martes, 30 de agosto de 2011

¡YO ACUSO!, DE J. LUIS SAMPEDRO



Carta a Don José Luís Rodríguez Zapatero, Presidente del gobierno de España. Y al resto de las señorías que portan la representatividad parlamentaria.
Señor presidente, permítanme dirigirme a usted para comentarle mis más profundas inquietudes que, por mi honor y conciencia, me impiden quedarme al margen de los hechos relativos a nuestra Constitución amenazada por una vergonzosa e imborrable mancha.
Habéis realizado un gobierno durante sus dos legislaturas en las que, muchos podemos estar en contra o a favor de su gestión al frente del ejecutivo que preside. Habéis cometido aciertos y errores, éstos últimos desgraciadamente más numerosos en su último periplo presidencial. Sus gestiones pueden ser criticadas o avaladas desde todos los frentes que los ciudadanos deseen pronunciarse.
¡Pero qué mancha de cieno sobre vuestro nombre -iba a decir sobre vuestro reino- puede imprimir esta abominable reforma constitucional! Por lo pronto usted decide reformarla mediante una llamada telefónica al señor Mariano Rajoy, presidente del principal partido de la oposición, tomando ambos la representatividad parlamentaria como un absolutismo de dos dirigentes, dando bofetada suprema a toda justicia. Y no hay remedio, España conservará esa mancha sobre su carta magna y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia.
Puesto que ha obrado tan sin razón, hablaré. Prometo decir toda la verdad y la diré si antes no lo hace el tribunal con toda claridad.
Es mi deber: no quiero ser cómplice. Todas las noches me desvelaría el espectro de la ciudadanía que expía a lo lejos cruelmente ultrajada, una reforma que no ha decidido.
Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre honrado. Estoy convencido de que la ciudadanía no ignora lo que ocurre, entonces ¿a quién denunciar esta afrenta malhechora de verdaderos culpables sino al primer soberano de la carta magna, al Pueblo?
Ante todo la verdad acerca de nuestra carta magna y su proceso de reformarla.
Nuestra Constitución, nacida en 1978, promulga en su artículo primero del título preliminar: “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.
Agentes externos a nuestro ámbito constitucional, la señora Merkel y el señor Sarkozy han dictado los cambios que usted promulga, auspiciados aún si cabe por entidades externas y opacas a la ciudadanía, no sólo de nuestro estado, sino del resto de los ciudadanos miembros de la Unión Europea.
Señor presidente del gobierno y señor presidente del principal partido de la oposición: No recuerdo que en ninguna de las legislaturas, en las que ustedes han sido elegidos como representantes de los ciudadanos (ni anteriormente tampoco), hubiese en algún proceso electoral papeletas para proceder a legitimar a estas personas (la señora Merkel y el señor Sarkozy) sobre nuestro ordenamiento legal, jurídico y constitucional.
Igualmente me consta, en ninguno de sus respectivos programas electorales, ninguna intención de reformar la constitución.
Ante este hecho y sus intenciones, ustedes han puesto la forma política dictada por la Constitución (representación parlamentaria) muy por encima de la soberanía establecida en la carta magna, (el pueblo), documento que regula las normas y convivencia en nuestra nación.
Al ejercer su disciplina partidista, sr. Zapatero y sr. Rajoy, en la que los señores y señoras parlamentarias únicamente promulgan el deseo de sus líderes (en el presente caso ustedes), vuestras señorías son responsables y ejecutores del crimen que les expongo.
De forma sorpresiva, en periodo estival, con un parlamento en funciones, donde las señorías preparan las maletas fuera del hemiciclo ante la próxima cita electoral, ustedes pretenden modificar la Constitución sin consultar a sus soberanos.
Ustedes sobrepasan con sus intenciones el artículo primero del título preliminar de nuestra constitución. Su reforma no es para un “Estado social” y sus formas no son, ni mucho menos, “democráticas de Derecho”.
Tal es la verdad, señores parlamentarios, verdad tan espantosa, que no dudo quede como una mancha en vuestra representatividad. Supongo que no tengáis ningún poder en este asunto, que seáis prisioneros de los mercados y de los poderes que os rodean; pero tenéis un deber de ciudadano en el cual meditaréis cumpliéndolo, aunque dudo que honorablemente. No creáis que desespero del triunfo; lo repito con una certeza que no permite la menor vacilación; la verdad avanza y nadie podrá contenerla.
Hasta hoy no perpetrabais el proceso, pues hasta hoy no han quedado deslindadas las posiciones de cada uno; a un lado los culpables, que no quieren la luz; al otro los justicieros que darán la vida porque la luz se haga. Cuanto más duramente se oprime la verdad, más fuerza toma, y la explosión será terrible. Veremos cómo se prepara el más ruidoso de los desastres.
Señor Presidente, concluyamos, que ya es tiempo.
Yo acuso al Banco Mundial, FMI, OCDE y demás organizaciones supranacionales y externas al gobierno europeo de ser los organizadores de este crimen. Ninguna de ellas elegidas en representatividad por el Pueblo de un estado, el nuestro, sobre el que quieren reformar la Constitución.
Acuso a la UE y al BCE de ser garantes dentro del territorio europeo este complot.
Acuso a Standard & Poor’s y a Moody’s como cómplices y beneficiarios de este acto.
Acuso al conjunto de la banca europea y nacional como lobby cómplice y beneficiarlo de esta infamia.
Acuso a la señora Merkel y al señor Sarkozy por inducir a perpetrar este vil atentado a nuestra soberanía.
Acuso a aquellas empresas, que junto a la banca, presionan a sus señorías para dejar de ejercer la representatividad de sus soberanos, ejerciéndola sobre sus intereses económicos.
Acuso a aquellos políticos cuyo máximo interés es mantenerse en el cargo que ejercen a cualquier precio, tan indignantes como el del crimen que nos ocupa.
Y por último: les acuso a ustedes por proponer esta modificación de espaldas a la ciudadanía. Ciudadanía que avala, es garante y soberana tanto del estado Español como de su carta magna. Ustedes que, mediante una simple llamada telefónica, ultrajan la inviolabilidad de una Constitución, inviolabilidad que defendieron cuando no se han atrevido a mantener su vigencia, adecuándola a las realidades sociales. Ustedes que juraron o prometieron sobre ella.
Se atreven a modificar el máximo documento del Estado en aras del “Mercado”. Mercado al que pretenden calmar mientras las voces del pueblo son ignoradas o silenciadas.
Puede que éste crimen ejerzan el efecto que ustedes esperan, pero no ignoren las victimas consecuentes. Habrán convertido la Constitución en un simple panfleto al que poner a cotizar en los mercados de valores, habrán convertido el espíritu de la transición española no en un garante de paz y democracia social como fue en su día, sino en un mero informe de resultados macro-económicos. Y habrán convertido a la ciudadanía española en un pueblo sin su máximo referente de legalidad moral y convivencia al subvertir los valores representados en ella por cifras monetarias inducidas fuera del espíritu en el que se redactó.
Distinguidas señorías, en nuestro Estado, no sólo hay que ser demócrata, también hay que parecerlo y sus formas distan mucho de ello. Desde hace mucho tiempo no resuelven entre ustedes la composición del Tribunal Constitucional y resulta que si resuelven en minutos modificar el texto sobre el que basar sus juicios. Lo dicho señorías, también hay que parecerlo.
Sólo la ciudadanía tiene el derecho, tiene el deber, de mantener vigente este documento, ustedes han de darles los medios. Ustedes, la clase política, que no sólo por activa ahora perpetran este crimen que nos ocupa, sino que por pasiva en las últimas décadas no han dado un paso para mantener su vigencia, y mucho menos aún, consultar al Pueblo al respecto.
No ignoro que, al formular estas acusaciones, arrojo sobre mí el peso y decisión del máximo soberano del estado del cual ustedes se supone que representan. Y voluntariamente me pongo a disposición del Pueblo.
En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio. Las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia.
Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la ciudadanía, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los ciudadanos y que me juzguen públicamente.
Madrid a 25 de Agosto de 2011.

