Si tú, amable lector, eres trabajador, pensionista, mujer, laicista, ateo o simplemente descreído, si eres de los que sigues creyendo que la política debería ser una noble dedicación y no una forma de engañar, robar y servir solo a los poderosos, si te consideras dentro de alguna de estas categorías, eres de los que, junto a otros muchos millones de ciudadanos más, estás teniendo un agosto verdaderamente infernal.
A las desesperadas reacciones de los políticos que tratando de calmar a los mercados, -léase la banca nacional e internacional-, nos han empobrecido y endeudado mas, se le suma, en esta recta final del mes de los atracos a los más débiles, una propuesta de reforma constitucional que el zapaterismo se saca de la manga con el beneplácito de la otra cara de esa misma moneda, el PP.
La propuesta actual no es aquella propuesta rosácea de alterar las reglas de sucesión en el acceso al trono, no, la propuesta es para incluir en la Constitución un mecanismo por el cual y desde lo más alto de la pirámide legal española se den garantías a los mercados, hoy y para siempre, de que los dineros publicos nunca acometerán sendas de endeudamiento superiores a los limites que esos mismos mercados en cada momento impongan.
La reacción de la gente ha sido rauda y coincidente. La red, el medio de participación y opinión que sustituye a los que no nos representan, arde en opiniones mayoritariamente coincidentes en exigir que esa reforma sea sometida a referéndum, en el bien entendido de que sea rechazada de forma masiva por la ciudadanía
Vaya por delante mi opinión favorable a tal pretensión, vaya a continuación el enlace con la iniciativa de Viçent Navarro,-(http://actuable.es/peticiones/pide-referendum-ratificar-reforma-la-constitucion )-,la cual pretende que se envíen miles de cartas, e-mail, a los que no nos representan, a fin de que la convocatoria de referéndum sea suscrita por al menos veinte diputados y pueda llevarse a cabo.
Pero dicho lo anterior, hay que decir que la propuesta tiene, a mi entender un aspecto positivo de lo más interesante en el caso de que tuviésemos o hubiese opciones de tener un gobierno de izquierdas.
Este aspecto positivo es que la limitación del déficit público impediría que el estado acudiese al endeudamiento para auxiliar a la banca privada en el caso de que esta estuviese, como está, en riesgo de no poder hacer frente a sus deudas con otros bancos, evitándose así la actual situación de crecimiento del déficit público y de recortes de derechos y gasto social que tienen como único fin de inyectar liquidez a una banca involucrada en una espiral especulativa que ha dificultado, si no impedido, el acceso a la vivienda, bien y derecho que por mandato constitucional ha de ser protegido y facilitado por los poderes publicos, y que muy al contrario de lo preceptuado ha sido y es objeto de protección para el prestamista.
Como pueden Vds. atisbar la condición inicial es la que daría sentido a prestar apoyo a la iniciativa germana, ya que Merkel es su impulsora, y de ahí la coincidencia de las derechas españolas, pero como ni habemos gobierno de izquierdas, ni se le espera en muchos años, el apoyo a la medida ha de negarse.
Cierto es que si prestamos atención al contenido de la Constitución española podemos comprobar cuan escaso es el grado de cumplimiento de la misma, por lo que no es ni aventurado ni sin fundamento el afirmar que una vez incrustado el techo de endeudamiento público en el texto constitucional, los que seguirían sin representarnos hallarían mil recovecos para, atendiendo a los intereses de sus amos, violar esta sobrevenida e interesada adenda, de la misma forma que violan todas aquellas otras que de carácter social o referentes al ejercicio de los derechos cívicos vienen violando desde el 6 de diciembre de 1978.
Por cierto, y volviendo al principio, dudo mucho que en Francia, este agosto, esté haciendo mucho más calor que por estas tierras de ladrones, pero quizás se haya sobrepasado la capacidad de aguante de algunos ilustres y adinerados cerebros galos cuando algunos de ellos, dudo que derretidos, ante las primeras dudas sobre la fortaleza de la economía francesa y su capacidad para pagar sus deudas, han propuesto que el gobierno de Sarkozy y la Asamblea Nacional, instituciones que sí les representan, legislen a fin de que los ricos, ellos, paguen más impuestos.
