Un ejemplo más de como, ya sin disimulo y sin tapujos, el zapaterismo pone hasta los resortes y medios de la administración general del Estado a disposición de los plutócratas del ladrillo, es la creación de la Sociedad Publica de Alquiler, cuyas desgraciadas siglas, Spa, casualmente orientan sobre lo que quieren que sea la crisis del ladrillo para los que hasta ahora se han enriquecido expoliando preferentemente a los jóvenes.
Se oculta, con la creación de esta empresa, un fracaso que en forma alguna puede ser reconocido por el neoderechismo zapateril. Este no es otro que su decidida incapacidad, más aún su decidida renuncia, a trabajar para dar cumplimiento a un derecho constitucional, el del acceso a la vivienda que lleva emparejado el derecho a la emancipación profesional y económica, ya que todos ellos se ven truncados por unos precios de la vivienda desorbitados, especulativos y abusadores que han contado y cuentan con el respaldo de los complacientes gestores políticos ya que nada han hecho por poner coto a tanto abuso.
Y llegan al extremo de crear una sociedad que en forma alguna va a trabajar para, directa o indirectamente, construir viviendas y lanzarlas al mercado del alquiler, generando así un parque de viviendas públicas que aun con perdidas, diesen cumplimiento al citado mandato constitucional de facilitar las administraciones publicas el acceso a una vivienda digna a todo el que la necesite. No, a eso no se dedica ni se dedicará la Spa, se dedica y se seguirá dedicando a formar un parque de viviendas en alquiler facilitadas por las momentáneamente maltratadas inmobiliarias, a las cuales por cada vivienda que faciliten recibirán 6 mil euros y la garantía de devolución cuando las reclamen, así como de un adecuado mantenimiento.
De esta forma se intenta ayudar, no a quien necesita una vivienda, no, su principal objetivo es meter en el bolsillo de los ladrilleros un volumen considerable de efectivo que les permita hacer frente a sus más acuciantes deudas, para una vez salvado el bache, que puedan recuperar sus bienes inmuebles y de nuevo ponerlos en el mercado de venta libre, si así les peta. Nunca su primer objetivo es resolver la situación de inaccesibilidad que los jóvenes tienen a este respecto, ya que como he mantenido en anteriores ocasiones, la gente endeudada, es laboralmente sumisa, retributivamente dúctil, y socialmente condescendiente, ya que en caso contrario y estando el sistema laboral lo desregulado que hasta el abuso y el esclavismo, está, nadie osa respirar más alto de lo que los poderosos determinen.
Es por ello que no solo el zapaterismo se pone al servicio del mercado, y recuerden que el mercado no es aquí eso que dicen que representa oferta y demanda, no, aquí el mercado tiene nombres propios y apellidos, y tan es así que ponen al frente de las empresas que en la propia administración les sirven a sus intereses a personas como Don Alejandro Inurrieta, amigo de don Miguel Sebastián, miembro de los chicos intermoneytarios, y hasta no hace mucho tiempo patrono de fundaciones líricas subvencionadas por el ministerio de cultura.
Yo no tengo duda alguna de para quien está trabajando ahora este sr. y para quien trabajará en el futuro.
Se oculta, con la creación de esta empresa, un fracaso que en forma alguna puede ser reconocido por el neoderechismo zapateril. Este no es otro que su decidida incapacidad, más aún su decidida renuncia, a trabajar para dar cumplimiento a un derecho constitucional, el del acceso a la vivienda que lleva emparejado el derecho a la emancipación profesional y económica, ya que todos ellos se ven truncados por unos precios de la vivienda desorbitados, especulativos y abusadores que han contado y cuentan con el respaldo de los complacientes gestores políticos ya que nada han hecho por poner coto a tanto abuso.
Y llegan al extremo de crear una sociedad que en forma alguna va a trabajar para, directa o indirectamente, construir viviendas y lanzarlas al mercado del alquiler, generando así un parque de viviendas públicas que aun con perdidas, diesen cumplimiento al citado mandato constitucional de facilitar las administraciones publicas el acceso a una vivienda digna a todo el que la necesite. No, a eso no se dedica ni se dedicará la Spa, se dedica y se seguirá dedicando a formar un parque de viviendas en alquiler facilitadas por las momentáneamente maltratadas inmobiliarias, a las cuales por cada vivienda que faciliten recibirán 6 mil euros y la garantía de devolución cuando las reclamen, así como de un adecuado mantenimiento.
De esta forma se intenta ayudar, no a quien necesita una vivienda, no, su principal objetivo es meter en el bolsillo de los ladrilleros un volumen considerable de efectivo que les permita hacer frente a sus más acuciantes deudas, para una vez salvado el bache, que puedan recuperar sus bienes inmuebles y de nuevo ponerlos en el mercado de venta libre, si así les peta. Nunca su primer objetivo es resolver la situación de inaccesibilidad que los jóvenes tienen a este respecto, ya que como he mantenido en anteriores ocasiones, la gente endeudada, es laboralmente sumisa, retributivamente dúctil, y socialmente condescendiente, ya que en caso contrario y estando el sistema laboral lo desregulado que hasta el abuso y el esclavismo, está, nadie osa respirar más alto de lo que los poderosos determinen.
Es por ello que no solo el zapaterismo se pone al servicio del mercado, y recuerden que el mercado no es aquí eso que dicen que representa oferta y demanda, no, aquí el mercado tiene nombres propios y apellidos, y tan es así que ponen al frente de las empresas que en la propia administración les sirven a sus intereses a personas como Don Alejandro Inurrieta, amigo de don Miguel Sebastián, miembro de los chicos intermoneytarios, y hasta no hace mucho tiempo patrono de fundaciones líricas subvencionadas por el ministerio de cultura.
Yo no tengo duda alguna de para quien está trabajando ahora este sr. y para quien trabajará en el futuro.
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