LA LAPIDA DEL ZAPATERISMO

Como en el dicho del huevo y la gallina, nadie está en condiciones de asegurar qué fue primero, si la traición o la corrupción en el Psoe, pero tengo para mí que, como en la aritmética, el orden de los factores no altera el producto, sobre todo cuando la mentira es el adobo comun de ambas.
Se están dando en estos momentos unos hechos que aportan más luz a la degeneración que la vida política y la de los políticos de nomina zapaterista ya nos venía regalando desde el momento en que, allá por el 2000, las huestes de la nueva vía, -en realidad nueva derecha-, tomaron el poder en el Psoe.
Una vez más ante un hecho consumado de absoluto y total cariz derechista, el golpe de estado constitucional que consagrará la subordinación de la política al dinero y que antes o después provocará un nuevo enfrentamiento entre las "desaparecidas" clases sociales, una vez mas, todos los apesebrados diputados y senadores, del PSC o de Izquierda Socialista, todos los derrotados “barones” e ilustres ex-alcaldes, y todo aquel que en cargo electo por designación de cualquiera de los muchos sanedrines que en el Psoe engordan, todos absolutamente, están a un solo paso de cometer la penúltima traición y su correspondiente penúltima corrupción.
Unos, los menos, los que en su fuero interno saben que el golpe de estado constitucional es un autentico disparate, tanto en el contenido como en la forma, se traicionan a sí mismos y a los que dicen representar, sean ciudadanos o militantes, cuando consienten en sostener y apoyar la ruptura constitucional. Y se corrompen al hacerlo a cambio de promesas de futuros beneficios personales, sea el mantenimiento del pesebre que hoy les alimenta, sea la ensoñación de nuevos y más fructíferos destinos en uno de los muchos y oscuros alojamientos que el actual sistema político pone a disposición de las mafias de los partidos políticos.
Otros, los más, las hordas zapateristas, al votar, apoyar, sostener o defender públicamente el golpe constitucional, ni se traicionan ni se corrompen ya que desde que alcanzaron la manija que el Psoe puso a su disposición en el año 2000, desde ese mismo instante, se afanaron en poner en marcha la más elaborada traición al acerbo cultural del Psoe, a su historia y a los de los esfuerzos y sacrificios de muchos de sus militantes, pusieron en marcha la más descarada corrupción económica que nunca nadie se había atrevido a estructurar; se lanzaron, sin rubor ninguno, a conjugar y compatibilizar la acción política con los negocios que de ella se pueden derivar, engordando así patrimonios ajenos tanto cuanto ellos participaran del botín que del dinero público sus protegidos sacasen.
El resto, los militantes, los simpatizantes y los votantes, mientras tal sucedía, fluctuaban entre la fanática y estúpida defensa del “partido” y el silencio culpable, ese que se “fundamenta” en la consabida frase de “los otros son peores”.
Hoy, y mucho mas mañana, cuando voten, volveremos a comprobar cuan ruines son estos bandoleros de la política “socialista”, los que enriquecidos en su constante corrupción vuelven a aparentar oponerse al más artero ataque a los trabajadores y clases medias, pero que finalmente, convencidos por sus bolsillos, se avienen a vender otra vez mas su podrida alma al dinero o a la esperanza de alcanzarlo o mantenerlo.
A los ciudadanos de izquierda nos queda el consuelo y el poder de hacer que sean estos, y precisamente estos, los que, encaminados el 20-N a su otro valle de los caídos, el valle del desprecio y de la ignominia, comprueben cuanto rechazo ciudadano se han labrado en estos años de traición, de corrupción y mentiras.
Que si por mí fuese, la lapida con la que la historia habría de cubrir estos ocho años de indecencia política, llevaría grabado este epitafio: “Psoe 2000-2011, Mentiras, corrupción y traición. Nunca más”.

