Dicen por aquí los más interesados modernos que el PSF no gana en Francia por no haberse adaptado a la modernidad. Pero sucede, que con lo que ha caído y lo que está cayendo de esa modernidad neocon y globalizadora, con esa modernidad esclavizante y abusiva, con esa modernidad que halla recursos para salvar al capital y no los encuentra para salvar vidas hambrientas, esa modernidad neosocialista de vías muertas lamenta la victoria de lo más reconocible como socialdemócrata en las elecciones generales internas del PSF.
Hay quien incluso se está atreviendo a editorializar aconsejando bondades y necesidades galas que por aquí ni se contemplan, hay quien en su osadía se atreve a pronosticar mas desastres a uno de los partidos de referencia de la izquierda europea. Y es que estos modernos lo que están empezando a vislumbrar es que su modernidad del dinero contante y sonante está empezando a ser rechazada por aquellos que ingenuamente pensaron que hoy el Psoe, con ellos al frente, seguía siendo, no ya un partido socialdemócrata, ni tan siquiera un partido democratico.
Si la historia es la más persistente profesora, habrían de haber aprendido que, siempre, las tendencias políticas en esta nuestra España, guste o no, se han orientado, en la izquierda, por lo determinado por la SPD y el PSF, y en la derecha, por los reyes católicos y el Vaticano o en el mejor de los casos por los tories británicos. Y es más que evidente que en los últimos años se han subvertido esas referencias. El Psoe de Zp ha tenido como único foco político a los de “Tory Blair” y su “musa” Giddens, y el PP de Aznar a los neocons confesionales de Bush.
No deja de ser alentador para el futuro, -nada más moderno que el propio futuro-, que tanto en Alemania como en Francia se hayan iniciado movimientos varios que reclamen e instauren la izquierda. Die Linke y Oscar Lafontaine y el Nuevo Partido Anticapitalista de Olivier Besancenot junto a la gran posibilidad que ahora se abre con Martine Aubry como primera secretaria del PSF, permiten albergar esperanzas por las que antes o después el zapaterismo sea barrido por la izquierda socialdemócrata española.
Por eso........ ¡allez Martine!
Hay quien incluso se está atreviendo a editorializar aconsejando bondades y necesidades galas que por aquí ni se contemplan, hay quien en su osadía se atreve a pronosticar mas desastres a uno de los partidos de referencia de la izquierda europea. Y es que estos modernos lo que están empezando a vislumbrar es que su modernidad del dinero contante y sonante está empezando a ser rechazada por aquellos que ingenuamente pensaron que hoy el Psoe, con ellos al frente, seguía siendo, no ya un partido socialdemócrata, ni tan siquiera un partido democratico.
Si la historia es la más persistente profesora, habrían de haber aprendido que, siempre, las tendencias políticas en esta nuestra España, guste o no, se han orientado, en la izquierda, por lo determinado por la SPD y el PSF, y en la derecha, por los reyes católicos y el Vaticano o en el mejor de los casos por los tories británicos. Y es más que evidente que en los últimos años se han subvertido esas referencias. El Psoe de Zp ha tenido como único foco político a los de “Tory Blair” y su “musa” Giddens, y el PP de Aznar a los neocons confesionales de Bush.
No deja de ser alentador para el futuro, -nada más moderno que el propio futuro-, que tanto en Alemania como en Francia se hayan iniciado movimientos varios que reclamen e instauren la izquierda. Die Linke y Oscar Lafontaine y el Nuevo Partido Anticapitalista de Olivier Besancenot junto a la gran posibilidad que ahora se abre con Martine Aubry como primera secretaria del PSF, permiten albergar esperanzas por las que antes o después el zapaterismo sea barrido por la izquierda socialdemócrata española.
Por eso........ ¡allez Martine!
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