Vamos a tener que mandarles al médico de Botín, y a Trillo. Uno para que les recete tranquilizantes “high society”, y el otro para que les reconvenga sobre lo que es el verdadero patriotismo. ¡Estos gabachos…..!
A las desesperadas reacciones de los políticos que tratando de calmar a los mercados, -léase la banca nacional e internacional-, nos han empobrecido y endeudado mas, se le suma, en esta recta final del mes de los atracos a los más débiles, una propuesta de reforma constitucional que el zapaterismo se saca de la manga con el beneplácito de la otra cara de esa misma moneda, el PP.
La propuesta actual no es aquella propuesta rosácea de alterar las reglas de sucesión en el acceso al trono, no, la propuesta es para incluir en la Constitución un mecanismo por el cual y desde lo más alto de la pirámide legal española se den garantías a los mercados, hoy y para siempre, de que los dineros publicos nunca acometerán sendas de endeudamiento superiores a los limites que esos mismos mercados en cada momento impongan.
La reacción de la gente ha sido rauda y coincidente. La red, el medio de participación y opinión que sustituye a los que no nos representan, arde en opiniones mayoritariamente coincidentes en exigir que esa reforma sea sometida a referéndum, en el bien entendido de que sea rechazada de forma masiva por la ciudadanía
Vaya por delante mi opinión favorable a tal pretensión, vaya a continuación el enlace con la iniciativa de Viçent Navarro,-(http://actuable.es/peticiones/pide-referendum-ratificar-reforma-la-constitucion )-,la cual pretende que se envíen miles de cartas, e-mail, a los que no nos representan, a fin de que la convocatoria de referéndum sea suscrita por al menos veinte diputados y pueda llevarse a cabo.
Pero dicho lo anterior, hay que decir que la propuesta tiene, a mi entender un aspecto positivo de lo más interesante en el caso de que tuviésemos o hubiese opciones de tener un gobierno de izquierdas.
Este aspecto positivo es que la limitación del déficit público impediría que el estado acudiese al endeudamiento para auxiliar a la banca privada en el caso de que esta estuviese, como está, en riesgo de no poder hacer frente a sus deudas con otros bancos, evitándose así la actual situación de crecimiento del déficit público y de recortes de derechos y gasto social que tienen como único fin de inyectar liquidez a una banca involucrada en una espiral especulativa que ha dificultado, si no impedido, el acceso a la vivienda, bien y derecho que por mandato constitucional ha de ser protegido y facilitado por los poderes publicos, y que muy al contrario de lo preceptuado ha sido y es objeto de protección para el prestamista.
Como pueden Vds. atisbar la condición inicial es la que daría sentido a prestar apoyo a la iniciativa germana, ya que Merkel es su impulsora, y de ahí la coincidencia de las derechas españolas, pero como ni habemos gobierno de izquierdas, ni se le espera en muchos años, el apoyo a la medida ha de negarse.
Cierto es que si prestamos atención al contenido de la Constitución española podemos comprobar cuan escaso es el grado de cumplimiento de la misma, por lo que no es ni aventurado ni sin fundamento el afirmar que una vez incrustado el techo de endeudamiento público en el texto constitucional, los que seguirían sin representarnos hallarían mil recovecos para, atendiendo a los intereses de sus amos, violar esta sobrevenida e interesada adenda, de la misma forma que violan todas aquellas otras que de carácter social o referentes al ejercicio de los derechos cívicos vienen violando desde el 6 de diciembre de 1978.
Por cierto, y volviendo al principio, dudo mucho que en Francia, este agosto, esté haciendo mucho más calor que por estas tierras de ladrones, pero quizás se haya sobrepasado la capacidad de aguante de algunos ilustres y adinerados cerebros galos cuando algunos de ellos, dudo que derretidos, ante las primeras dudas sobre la fortaleza de la economía francesa y su capacidad para pagar sus deudas, han propuesto que el gobierno de Sarkozy y la Asamblea Nacional, instituciones que sí les representan, legislen a fin de que los ricos, ellos, paguen más impuestos.
Vamos a tener que mandarles al médico de Botín, y a Trillo. Uno para que les recete tranquilizantes “high society”, y el otro para que les reconvenga sobre lo que es el verdadero patriotismo. ¡Estos gabachos…..!
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