lunes, 29 de agosto de 2011

LO QUE DICE……RAMON ESPINAR MERINO

Que ya me estoy cansando de denunciar los atropellos del sistema y los atracos del régimen empieza a ser evidente hasta para mí. Afortunadamente, a cada momento surgen más voces y más plumas de gente más joven y con menos ataduras y condicionantes de las que, tras un recorrido político personal, tan fracasado como estúpido, a mí me siguen limitando.
Hoy es otro joven, Ramón Espinar Merino, quien en “Público”, -el único referente diario de la izquierda-, pone puntos jóvenes y claros sobre las íes viejas y corruptas de este régimen pre-gadafista.
La reforma constitucional y el otoño que viene
“Quienes nacimos en España después de la muerte del general Franco y con la Transición consolidada aprendimos, a fuerza de escucharlo y leerlo hasta el hartazgo, que la democracia consistía en un conjunto de normas y procedimientos que ordenaban la convivencia bajo la dirección de un gobierno que hacía valer el "interés general". Uno de los legados fundamentales de la construcción de la democracia española en la Transición es la concepción de la democracia como consenso y la satanización del conflicto social, además de la delegación de la actividad política en las élites (partidos y sindicatos, fundamentalmente).
Desde el 15 de mayo de este año, mi generación ha descubierto (y otras han recordado), que el momento de mayor participación política de nuestras vidas, de máxima expresión democrática, lo hemos construido a base de visibilizar en las calles los conflictos sociales, de asambleas, de fórmulas participativas y de negarnos a seguir delegando la gestión de la cosa pública en las élites políticas, protagonizando una verdadera "primavera democrática".
Ayer 28 de agosto, varios miles de personas,(menos que en otras convocatorias, pero muchísimos siendo agosto y domingo), salimos a la calle en la primera de las manifestaciones que van a celebrarse contra la propuesta de Rajoy y Zapatero de satisfacer a los mercados, mecanismo mil veces repetido en los últimos tres años y que el Movimiento 15-M ya denomina "Régimen", constitucionalizando un techo de gasto público del Estado. La propuesta de consagrar en la cúspide de la jerarquía normativa de la legislación una medida de cariz neoliberal y hacerlo sin pedir el refrendo popular, se sitúa en el punto más lejano posible de lo que las demandas populares han venido manifestando en los últimos meses. Si l@s indignad@s han venido proponiendo un modelo de democracia participativa y de oposición a las medidas neoliberales de salida de la crisis, PP y PSOE ofrecen ahora dos tazas de autoritarismo y sometimiento a las demandas de los mercados.
La salida de la crisis que proponen y practican los partidos mayoritarios, cada día está más enfrentada con las demandas populares de democracia y redistribución de las rentas y sitúa el escenario político en una solución a la griega, con políticas de ajuste aplicadas de espaldas a las manifestaciones de una ciudadanía crecientemente movilizada.
Más allá del resultado de las elecciones del 20-N, de las que se espera un gobierno de la derecha y un batacazo del PSOE, el desarrollo de los acontecimientos augura un "otoño caliente" plagado de movilizaciones y protestas que seguirán erosionando la legitimidad de unas instituciones que, de forma cada día más evidente, gobiernan de espaldas a la ciudadanía. La sensación de que elegir entre el rojo del PSOE y el azul del PP no esconde muchas más diferencias que hacerlo entre una lata de Coca-Cola y una de Pepsi, abre un abanico de posibilidades para que del "otoño caliente" surjan nuevas fórmulas de articulación de las mayorías sociales de izquierda en este país que garanticen, en el medio plazo, un modelo de democracia participativa en el que los representantes políticos gobiernen de acuerdo con los deseos de sus electores y no de intereses privados o de organismos supranacionales cuyos mecanismos democráticos brillan por su ausencia.
Urge lanzar una propuesta de apertura de un proceso constituyente de un bloque social con capacidad de convertir las grietas que hoy se atisban en el poder político en una ruptura de las clases populares con quienes han venido interpretando el "interés general" como cosa idéntica al interés de los poderosos y la democracia como un ente monolítico lleno de procedimientos y vacío de contenido y debate político de calado. Para ello no basta con una sopa de letras, ya conocidas y también erosionadas por el hartazgo popular, sino que se requiere un compromiso de apertura de espacios democráticos y participativos que canalicen y articulen las demandas de los últimos meses. Lo contrario sería desaprovechar una oportunidad histórica, acaso la mejor que vivirá la generación precaria”.

Ramón Espinar Merino es investigador en el departamento de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de la Fundación CEPS y de Juventud sin Futuro.

