solo los no cumplidos retornan eternamente.
Buenos días sras. y sres. concejales, no sé si lo que a continuación diré es lo que en estas circunstancias se debe decir, pero si sé, que es lo que quiero decir, y lo diré aún a riesgo de que alguien lo pueda utilizar de forma torticera.
Durante tres años he podido comprobar que, hasta esta, la sede de la política mas directa, mas cercana, y si quieren mas cálida, llegan, con mas frecuencia de lo deseable, tanto la frivolidad, como las miasmas de una encanallada política nacional, ante lo cual solamente atisbo dos opciones, el alineamiento mas o menos fanático que parece abdicar del libre albedrío por mantener las canonjías, o refugiarse en el relativismo intelectual para el que no hay verdades sagradas, y menos aun residentes en tal o cual bando.
“Hoy”, decía hace cinco siglos Erasmo de Rótterdam “los hombres no escuchan la palabra sutil y meditada de la poesía, sino únicamente la gruesa y pasional de la política.
Hoy los lideres ya no debaten con refinadas proclamas, sino que intercambian insultos groseros y ordinarios.
Hoy nadie quiere entenderse con nadie, sino imponer su credo y marcar su doctrina a fuego.
Y ¡ay! de los que reclamen otras practicas, pues contra ellos se dirige el odio por partida doble”.
Y es que tan solo como libre, se encuentra, en tiempos así, el que quiere ser fiel, solo a sus convicciones y leal, a todo lo racional.
Hoy casi nadie sabe de Tomas Moro, canciller de Enrique VIII, que a la postre lo decapitó, y desde el año 2000 patrón de los políticos, que sin pisar jamás su “Utopía”, atraía al adversario loando sus aciertos, y así, en la proximidad, favorecía el avance de las propias creencias.
Hoy todo es rabia y descalificación.
¡Cuanto "blanco" para que la estulticia los elogie, cuanto nombre cerril al aprendizaje!
“Cuanto imprudente que, sabiendo que es mortal, no se mete en libros de caballería y obra como la mayor parte de los hombres, que, o se avienen a hacer como que no ven, o se engañan a si mismos o entre si, con mucha cortesía”.
En este tiempo pasado he conocido diversas “las curias papales”, y he comprobado que “el poder aborrece la crítica, y por esto apartan a aquellos que, libres en demasía, se atreven a decirles cosas mas verdaderas que agradables”. Es por lo que yo mantengo, que todo poder ha de tener siempre 95 tesis clavadas a sus puertas, y todo adversario, enfrente, a su Erasmo.
De este tiempo pasado solo me vanaglorio de haber aportado a la practica civilizada de la política un minúsculo grano de arena, formado a partes iguales por conocimiento, razón y respeto, cooperando así a demostrar que hacer oposición no es ni difamar, ni derruir, ya que de este deshacer solo se ufanan los que no saben edificar.
De este tiempo pasado, también algo firme he adquirido, la convicción que sobre la descalificación y el odio solo se pueden construir ruinas, o ejércitos de fanáticos.
Y puesto que esta institución también forma parte del sistema democrático, tan necesitado de aprecio ciudadano, me voy a permitir rogarles, a los que permanezcan y a los que lleguen, se afanen en limpiar, fijar y en lo posible, dar esplendor a este pilar del estado, y entiendo que la mejor forma de hacerlo es con la pedagogía del ejemplo personal e impidiendo que la indignidad y la mentira aquí se aposenten.
Finalizo, sras. y sres..
A los que no me han engañado, gracias.
A los que algo me han enseñado, muchas gracias.
Y a casi todos, mis respetos.
Me marcho voluntariamente de la política municipal sin ver mis ideales cumplidos, pero feliz de saber que solo los no cumplidos retornan eternamente.
1 comentario:
Bonito discurso, si señor.
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