Por si a alguien no le salen las cuentas con lo de Repsol, permítanme que de la forma más escueta les plantee la siguiente ecuación:
Si Sacyr-Vallehermoso, y más concretamente su amo, el Sr. Rivero, es amigo de Zp, si a su vez esa constructora parece que tiene problemas de liquidez, pero miren por dónde, su dueño posee un importante paquete de acciones de la petrolera española, antaño privatizada por los chicos más modernos de González.
Si el accionista de referencia de Repsol es la Caixa y Bufrau la mano que mece esa cuna, y a su vez la Caixa como el resto de las cajas de ahorro pudiera estar necesitada de contante y sonante.
Y finalmente, si la vice-fashion, la de la Vega, dice que intervenir como gobierno en empresas es antiguo y trasnochado, -hacerlo en bancos debe ser moderno y chic-, podemos tener absolutamente seguro que la petrolera española dejará de serlo en breve ya que estos patriotas del euro no podían consentir que la comprase Gazprom, -Putin y cia., perdón, y KGB-, pero si quien pretende a Repsol es una cosa que se llama Lukoil, empresa petrolera radicada en Moscú, pero que el 30 % es de capital yanqui, (¿quizás Bush, o Cheney?), entonces no hay problema. A modernos, liberales y no intervencionistas a los zetaperistas no hay quien les gane y, dado que esa transacción cae en el terreno del intermoneytario Sebastián, se aplicarán las normas comerciales al uso. O sea que como siempre en estos casos, dos más dos, son cinco, y me llevo una.
Si Sacyr-Vallehermoso, y más concretamente su amo, el Sr. Rivero, es amigo de Zp, si a su vez esa constructora parece que tiene problemas de liquidez, pero miren por dónde, su dueño posee un importante paquete de acciones de la petrolera española, antaño privatizada por los chicos más modernos de González.
Si el accionista de referencia de Repsol es la Caixa y Bufrau la mano que mece esa cuna, y a su vez la Caixa como el resto de las cajas de ahorro pudiera estar necesitada de contante y sonante.
Y finalmente, si la vice-fashion, la de la Vega, dice que intervenir como gobierno en empresas es antiguo y trasnochado, -hacerlo en bancos debe ser moderno y chic-, podemos tener absolutamente seguro que la petrolera española dejará de serlo en breve ya que estos patriotas del euro no podían consentir que la comprase Gazprom, -Putin y cia., perdón, y KGB-, pero si quien pretende a Repsol es una cosa que se llama Lukoil, empresa petrolera radicada en Moscú, pero que el 30 % es de capital yanqui, (¿quizás Bush, o Cheney?), entonces no hay problema. A modernos, liberales y no intervencionistas a los zetaperistas no hay quien les gane y, dado que esa transacción cae en el terreno del intermoneytario Sebastián, se aplicarán las normas comerciales al uso. O sea que como siempre en estos casos, dos más dos, son cinco, y me llevo una.
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