miércoles, 24 de agosto de 2011

GOLPE DE ESTADO CONSTITUCIONAL

Publica hoy Juan Carlos Monedero un artículo en su blog que merece ser difundido por todos los medios posibles. Ni que decir tiene que lo suscribo de la A mayúscula a la Z mayúscula y de la a minúscula a la z minúscula, no tiene desperdicio y es anormalmente clarificador.
Tan solo echo en falta un pequeño detalle, que no haya dedicado especialmente este su artículo a los votantes, simpatizantes y militantes del Psoe.
“Techos de gasto y Rompetechos ideológicos” por Juan Carlos Monedero, “Público”, 24 agosto 2011
"Cuando un ciudadano que tiene que hacer un gasto extra –vivienda, una enfermedad, solidaridad con amigos o familiares, inversión en estudios, un vehículo para trabajar- decide endeudarse para afrontar el problema sobrevenido, no está viviendo por encima de sus posibilidades: está haciendo un cálculo de necesidades para que su vida sea menos miserable.
Los que tienen dinero no viven estos problemas. Su fondo de seguridad es amplio e histórico. En cambio, a perro flaco, todo se le vuelven pulgas. Es así desde el comienzo de la humanidad. Como antes no había seguridad social, los pueblos inventaron el cuento de Cenicienta. Sólo te saca del agujero un golpe de suerte. Hoy sabemos que Pretty Woman es mentira y que los príncipes sólo se salvan a ellos mismos y a sus descendientes. Celo laboral. El grueso de la gente, o va a la revolución o a la resignación. La televisión y el fútbol se encargan de que nos interese más la maldad de Mourinho que la de la OTAN o el dedo que meten en el ojo de la vida de otros los que asesinan de hambre a niños en Somalia.
El sistema financiero no debiera nunca prestar dinero a quien no lo necesita. Lo que no significa que no lo haga. Es lugar común con los especuladores, que casi siempre juegan con dinero de otros. Lo hizo también metiendo los billetes en los bolsillos de la gente hasta que les convencieron de que no pasaba nada, de que vivir es gastar, de que ya arreglarían cuentas. Una manera de hacer más propia de la mafia que de bancos con alguna conciencia del medio plazo (véase las Confesiones de un ganster económico, de John Perkins, para ahuyentar ingenuidades). La alternativa sería prestar con inteligencia, gastar con inteligencia. La sensatez de los que se sientan a la hora de la cena con la familia a repasar las cuentas. Cualquier persona vinculada al mundo financiero sabe que los pobres son muy buenos pagadores.
Las actuales democracias de partidos han ido degenerando al calor de la degeneración económica. La justificación de la imposibilidad de formas de democracia directa (algo que sólo sería posible, según argumentó el liberal Bobbio, en la polis griega), la comprensión de la democracia como un mercado (las tesis de Anthony Downs), el fin de la historia o las tesis de la tercera vía (Fukuyama y Giddens) que disolvieron las diferencias ideológicas entre la socialdemocracia y los democristianos y liberales, o la reducción de la democracia a fórmulas electorales (hasta el punto en el que el sentido común cree que la culpa de la mala democracia la tiene D´Hondt) cartelizó el sistema de partidos, al punto de que los controladores del cártel dejaron de lado el hecho incontrovertible del alejamiento ciudadano de los políticos. Esto les permitió hacer de las elecciones cartas a los reyes magos, crecer como profesión allá donde hubiera el menor nicho de mercado, tomar decisiones irresponsables y, en definitiva, convertirse en rehenes de los grupos que terminaban financiando su modus vivendi (los bancos).
Hoy, una vez más –recordemos el Pacto de Estabilidad, el proyecto de Constitución Europea-, se pretende constitucionalizar el fin de la política socialdemócrata, incumpliendo para ello las reglas constitucionales que reclaman a la soberanía popular su consentimiento. La política, sabemos los politólogos, es conflicto, y la lucha de clases existe aunque los trabajadores estén más entretenidos con la huelga del futbol que con la huelga general.
Que el déficit se convierta en una realidad permanente no es positivo. Estar toda la vida endeudado y pagando intereses no es un proyecto atractivo, salvo para los amigos del sablazo y los que viven de esos intereses. Cuentas equilibradas, en el medio y largo plazo, es una propuesta económica sensata.
Pero si se mira a los últimos treinta años, hay unas preguntas que dirigen la mirada hacia la cara oculta de la luna: ¿por qué de manera invariable la recaudación del impuesto sobre la renta crece mientras la del impuesto de sociedades baja? ¿Por qué las constructoras, en conciliábulo con los poderes públicos, han hecho su agosto, su septiembre y su octubre con obras faraónicas a mayor gloria de su cuenta de resultados? ¿Por qué ha crecido tanto el gasto militar, que además nos lleva a guerras en donde no se nos ha perdido nada que sea nuestro? ¿Por qué se han suprimido impuestos que sólo benefician a los más ricos? ¿Por qué no hay avances sustanciales en la lucha contra el fraude fiscal? ¿Por qué no se persiguen a los paraísos fiscales y a sus inquilinos? ¿Para cuándo la regulación del capital financiero?
El capitalismo es un modo de producción con un comportamiento cíclico. Tiene ciclos de subida y ciclos de bajada. En uno de estos últimos estamos. La propuesta keynesiana es contracíclica: enfriar cuando la inflación es un problema, estimular –con déficit- cuando es menester un “gasto extra” para salir del atolladero. Las políticas de gasto –de gasto social, pero también de ese gasto al servicio de los privilegiados señalado-, junto con el apoyo del grueso de la clase política a la lógica neoliberal, nos han llevado a la situación actual. La solución de Zapatero-Rajoy-Rubalcaba (éste último haciendo un papelón que parecía exclusivo del “digo-Diego de su jefe de Gobierno) pasa por que sean los trabajadores los que paguen el ajuste. Los mercados nos gobiernan y los dos grandes partidos comparten las líneas principales. ¿Hace falta el Parlamento? Para que no haya dudas, se trata de constitucionalizar ese techo. Y, por supuesto, sin preguntar a la ciudadanía, no vaya a ser que esté en contra.
Aumentar el déficit público cuando tenemos dificultades como país tiene claras ventajas. Primero, porque cuando te estás muriendo de hambre, reducirte la ración de alimento sólo te lleva a la muerte. En segundo lugar, si un país -y no los particulares- tiene un problema de deuda, el problema lo tenemos todos. Suelen ser momentos en donde necesitamos ponernos de acuerdo para ver cómo, entre todas y todos, salimos del agujero. Entonces, el país se sienta a la hora de la cena alrededor de la mesa y decide cómo planear el futuro. Y en vez de reformas constitucionales neoliberales, se plantea que es momento de reinventar el pacto social.
El techo constitucional al déficit es una medida que desecha solventar los problemas atendiendo a las necesidades de las mayorías. La solución que ofrece para solventar la diferencia entre ingresos y gastos pasa casi exclusivamente por reducir el gasto público que beneficia a las mayorías. No tiene otro sentido la constitucionalización del techo del déficit. De ahí que los prestamistas, agazapados detrás del anonimato de “los mercados”, celebren esas medidas que esclavizan a la ciudadanía para que paguen una deuda que crecientemente va a ver, como en Islandia, como ilegítima. Y que nadie se engañe: si tomas una medida dirigida a que sean los sectores medios y bajos de la población quienes carguen con el peso de la crisis, no busques luego políticas públicas que vayan en otra dirección. Si te maniatan, te ponen una venda en la cabeza y te arrodillan, haces bien en pensar que te van a ejecutar.
Incluir en la Constitución un techo para el déficit implica buscar soluciones en la tradición neoliberal: subidas de impuestos indirectos, endurecimiento de las condiciones laborales, privatizaciones, venta del patrimonio público o reducciones del gasto social.
Si esta medida viniera acompañada de algún tipo de “acuerdo social”, de manera que los grandes capitales, los empresarios, las sociedades de inversión o los bancos dejaran clara cuál va a ser su colaboración, su parte de pago del ajuste, la discusión sería otra (y que no nos vengan con patrañas, como la que están representando esos grandes capitales que, después de haber estado sobornando a políticos para no pagar impuestos, ahora hacen declaraciones afirmando que quieren pagar más impuestos). No es extraño que esta medida la presentara hace meses la derecha y que hoy la apoye el PP y CiU.
Lo inexplicable sigue siendo la interminable deriva del PSOE, cada vez más miope ideológicamente. Entendemos la propuesta del techo del gasto proveniente de Ángela Merkel, defendida por la derecha europea y española y argumentada desde los centros económicos que han traído la crisis. ¿Pero qué pinta el PSOE en todo esto? Parece la venganza de Bono. La gran coalición entre los dos grandes partidos ya está funcionando. A Borrell, en su propio partido le llamaron Mortadelo, porque se disfrazaba constantemente a ver si le sacaban los medios y superaba el cerco que le hacía su propio partido. Algunos tenemos nostalgia de Rompetechos. ¿Por qué no hay disidencia dentro del socialismo español? Queda cada vez más claro que el PSOE hace tiempo que prefirió ser el tendero de la13, rúe del Percebe".

