¿LA CAIDA DE ESTOS “DIOSES”?

Allá por el cretácico, mi abuela materna decía que los tiempos cambian que es una barbaridad. Ya entonces era verdad, mucho antes también, y ahora, no digamos.
Si antaño el dios de los judíos era un dios de los de rompe y rasga, de los que por un quítame allá un cordero no sacrificado, te mandaba unas cuantas plagas, que manda narices el sentido de la justicia y del equilibrio que se gastaba el señor; y ya me dirán si no es sorprendente que hoy, ese mismo dios de los judíos calle cuando los que dicen ser su pueblo elegido masacran palestinos, o el dios de los cristianos, que no sé yo si es el mismo pero en versión doctor Jekyll, calla también cuando sus pastores "se lo hacen" con chiquillos.
A lo que iba, que me voy por los cerros de Jericó. Que si los dioses han cambiado, y tanto ayer como hoy no hay quien los entienda, los animales de dos patas, llamadas piernas, ni les cuento.
Y como esto no va de sociología local, racial o global, que uno es de minas, y de eso, como de tantas otras cosas, cero zapatero, me voy a limitar a sorprenderme por los cambios, al menos aparentes que han debido producirse en las mentes de muchos de los socialistas que yo conocí a lo largo de casi treinta años de militancia en el PSOE.
Es cierto que algunos de ellos, -bueno, muchos-, no han cambiado ni un pelo en su archidemostrada habilidad para mantenerse en el pesebre fuese quien fuese el baranda que llevase la batuta.
Recuerdo con especial aversión a un tal F.G.O., adelantado volatinero que en salto sin red pasó del PC al guerrismo, cuando el guerrismo pintaba y mucho, de este, pasó al felipismo más temprano, aquel de gato blanco o gato negro………; ya en 1996 consiguió que el aznarismo le mantuviese bien colocado en los ochos años de infausto recuerdo, y de nuevo, por el 2002, discretamente, saltó al zapaterismo, que le ha acabado colocando nada menos que en el tribunal de cuentas.
Como este, y a diferentes niveles de “pesebreo”, incontables ellos y ellas que presumen de adaptabilidad al medio político, cuando lo suyo es simple vagancia, inutilidad o ambas cosas a la vez.
Pero en sentido contrario también sé de muchos otros que siguen viviendo los valores del socialismo democrático y que permanecen en silencio en el seno del Psoe.
Son muchos los que permanecen en ese “convento” por mera inercia, por simple cuestión de trayectoria personal o familiar, por albergar la esperanza de que algo cambie y vuelvan a sentirse cómodos en “su” Psoe. Por esto es por lo que muchos callan.
Estos son los que mayoritariamente no necesitan del poder para caminar libres por la vida económica, laboral e ideológica, son los que, involuntariamente, junto a otros que hacen de su odio al adversario político la única razón por la que permanecer en esta otra trinchera, permitiendo así que los más intrépidos liberales, aquellos que se sentirían algo incómodos en el PP, se hayan hecho con el poder en el Psoe, hayan alcanzado el gobierno en el derrumbe del aznarismo y porfíen por eternizarse a los mandos del que fue el partido del socialismo democrático español.
Hace unos días aventuraba una posible reacción en contra de la dictadura de Zp. Hoy me limito a exponer que la mayoría socialista, silente pero socialista, que sigue en el Psoe cuenta con sobradas razones para torcer el brazo de los que los dirigen, pero que no les representan ideológicamente.
No sé si la historia, como Yahvé a Lot, les pedirá un numero mínimo de “justos” para salvar a esta Sodoma y Gomorra zapaterista del fuego celestial, -del descredito ciudadano-, lo que a cada minuto es más evidente es que con su inacción, los socialistas del Psoe facilitan la permanencia en el poder de quienes les demuestran día a día que nada tiene que ver la realidad de sus hechos con los valores de la izquierda democrática. Y pasar a la historia como alegres conmilitones de Zp seguro que avergonzará a sus descendientes.