Que este país jamás ha tenido una política industrial digna de tal nombre es más que sabido ya que aquí siempre se ha confundido interesadamente política industrial con política de subvenciones a la industria, pero desde que al ministerio de Industria llegó el intermoneytario y fracasado pretendiente a la alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián, esa política industrial de subvenciones a amigos se transformó en un mercadillo persa en el cual todo el presupuesto público y el cada vez mas escuálido presupuesto de los ciudadanos se puso a disposición de las eléctricas.
Si en los últimos años España consiguió despuntar en algún sector industrial ese fue en el de las energías renovables y especialmente en las fotovoltaicas, hasta el punto de ser punteros a nivel mundial la tecnología y los componentes aquí desarrollados. Pero quizás por facilitar estas tecnologías la posibilidad de que todos y cada uno de nosotros pudiéramos, al menos en parte, “independizarnos” de los oligopolios eléctricos, es por lo que desde el Ministerio se cortocircuitó tal posibilidad derruyendo el avance conseguido al suspender las ayudas a las fotovoltaicas y concentrándolas en las eólicas que son propiedad de las FECSA, Endesa e Iberdrola, con el único propósito de engordar y mantener el dominio de estas sobre una clientela cautiva y maltratada.
Si antes de la llegada de este tiburón de las comisiones el precio de la luz subía una vez al año, desde que implantó sus reales posaderas en el ministerio, don Miguel Sebastián Gascón ha ido efectuando “actualizaciones” de la factura eléctrica, primero cada seis meses y ahora cada trimestre.
Y nada de tener en cuenta la inflación o el coste de la producción, no, don Miguel se inventó un mecanismo por el cual las propias eléctricas pujan trimestralmente por el precio del kilovatio que ellas mismas producen y lo resultante de su puja nos lo aplican en la factura de la luz a los cautivos y no sé hasta qué punto imbéciles consumidores.
Permítanme en este punto una odiosa comparación. En Francia la factura eléctrica se desglosa atendiendo al porcentaje de producción mensual de la energía según su origen, ya que no les cuesta lo mismo producir un Kw de electricidad hidráulico, que térmico o nuclear. Pues aquí no, aquí lo único que cuenta es lo que quieren ganar los oligopolios.
Y como todo tiene una explicación, la que sigue no sé si corresponde a la realidad, pero me afanaré en comprobar lo que me cuentan, que la agencia de intermediación de don Miguel es la que efectúa casi en exclusiva las operaciones de capital de esas compañías eléctricas a quienes el ministro trata con tan especial y continuada delicadeza y atención.
Eso sí, don Miguel, al menos ha intentado que el consumo eléctrico se modere y disminuya, pues como todos podemos recordar, y recordaremos por mucho tiempo, dedicó una millonada de euros a comprar y posteriormente repartir, unas bombillas de bajo consumo que nadie ha visto por ningún lado. Claro que para compensar la disminución del consumo eléctrico que esas fantasmales bombillas le acarrearían a sus queridas eléctricas, don Miguel, se ha gastado otra millonada en subvencionar el desarrollo y fabricación de cochecitos eléctricos que al igual que las bombillas deben estar almacenados en una cuarta o quinta dimensión….de los atracos oficiales.
No olviden Vds. la siguiente predicción: el 21 de noviembre de 2013, el día en que se cumplirán los dos años que la ley establece como periodo en el cual no se pueden desarrollar actividades privadas que hayan tenido relación con la actividad oficial de don Miguel como ministro de industria, ese mismo día pasará a formar parte del consejo de administración de alguna de las eléctricas a las que tan bien trata con nuestro dinero. ¡Al tiempo!
Si en los últimos años España consiguió despuntar en algún sector industrial ese fue en el de las energías renovables y especialmente en las fotovoltaicas, hasta el punto de ser punteros a nivel mundial la tecnología y los componentes aquí desarrollados. Pero quizás por facilitar estas tecnologías la posibilidad de que todos y cada uno de nosotros pudiéramos, al menos en parte, “independizarnos” de los oligopolios eléctricos, es por lo que desde el Ministerio se cortocircuitó tal posibilidad derruyendo el avance conseguido al suspender las ayudas a las fotovoltaicas y concentrándolas en las eólicas que son propiedad de las FECSA, Endesa e Iberdrola, con el único propósito de engordar y mantener el dominio de estas sobre una clientela cautiva y maltratada.
Si antes de la llegada de este tiburón de las comisiones el precio de la luz subía una vez al año, desde que implantó sus reales posaderas en el ministerio, don Miguel Sebastián Gascón ha ido efectuando “actualizaciones” de la factura eléctrica, primero cada seis meses y ahora cada trimestre.
Y nada de tener en cuenta la inflación o el coste de la producción, no, don Miguel se inventó un mecanismo por el cual las propias eléctricas pujan trimestralmente por el precio del kilovatio que ellas mismas producen y lo resultante de su puja nos lo aplican en la factura de la luz a los cautivos y no sé hasta qué punto imbéciles consumidores.
Permítanme en este punto una odiosa comparación. En Francia la factura eléctrica se desglosa atendiendo al porcentaje de producción mensual de la energía según su origen, ya que no les cuesta lo mismo producir un Kw de electricidad hidráulico, que térmico o nuclear. Pues aquí no, aquí lo único que cuenta es lo que quieren ganar los oligopolios.
Y como todo tiene una explicación, la que sigue no sé si corresponde a la realidad, pero me afanaré en comprobar lo que me cuentan, que la agencia de intermediación de don Miguel es la que efectúa casi en exclusiva las operaciones de capital de esas compañías eléctricas a quienes el ministro trata con tan especial y continuada delicadeza y atención.
Eso sí, don Miguel, al menos ha intentado que el consumo eléctrico se modere y disminuya, pues como todos podemos recordar, y recordaremos por mucho tiempo, dedicó una millonada de euros a comprar y posteriormente repartir, unas bombillas de bajo consumo que nadie ha visto por ningún lado. Claro que para compensar la disminución del consumo eléctrico que esas fantasmales bombillas le acarrearían a sus queridas eléctricas, don Miguel, se ha gastado otra millonada en subvencionar el desarrollo y fabricación de cochecitos eléctricos que al igual que las bombillas deben estar almacenados en una cuarta o quinta dimensión….de los atracos oficiales.
No olviden Vds. la siguiente predicción: el 21 de noviembre de 2013, el día en que se cumplirán los dos años que la ley establece como periodo en el cual no se pueden desarrollar actividades privadas que hayan tenido relación con la actividad oficial de don Miguel como ministro de industria, ese mismo día pasará a formar parte del consejo de administración de alguna de las eléctricas a las que tan bien trata con nuestro dinero. ¡Al tiempo!
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