martes, 23 de agosto de 2011

LA REFORMA CONSTITUCIONAL DEL PPSOE

Si tú, amable lector, eres trabajador, pensionista, mujer, laicista, ateo o simplemente descreído, si eres de los que sigues creyendo que la política debería ser una noble dedicación y no una forma de engañar, robar y servir solo a los poderosos, si te consideras dentro de alguna de estas categorías, eres de los que, junto a otros muchos millones de ciudadanos más, estás teniendo un agosto verdaderamente infernal.
A las desesperadas reacciones de los políticos que tratando de calmar a los mercados, -léase la banca nacional e internacional-, nos han empobrecido y endeudado mas, se le suma, en esta recta final del mes de los atracos a los más débiles, una propuesta de reforma constitucional que el zapaterismo se saca de la manga con el beneplácito de la otra cara de esa misma moneda, el PP.
La propuesta actual no es aquella propuesta rosácea de alterar las reglas de sucesión en el acceso al trono, no, la propuesta es para incluir en la Constitución un mecanismo por el cual y desde lo más alto de la pirámide legal española se den garantías a los mercados, hoy y para siempre, de que los dineros publicos nunca acometerán sendas de endeudamiento superiores a los limites que esos mismos mercados en cada momento impongan.
La reacción de la gente ha sido rauda y coincidente. La red, el medio de participación y opinión que sustituye a los que no nos representan, arde en opiniones mayoritariamente coincidentes en exigir que esa reforma sea sometida a referéndum, en el bien entendido de que sea rechazada de forma masiva por la ciudadanía
Vaya por delante mi opinión favorable a tal pretensión, vaya a continuación el enlace con la iniciativa de Viçent Navarro,-(http://actuable.es/peticiones/pide-referendum-ratificar-reforma-la-constitucion )-,la cual pretende que se envíen miles de cartas, e-mail, a los que no nos representan, a fin de que la convocatoria de referéndum sea suscrita por al menos veinte diputados y pueda llevarse a cabo.
Pero dicho lo anterior, hay que decir que la propuesta tiene, a mi entender un aspecto positivo de lo más interesante en el caso de que tuviésemos o hubiese opciones de tener un gobierno de izquierdas.
Este aspecto positivo es que la limitación del déficit público impediría que el estado acudiese al endeudamiento para auxiliar a la banca privada en el caso de que esta estuviese, como está, en riesgo de no poder hacer frente a sus deudas con otros bancos, evitándose así la actual situación de crecimiento del déficit público y de recortes de derechos y gasto social que tienen como único fin de inyectar liquidez a una banca involucrada en una espiral especulativa que ha dificultado, si no impedido, el acceso a la vivienda, bien y derecho que por mandato constitucional ha de ser protegido y facilitado por los poderes publicos, y que muy al contrario de lo preceptuado ha sido y es objeto de protección para el prestamista.
Como pueden Vds. atisbar la condición inicial es la que daría sentido a prestar apoyo a la iniciativa germana, ya que Merkel es su impulsora, y de ahí la coincidencia de las derechas españolas, pero como ni habemos gobierno de izquierdas, ni se le espera en muchos años, el apoyo a la medida ha de negarse.
Cierto es que si prestamos atención al contenido de la Constitución española podemos comprobar cuan escaso es el grado de cumplimiento de la misma, por lo que no es ni aventurado ni sin fundamento el afirmar que una vez incrustado el techo de endeudamiento público en el texto constitucional, los que seguirían sin representarnos hallarían mil recovecos para, atendiendo a los intereses de sus amos, violar esta sobrevenida e interesada adenda, de la misma forma que violan todas aquellas otras que de carácter social o referentes al ejercicio de los derechos cívicos vienen violando desde el 6 de diciembre de 1978.
Por cierto, y volviendo al principio, dudo mucho que en Francia, este agosto, esté haciendo mucho más calor que por estas tierras de ladrones, pero quizás se haya sobrepasado la capacidad de aguante de algunos ilustres y adinerados cerebros galos cuando algunos de ellos, dudo que derretidos, ante las primeras dudas sobre la fortaleza de la economía francesa y su capacidad para pagar sus deudas, han propuesto que el gobierno de Sarkozy y la Asamblea Nacional, instituciones que sí les representan, legislen a fin de que los ricos, ellos, paguen más impuestos.
Vamos a tener que mandarles al médico de Botín, y a Trillo. Uno para que les recete tranquilizantes “high society”, y el otro para que les reconvenga sobre lo que es el verdadero patriotismo. ¡Estos gabachos…..!

