viernes, 11 de junio de 2010

LOS KILOVATIOS DE DON MIKI

Como lo que a continuación sigue tiene pero que mucha miga, me voy a limitar a exponer unos hechos tal cual yo los conozco, para que Vds. saquen sus propias conclusiones y en uso de su libertad de pensamiento califiquen como deseen lo que están haciendo unos chicos que ni tan siquiera se han molestado en definirse como progresistas ya que dicen de si mismos que son “intermoneytarios”.
A la salida de las elecciones generales de 2008 don Zp designó como ministro de industria, comercio y turismo a aquel fracasado candidato a alcalde de Madrid que atiende al nombre de Miguel Sebastián Gascón.
Por si alguien no lo recuerda traeré a colación una de las más conocidas faenas de este fino y elegante contrincante de Gallardón, ese que tuvo a bien sacar en un debate televisado lo que él consideraba un trapo más o menos sucio de su contrincante en forma de foto de fémina, Montserrat Corulla, de quien el mal decir popular afirmaba ser algo más que conocida del alcalde saliente. Aquella demostración de profundo conocimiento de la realidad madrileña supuso la puntilla para un candidato que había renegado del partido que respaldaba su candidatura, que se había negado a hacer declaración de bienes e intereses, -hoy ya sabemos que es multimillonario-, y que dimitió ipso facto, ya que estimaba que antes muerto que sencillo, perdón, antes profesor temporal en universidad privada que portavoz en la oposición en el ayuntamiento de Madrid.
Ni un curso entero completó en tal quehacer, del verano de 2007 a la primavera del 2008 en que fue nombrado ministro de industria, don Miki Sebastián, conjugó los verbos enseñar y atesorar, más lo segundo que lo primero, pues las actividades de su querida Intermoney, empresa de intermediación financiera que forma parte del grupo CID, se empezaron a multiplicar milagrosamente, tanto que ríanse de aquello bíblico de los panes y los peces, ya que aquí lo que se multiplicó fueron los euros y los dólares.
No tardó mucho don Sebastián en tomarle el tranquillo al ministerio, comprobó que el comercio nacional e internacional, al igual que el turismo y una parte importantísima de la industria, están muy atomizados, son muchas las manos que están posadas en esos intereses, los cuales a su vez dependen de factores que un solo ministerio no puede controlar, pero…..….pero don Miki encontró lo que buscaba desde el primer momento, un gran grupo oligopolista con gran respaldo bancario y con una gran dependencia económica de decisiones que le competían a él como ministro de la industria, determinar el precio de la energía eléctrica.
No me extenderé en lo que es conocido de todos, aquello antiguo de las privatizaciones a precio de saldo de las empresas nacionales de generación y distribución eléctrica, tampoco me extenderé sobre los maravillosos resultados que la competencia entre las empresas privatizadas ha deparado al común de los usuarios domésticos. Sí recordaré el desastre que desde la privatización hemos venido sufriendo los usuarios por irregularidades en el suministro eléctrico a causa de el nulo mantenimiento y escasa inversión que las privadas han venido realizando, hasta el punto de haberse disparado la compra de megavatios a Electricité de France, ya que estos eficaces gestores privados no han sido capaces de acompañar en su capacidad de generación y distribución al crecimiento de la demanda eléctrica.
Con anterioridad, seis años antes, el PP se había apuntado al tongo de bajar el precio del kilovatio aplazando el pago de la diferencia entre lo que les costaba el Kw a las eléctricas y el precio oficial de venta para las calendas grecas, (más o menos hoy), iniciándose con ello la generación de una bolsa de deuda asumida por el estado para con las eléctricas, lo que ahora llaman el déficit de tarifa y el establecimiento de primas a la producción eléctrica por procedimientos renovables, conjunto que ha supuesto que en el año 2008 que se hayan pagado por la hacienda pública más de 6500 millones de euros por tal concepto.
Así las cosas, y dado que don Miki es un experto por la universidad de Minnesota en detectar donde están los negocios, se apresuró en dar comienzo a una escalada de precios de la luz que ha supuesto que desde entonces, julio de 2008, esta se haya encarecido para el consumidor domestico más del 25%. Ni que decir tiene que el precio del kilovatio consumido por la gran industria no ha padecido tan grande obesidad. Ni tampoco ha transcendido cuanto le cuesta a cada compañía la generación de cada kw que nos vende.
Y como dice un dicho popular, “cuando un tonto coge una linde….se acaba la linde y el tonto sigue”, pues que para mí que don Miki se está pasando y va a quedar al descubierto su desinteresada querencia. Vean si no el último capítulo de su entrega a favor de los que “menos” tienen.
Ahora descubre el ministro que las primas por producción de electricidad por métodos sostenibles alcanzan cifras estratosféricas, por lo que está estudiando cómo encajar legalmente el acabar con esas ayudas, que en la situación actual, de escasos dineros públicos, no es soportable. Y se le ha ocurrido, no a don Miki, estoy seguro, sino a las eléctricas, que hay que quitar las primas de producción a empresas que generan electricidad por placas fotovoltaicas y a las de centrales de combustión de biomasa, pero no se dice nada de las eólicas. ¿Por qué será?.
Pues muy fácil. Las eólicas, esas empresas que nos decoran las crestas de los montes con gigantescos molinos contra los que ni el más demenciado Quijote se lanzaría, todas las eólicas, son empresas subsidiarias de las eléctricas de cabecera, por lo que cuando don Miki negocia con Sevillana, Fecsa, Iberdrola o Unión Fenosa, estas defienden el conjunto de sus mecanismos de producción, aquellos que les permiten tener el oligopolio y con él el encadenamiento eterno de los clientes, que a semejanza de Al Capone en el Chicago de los años 20, por zonas geográficas, tienen presos.
Y ¿que tienen las fotovoltaicas y las generadoras por combustión de biomasa que no tengan las eólicas?, También muy fácil. Tienen la virtud de que si se extendiesen y contasen con respaldo oficial conseguirían dos cosas, una ya alcanzada, el ser el sector más puntero y competitivo de la industria española, y dos, poder llegar a alcanzar la potencia empresarial y generadora suficiente como para romper el oligopolio actual, ya que a diferencia de los otros métodos de generación eléctrica un huerto solar lo puede poner casi cualquiera y así cualquiera podría vender kilovatios a cualquier antiguo y disidente cliente de las oligopolistas.
Esta es para mí la clave del ascua que don Miki arrima a la sardina de los poderosos del kw, y como en alguna otra ocasión ya he dicho, que nadie da besos de balde, hay que preguntarse por la contraprestación que el país, el medio ambiente, el ciudadano de a pie o el propio don Miki y su entorno pudieran percibir. Vds. mismos.

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