jueves, 6 de agosto de 2009

70 AÑOS, 56 ASESINATOS

Después de 70 años de uno de los mas horribles crímenes colectivos perpetrado por la dictadura franquista, 56 asesinatos, pareciera que permanece el sectarismo de entonces, casi en estúpido estado de guerra.
Mientras unos dicen recordar a las trece rosas, trece jóvenes trabajadoras, las más de ellas afiliadas a las Juventudes Socialistas Unificadas, otros, también por su lado dicen recordar a los suyos, los 43 claveles, fusilados unos minutos antes en las tapias del cementerio de la Almudena.
Este cinco de agosto se han llenado las paginas, las de papel y las electrónicas, de reseñas de aquellos que desde los partidos residuales, PSOE y PCE, -nada en común con los que antaño-, ahijaron a los asesinados, adueñándose de forma tan instantánea como mediática e interesada de la vida y la muerte de aquellos que hoy repudiarían su proceder político y social.
Las trece rosas eran unas jóvenes trabajadoras concienciadas y comprometidas políticamente en la defensa de unos ideales y de un estado democrático en guerra con la opresión y los dogmatismos. Eran trece jóvenes que militando nueve de ellas en las Juventudes Socialistas Unificadas, tres en el PCE y una de ellas sin adscripción política alguna, sufrieron la sinrazón de un fascismo tan analfabeto, desalmado y asesino cuan católico, apostólico y romano decían y dicen ser. Jóvenes que de su adscripción habían hecho un compromiso político por el que se mantuvieron en una organización clandestina a la que sus dirigentes, contando con los medios necesarios, ya habían abandonado huyendo de la represión que ellas afrontaron.
Se puede entender que a todos, todos y todas, los asesinados por la mas negra de las españas, se les homenajee, y que ese homenaje lleve uncido el rechazo a la muerte impuesta y a los asesinos a sueldo, lo que no entiendo es que se apropien de esas muertes aquellos que hoy, en la “normalidad” democrática, serían rechazados por los sujetos del homenaje.
Como entender si no, que el actual PSOE, situado en las mas complaciente derecha capitalista se sume a estos homenajes cuando los principios de aquella organización juvenil eran “la defensa diaria de los intereses de la juventud trabajadora, la educación en el marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario, la capacitación de los jóvenes obreros para fortalecer y desarrollar la organización y luchar en la vanguardia de la juventud, agrupándola contra el fascismo y por la victoria del socialismo”.
No cabe desde mi punto de vista mas falsedad e hipocresía histórica. Hoy y ayer.
La hipocresía de hoy no es necesario demostrarla por evidente, -ahí están los hechos del zapaterismo para con los jóvenes españoles-, pero es que entonces, cuando en agosto del 39 fueron fusilados estos y estas ciudadanas, ya el PSOE había dado instrucciones para el abandono de la JSU por parte de aquellos jóvenes a los que como partido político controlaban, es decir que para cuando se produce el masivo asesinato, 5 de agosto de 1939, el PSOE ya había traicionado lo pactado en 1936 cuando se fusionaron las organizaciones juveniles del PCE y del propio PSOE.
Si antaño la supuesta radicalización de los “jusos” fue el motivo aducido por el entonces socialista PSOE para traicionar a la organización surgida al inicio de la guerra, ¿que no haría hoy este PSOE de Zp si alguna organización similar mantuviese no ya aquellos principios ajustados y necesarios a las circunstancias de aquella época, sino si solo se limitasen a propugnar y defender criterios de igualdad, libertad, verdad y justicia social?.
Por eso, ayer, muchos de los que, ya muy mayores, asistían al homenaje, no entendían que pintaban allí gente como Leire Pajin y Tomás Gómez. Gente que, con los limites que les impone el actual sistema, también toman represalias hacia quienes ellos, unilateralmente, declaran desafectos a su régimen.

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