sábado, 20 de agosto de 2011

A UN REY QUE NO ME REPRESENTA


No hay muchas cosas de las que esté seguro, pero una de ella es que a su majestad le importa una higa si me representa o no cuando le da la bienvenida a un jefe de estado dictatorial, discriminador con la mujer, confesional y confesionalmente excluyente, un estado que se caracteriza por violar sistemáticamente la no injerencia en los asuntos internos de otros estados, un estado cuyo único fin es condicionar mentes para así estrechar los campos de libertad individual y colectiva, un estado que promueve la miseria como fétido abono donde crecen con facilidad sus fanáticos seguidores y un estado regido por una gerontocracia cuyo único objetivo es la acumulación de riquezas y de poder.
Vd. majestad, puede permitirse el lujo de no representarme a mí, pero yo que Vd. comenzaría a preocuparme por la cantidad creciente de gente que no solo no es representada por su majestad, sino porque esa misma gente, sencillamente no quiere que ser representada ante nada y ante nadie por una monarquía que se está caracterizando en los últimos lustros por su silencio ante la injusticia, por su ostentación de riqueza cuando el resto del pueblo se empobrece, por utilizar su supuesta altura institucional para, presuntamente, hacer negocios, negocios que de ser realizados por otros, al menos, serían puestos en cuestión ante la ley, en fin majestad, por toda una serie de acciones y omisiones que están provocando que el respeto que antaño se ganó sea hoy sustituido por toneladas de aversión de una ciudadanía harta de este sistema de explotación, mentiras, expolio e ilegalidades constitucionales consentidas.
Ninguno de los que repudiamos la confesionalidad del estado y de sus instituciones, y Vd. y su familia siguen siendo una de ellas, nos sentimos representados cuando se inclina ante un protector de pederastas.
Ninguno de los que tenemos como fundamental el art. 16.3 de la constitución, que dice, inútilmente, que ninguna confesión tendrá carácter estatal, nos sentimos representados cuando besa el anillo que simboliza el poder de la más sangrienta secta religiosa.
Ninguno de los ciudadanos anteriores y otros muchos más que no comparten sus creencias religiosas, y que por ley somos españoles, nos sentimos representados cuando su majestad da la bienvenida al papa nazi, o ex-nazi, en nombre del pueblo español. ¿O acaso cree su majestad que está representando ante el jefe del estado vaticano, de tourneé recaudatoria por España, a los cientos de jóvenes apaleados estos días, por el simple hecho de ejercer su derecho a manifestarse de forma legal y autorizada, a fin de exigir que los dineros publicos no se destinen a dar cobertura a esta y solo a esa confesión religiosa?
Y al no representarnos a cientos de miles, si no millones, de descreídos ciudadanos se evidencia al menos uno de los dos siguientes hechos, entre sí contrapuestos y a la vez irrebatibles, uno, o bien miente su majestad al hablar en nombre del pueblo español, se supone que de todo el pueblo español, o, dos, cuando así se pronuncia, su majestad está conculcando el art. 11.2 de la constitución al no considerarnos parte del pueblo español, y con ello pareciera que desea privarnos de la nacionalidad española a la que tenemos tanto o más derecho que su majestad, ya que entre otras cosas, al menos este que aquí le escribe, sí nació en España.

viernes, 19 de agosto de 2011

VUELVE LA REPRESION FRANQUISTA



Con estas letras de hoy batiré records propios de brevedad, de indignación y de inoperante solidaridad con mis conciudadanos traicionados y apaleados por este régimen de mentiras y atracos.
La foto que habría de oscurecer a todo este país de mierda es expresión cabal de lo que es hoy día el estado español, su defensores armados y los deslegitimados ladrones que los mandan.
El valiente de la foto, el madero que ocupa el primer termino de la foto, anoche debió ganar algún entorchado en la aberrante competición de meritos policiales, ya que sin venir a cuento y según su propia terminología, y tal y como demuestra la imagen, “hostió” a la chica que de forma absolutamente “ilegal” pillaron in fraganti paseando por la acera con su chico, a quien por protegerla de tan caballerosa acción le llovieron palos a mansalva.
Este valiente defensor del Estado no estaba obedeciendo orden alguna de sus superiores, -o quizás sí-, pero yo me inclino a pensar que solo obedecía a su maldita genética, asesina y cobarde, esa histórica, (recuerden a las SS, la Gestapo, la Stasi y tantas otras organizaciones estatales de asesinos vocacionales) y degenerada genética que les impulsa a maltratar al semejante escondiéndose después en la cobardía de la obediencia debida y el cumplimiento de las ordenes recibidas, cobardía que les permite vivir sin que se les pudran sus vísceras por el remordimiento. Debiéramos todos, por salud cívica saber sus nombres y apellidos y hacer llegar a sus familiares y amigos las pruebas de lo que realmente son, sádicos y cobardes maltratadores, a sueldo de desalmados metidos a políticos.
Les dejo dos enlaces a fin de que por sus propios ojos comprueben el trato que reciben los ciudadanos que confían en poder ejercer el derecho a manifestarse de forma legal y autorizada y que se encuentran con que en vez de defender sus derechos las fuerzas armadas del estado los apalean, insultan y reprimen.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=9zJCgUu5mtE
http://www.publico.es/espana/392160/la-violencia-policial-sale-a-la-luz

