lunes, 7 de septiembre de 2009

LOS POLITICOS DURACELL

Unos, a fin de inaugurar el curso de despropósitos, se juntan en Valencia a cenar como amiguitos del alma que son y nos dicen que vivimos en un sistema político de terror institucional. Otros dicen juntarse con los mineros de León para decirnos que hacen lo que tienen que hacer y que además, con los dos huevos duros del marxismo, (sector Groucho), subirán las pensiones mas bajas.
Pero si pasamos momentáneamente por alto lo que unos y otros dicen y en vez de atender a la letra atendemos a la música apreciaremos que ambos vociferantes mequetrefes usan el mismo idioma. Ambos nos están diciendo que siguen, y siguen, a lo suyo y que lo nuestro les importa un carajo. Unos a ver si pillan, y otros a seguir pillando.
Los otros,-que lo de los unos, paso-, tras el fracaso del programa de ayudas extraordinarias a los parados del mes de agosto, y a fin de no dar su brazo a torcer, con la complicidad contante y sonante de los sindicatos van a ampliar retroactivamente hasta principios de este año el haber agotado el cobro de todo tipo de ayudas y así tener derecho a percibir esas prestaciones, y a la vez, se aprestan a aplicarnos dos medidas que nadie relaciona pero que a sus efectos son, -sigan leyendo y lo comprobarán-, “apropiadamente complementarias”.
La primera de ellas, la vociferada subida de pensiones mas bajas, las cuales según Zp ganarán en poder adquisitivo, lo cual es no decir nada, ya que si continuásemos con la presente deflación, incluso bajándolas algo menos que la cuantía anual del IPC, esas pensiones ganarían, aun así, poder adquisitivo. Así de rocambolesca puede llegar a ser la situación y la concreción del vocerío zapaterista.
De otro lado se está extendiendo la convicción por la cual una de las medidas más convenientes para reducir el gasto público, dicen que es la supresión de la devolución de los famosos 400 euros, aquellos que como prueba del algodón de que no había crisis económica y sí superávit fiscal, en el más oportuno momento electoral del año pasado establecieron como regalito lineal a todos los declarantes que por IRPF hubiesen ingresado en las arcas públicas, al menos, una cantidad idéntica a la que entonces se devolvía.
Con tal determinación dicen que reducirán el gasto público en unos 4000 millones de euros, lo cual significa que sin necesidad de subir los tipos que gravan los ingresos procedentes del trabajo, el conjunto de los gastos fiscales imputables a este impuesto descenderán la mencionada cifra, 4000 millones.
Ahora bien, puede que tras su promesa de subir las pensiones mas bajas, y si como tales aceptamos que gozarían de tal subida todas las de viudedad, orfandad y a favor de familiares, -más de 2,55 millones de pensiones-, y estas subiesen dos puntos porcentuales por encima del IPC final de este año, el incremento del gasto para la Seguridad Social por tal motivo en el año próximo alcanzaría los 363,5 millones de euros.
Si la “subida” a esas mismas pensiones en vez del 2% fuese del 4 % habría que afrontar un incremento del gasto anual por tal concepto de 726,9 millones, y si el incremento fuese del 6 %, algo impensable en la actual situación financiera de la Seguridad Social, el incremento del gasto alcanzaría los 1090,4 millones de euros más durante todo el año 2010.
En cualquiera de los casos el negocio que hacen las arcas publicas, con la conjunción de las dos medidas, es redondo, de esta forma los zapateristas, al menos, obtendrán un balance positivo para sus arcas de casi tres mil millones de euros, negocio tan redondo cuanto ruinoso es para aquellos pensionistas que sin beneficiarse de subida alguna perderían capacidad adquisitiva al tener que soportar la desaparición de la devolución de los famosos 400 euros.
Desconozco si en Rodiezmo se ha voceado algo respecto a la opresiva fiscalidad, rayana en la confiscación, que las llamadas SICAV, empresas especializadas en la evasión fiscal y el fraude consentido soportan, nada mas y nada menos que el 1 % sobre sus beneficios. Igualmente desconozco si por allí mismo algo se ha dicho acerca de la previsión de subida de impuestos a las rentas del capital por la cual pasarían de tributar por el 18 % a hacerlo por el 20 % sea cual sea la cuantía de tales beneficios, subida “estratosférica” y que las “acercaría” al trato fiscal que el zapaterismo aplica a las rentas del trabajo, del 24 al 43 % según los distintos niveles de renta personal.
Nada he oído sobre que en la campa del leones pueblo se haya dicho algo sobre la prevista reducción de la presión fiscal a las empresas bajándoles el impuesto de sociedades, ni tampoco que se prevea la reinstauración del desaparecido impuesto sobre el patrimonio.
Claro que como bajar impuestos es tan de izquierdas como el subirlos o hacerlos desaparecer, y que es bueno que la fiscalidad no tenga ideología, los que siguen en el guindo del izquierdismo zapaterista se habrán alimentado con esta nueva demagogia campestre, tan falsa como engañosa, y habrán vuelto a casa con los ojos llorosos al comprobar que algunas de sus dirigentes enarbolaron el puño al son de La Internacional.
Seguro que lo que a esas dirigentes les pedía el cuerpo no era cerrar el puño, sino, ante sus adictos, blandir apuntando al cielo solamente el dedo índice, ese, que como se puede apreciar en la foto, porta un grandioso “pedrusco”.

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