jueves, 18 de agosto de 2011

EL NACIONAL-CATOLICISMO



Como los que tengan edad suficiente lo habrán padecido y los que no la tengan lo pueden leer si es que leer quieren, no voy a molestarme en dar mi versión sobre lo que es y vuelve a ser el nacionalcatolicismo español.
Por supuesto que asistí ayer a la manifestación contra el gasto público en la visita, dicen que pastoral, de Joseph Ratzinger, pero lo mas llamativo es que en ella se manifestaron no solamente las más de diez mil personas que expresamos nuestro desacuerdo con tal hecho, sino que con nosotros se manifestó uno de los aspectos más hirientes del renacido nacionalcatolicismo, esta vez zapaterista.
Permítanme unas cuantas pinceladas sobre los hechos que allí ocurrieron y que hoy son, como antaño, objeto de deformación, de mentira, y en el mejor de los casos, de ocultación por parte de toda la prensa del sistema.
En primer lugar, señalar que era una manifestación legal, autorizada por la delegada del gobierno de Madrid, una tal Lola Carrión, -a quien dedicare más adelante unas líneas-, por lo que el derecho a transitar por el itinerario marcado debía ser objeto de protección policial y de prevalencia sobre cualquiera otra circunstancia que en ese itinerario se diese. Y no fue así.
De entrada la marcha partió con un escasísimo número de efectivos policiales, no más de veinte que se limitaban a señalar a los viandantes ajenos a la manifestación las aceras como sitio por el que transitar, lo cual entra dentro de lo correcto, y así sucedió desde el arranque de la marcha en la plaza de Tirso de Molina hasta el entronque de la calle Carretas con la Puerta del Sol.
Y fue en ese punto donde por encanto, o mejor, por milagro papista, sucedió que los escasos miembros de la unidad de intervención inmediata de la Policía Nacional desaparecieron, dejando que los miles de papistas que abarrotaban la Puerta del Sol impidiesen el paso a la cabecera de la marcha, iniciándose así los primeros engallamientos verbales entre unos, los que impedían el derecho de manifestación, y otros, los que lo ejercían bajo el supuesto amparo de la ley y de sus defensores.
Desapareció la policía y durante toda una interminable hora la marcha no pudo avanzar un solo paso detenida ilegalmente bajo un sol de justicia, que mas que divina debía ser vaticana por la dureza con que se abatía sobre nosotros y la aparente suavidad con que lo hacía sobre los protegidos de dios y del gobierno.
Con ello consiguieron que parte de los manifestantes se dispersasen buscando la forma de continuar su recorrido por la calle de Alcalá hasta el cruce con Sevilla y por esta hasta la calle de la Cruz para retornar a la plaza de Benavente y de esta de nuevo a Tirso de Molina.
Mantengo que la actuación policial respondió a un premeditado plan para desbaratar una manifestación que no era del agrado del poder político zapateril, el cual no se recató en mostrar a través de sus matones a sueldo uniformados su predisposición a moler a porrazos a los que no comparten con ellos su sumisión a los dictados de una de las sectas más sangrientas de la historia de la humanidad, la iglesia católica.
Cuando debieran haber impedido la confrontación verbal y la obstaculización de la marcha legal, los robots policiales desaparecieron. Cuando la confrontación verbal decaía y los manifestantes antipapistas comenzábamos a circular evitando a los provocadores papistas, de nuevo aparecieron las fuerzas de inseguridad del estado empujando a los manifestantes a fin de habilitar espacio para los papistas, que eran los que interrumpían e impedían la manifestación, y cuando por la calle de Alcalá y Sevilla nos encaminábamos los primeros manifestantes hacia el final del recorrido, se dispusieron en evidente despliegue previo a la carga contra los que amparados por la legalidad debíamos ser objeto de protección y no de represión premeditada.
Todo el que haya tenido algo que ver con tácticas policiales en el control de masas sabe que el primer aspecto a cuidar es la amedrentación del oponente, y esta era ayer mas que evidente. Si la presencia policial era para facilitar el desarrollo de la manifestación, si era para mantener el orden y para en su caso defender a los que, repito, amparados por la ley, circulabamos por la via publica haciendo uso legitimo de su derecho a manifestarnos, su actitud demostraba todo lo contrario.
La pasma estaba atenta a los movimientos de los manifestantes, no de los papistas que impedían la marcha, los maderos ni respondían a las demandas de los más despistados manifestantes de por donde circular y hacia dónde dirigirse, y las formas en que algunos de ellos acariciaban sus pistolas y sus porras eran todo un preludio de lo que poco después sucedió a fin de dar cumplimiento a un guion previamente establecido. Moler a palos a los osados descreídos que pedíamos que nuestros impuestos no se gasten en visitas de fantoches extranjeros que pretenden condicionar no solo conciencias sino la forma de vivir y relacionarse socialmente, es decir, inmiscuirse en los asuntos políticos internos de un país al que se supone soberano.
La prensa burguesa, la indecente prensa vendida al capital internacional y a sus aliados vaticanistas presenta hoy los hechos como un disturbio causado por los manifestantes, y simple y llanamente no es cierto. La primera provocación vino de una incompetente y asalariada fanática del zapaterismo. Una militante de la Agrupación Socialista de Chamberí a la cual acudió por primera vez con panfletos a favor de Zp cuando este era candidato a secretario general del Psoe, lo cual le ha valido pasar por toda la escala digital de puestos en la Administración zapateril dejando constancia de su inutilidad, llegando por fin a desempeñar el puesto de Delegada del Gobierno a propuesta de Rubalcaba, el cual no debía ese día estar muy fino ya que si alguna delegación gubernativa ha de ser tratada con mano izquierda es la de Madrid, y con esta “mequetrefa” eso es imposible, como se ha demostrado.

La segunda provocación vino de todos aquellos papistas que en su totalitarismo metal, politico y religioso, increparon e impidieron, con el beneplacito de la policia, el normal discurrir de una actividad civica amparada en la constitución y autorizada conforme a la regulación vigente.
Como pueden comprobar todo lo de ayer, represión de la discrepancia, aplicación de la ley y de la fuerza del estado según convenga al poder, y la supeditación y pleitesía de hoy que todos los jerarcas del régimen ofrecen a un nazi protector de pederastas, prueban que el nacionalcatolicismo vuelve a las andadas pues ya controlan la libre disposición de los dineros publicos, de los bienes estatales, y como nunca en sus mas delirantes sueños de opresión poseen y/o controlan todos los medios de comunicación ayudados por sus banqueros y hasta por el mas fascista de los clubes de futbol españoles, el que dice ser real y de Madrid. Hasta ayer tan solo les faltaba la utilización de la fuerza pública en su favor, ese era el único detalle que faltaba a esta foto de lo sucedido ayer en Madrid, que si bien es foto digital y a todo color, no por esto deja de ser sosias inseparable de aquella otra, en sepia, del cardenal Gomá saludando brazo en alto junto a su Excrecencia a la salida de algún Te Deum fascista.

martes, 16 de agosto de 2011

¡MANDA HUEVOS!

Vuelve uno de pasar unos días de vacaciones en la playa, -si es que los jubilatas tenemos vacaciones-, y tras disfrutar de esa arena que nos acompaña hasta la decimo octava ducha madrileña, de los clásicos calamares del devónico a precio de caviar del siglo veintiuno, tras haber superado los treinta y ocho grados de benigna fiebre a la sombra, después de haberme deleitado con el resistente “bacalao” levantino, ese pútrido pescado que en forma de ritmo infernal nos regalan imberbes a bordo de petardeantes automóviles y tras haber conseguido llegar a la capital de esta confederación de autonomías sin que los “fitipaldis” de turno me hayan echado fuera de la carretera, llega uno a esta, la capital de la confederación española de republicas autónomas y se encuentra con la más deprimente de las situaciones.
Si en tiempos de normalidad ciudadana el número de auto-lobotomizados por las religiones es alto, deprimentemente alto, ahora con la llegada del estrafalario representante de dios en la tierra, (¡olé la humildad que se gastan!), este poblacho manchego con ínfulas de gran ciudad europea, está más que insoportable.
Son riadas de jovenzuelos, supongo que vírgenes y mártires, los que han inundado las calles de Madrid, y para mí las han inundado de desconcierto. De mi propio desconcierto y del de aquellos otros que se mantengan firmes en la defensa de sus propias neuronas.
¿Cómo es posible que gente de multitud de países, unos con más conocimientos y preparación que otros, unos universitarios y otros analfabetos funcionales, unos diplomados en las mil y una especialidades que al capital internacional le interesa y otros discapacitados intelectuales, todos, compartan sin diferencia alguna las anteojeras que el fanatismo religioso impone a quienes rechazan usar el más alto don que la naturaleza ha dado al hombre, la razón?.
Estos jovenzuelos rechazan la capacidad de pensar por sí mismos, la capacidad de analizar hechos y situaciones, la capacidad de sacar conclusiones de la historia, sea esta reciente o remota.
Pareciera que les repele aplicar sus neuronas al análisis de la religión, del hecho religioso, al desmenuzamiento intelectual del devenir de aquellos que han ostentado y ostentan el poder embaucador de la religión. En su actitud se niegan a actuar intelectualmente de la misma forma en que actúan ante cualquier otro hecho o circunstancia de su vida, aceptando, se supone que de buena gana, hechos, dichos y obviedades que fuera del ámbito religioso, sea este público o privado, rechazarían de forma tajante.
Dicen los creyentes, y fundamentalmente los creyentes de la iglesia mas fundamentalista de las que se autodenominan cristianas, la católica, que eso es la fe, y que esta consiste en creer en lo que no se ve. Bueno, que le vamos a hacer, pero si esto fuese así, sensu contrario ¿cómo es que lo que sí se ve, no ha de ser tenido en cuenta?, ¿o es que no ven la tomadura de pelo y de ¿alma? que todos los fantoches disfrazados de demiurgos les aplican en cada uno de sus hechos hasta el punto de que jamás político alguno, -y ya sabemos cuál es la especialidad máxima de los políticos, el mentir-, ha logrado obtener distancia mayor entre sus dichos y sus hechos?
Ni todos son tontos, ni mucho menos todos ellos son los más listos del mundo mundial, pero que están desperdiciando y despreciando capacidades humanas de las que están dotados, eso para mí es tan seguro como que el día precede a la noche y viceversa.
Y uno que fue aleccionado, que no educado, en el fanatismo católico, aun recuerda aquello de la parábola de los dos hermanos a los que el padre entregó varios talentos para que por el mundo los utilizasen y los multiplicasen, y mientras uno de ellos así lo hizo y mereció la aprobación de su progenitor, otro los dilapidó y desaprovechó voluntariamente obteniendo la reprobación y castigo correspondiente.
Pues eso. Que el fanatismo, este y cualquier otro, conduce inevitablemente al esclavismo intelectual, y a un servidor la esclavitud, aun la voluntaria, le jode. Y mientras, los padres de esta patria laica y aconfesional, desde el monarca hasta el último lameculos fachendoso y arribista, inclinándose ante un nazi que promete la felicidad eterna mientras aquí coopera, y de qué manera, a la desgracia de los más débiles.


Postdata para los papistas: Ya podéis comprobar que para nada he hecho mención de los dineros de la iglesia católica, de sus inversiones en empresas de armamento o químicas fabricantes de anticonceptivos, ni tan siquiera he querido aprovechar ese rumor, nunca comprobado, de la protección papal a la pederastia de sus tropas. Pero…nada, nada, no me lo agradezcáis que antes o después caerá.