lunes, 26 de abril de 2010

¿PREVARICACIÓN, NEGOCIOS O SIMPLE CORRUPCIÓN?

Como uno es de ciencias, lo de la judicatura me pilla un poco lejano, pero si antaño un presidente del gobierno, Adolfo Suárez, afirmó que en su tarea de gobierno trataría de hacer normal en lo institucional lo que en la calle era normal, alguien debiera aplicarse en forzar a todos los niveles judiciales a tener por legal aquello que en la calle es normal.
La situación de la mal llamada justicia española es tan anormal que el supremo tribunal que aplica las leyes, se supone que en nombre del pueblo, se está dedicando a hacer política, relegando a un segundo plano la más importante, por normal, de sus ocupaciones, ser el más alto reducto de aplicación de la ley a los presuntos delincuentes que con suficientes posibles pueden recurrir hasta tan alta instancia.
No solo me estoy refiriendo a la persecución fascista del juez Garzón, también ese alto tribunal se está enredando en los ya no tan oscuros pasajes de la corrupción política de la clase política española, demostrándose cuan solícitos y predispuestos están para atender las cuitas que agobian a sus representantes de la derecha política.
En claro contraste con la actividad de jueces y fiscales, se echa de menos que de su tiempo no dediquen un solo minuto al seguimiento de las posibles y más que probables relaciones entre algunos legisladores y los beneficiarios de concretas normas legales que tienen como único fin el engordar los bolsillos de determinados plutócratas españoles.
No hace mucho tiempo, aquí denunciaba el proceder del ministerio de industria respecto a su reiterada practica de subir las tarifas eléctricas y todas aquellas otras que afectan a productos energéticos. Entonces ponía de manifiesto el recorrido altamente generoso que con cargo al bolsillo de los ciudadanos, el ministro Sebastián está teniendo con las citadas empresas, y hoy, en un paso más hacia la concentración del poder que otorga la generación y distribución eléctrica, el economista por la muy ilustre universidad de Minnesota, intermediario financiero y fracasado aspirante a alcalde de Madrid, en una nueva demostración a cerca de a quienes se debe, pretende retirar con carácter retroactivo unas primas que por generación de energía eléctrica por procedimientos alternativos, limpios y renovables, se venían concediendo a aquellos que aportasen esa su producción a la red de distribución eléctrica nacional.
Con esta intentona, y así la denomino porque quisiera que en eso quedase, don Miguel Sebastián pone de manifiesto que no se conoce una de las más básicas normas jurídicas que protegen a la totalidad de los ciudadanos en una democracia, que no se puede legislar con carácter retroactivo. Con esta intentona don Miguel Sebastián demuestra que está al servicio de aquellos que más tienen, a quienes está favoreciendo con sus determinaciones y perjudicando a quienes su jefe de filas dice que han de ser objeto de trato preferente, los que menos tienen. Con esta intentona don Miguel Sebastián demuestra que el medio ambiente, la sostenibilidad, tanto económica como ambiental, le importan tanto cuanto le importan los madrileños a los que prometió entrega y trabajo. Con esta intentona, don Miguel Sebastián demuestra que no sabe con quien se está metiendo, ya que, miren por donde, los máximos interesados, económicamente hablando, en la generación de energías renovables son dos de los ladrilleros más potentes de este país, el ser galáctico de ACS y del Real Madrid y los Entrecanales de Acciona, por lo que si las casas de apuestas abriesen sus previsiones sobre quien de estos contendientes se llevará, finalmente, la pasta a su bolsillo, yo apostaría por los ladrilleros.
Claro que pudiera suceder que tanto Gas Natural como Iberdrola y Unión FENOSA, incrementen sus “apoyos”, y en esta constante puja en la que la política y los negocios son actividades siamesas, se hiciesen, como si nada, con el santo y la señal.
Volviendo al principio, si los altos magistrados, cumpliesen con la etimología de su quehacer, ser magistrales, podrían ilustrarnos sobre el concepto de la decencia que practican, y demostrarnos que realmente no hay nadie por encima de la ley, sea juez, ministro o el súrsum corda. Esta si que sería una ejemplar forma de hacer democracia.
Claro que pudiera suceder que del título de este post nada de nada fuese aplicable a lo descrito y que esta otra pudiera ser la normalidad que unos y otros tratan de imponernos, la normalidad de los que por privilegiados se sienten diferentes al resto de los mortales que les soportamos

2 comentarios:

-_- dijo...

El Ministro hace poco se dio de baja de socio de Greenpeace. La asociación llevaba tiempo orquestando campañas en las que se pedía a su Ministerio que no ayudase tanto al carbón e hidrocarburos y no perjudicase tanto a las renovables.

Al menos hay empresarios listos como el Sr. Pérez que miran hacia las renovables. No es que esto sea la salvación, porque como debamos esperar a que el interés general se satisfaga recogiendo las migajas del olfato inversor de una sola persona apañados vamos, pero como mínimo no se queda en nada esa mano invisible que según A. Smith era la panacea para todo mal.

Saludos,

Moral y Política dijo...

Antonio,

Usted ha señalado el caso de Sebastián como un ejemplo de político conseguidor.

Pero esta bien que su jefe diga lo que suele decir, pero para algunos, entre los que me encuentro, opera una distinción entre flatus vocis y la realidad. O sea, que yo no me creo que se esté al servicio de los que menos tienen, ni antes ni ahora.

Además, la política gubernativa ha resultado ser la suma de políticas de los difrentes grupos de presión, influencia y lobbys que tienen ascendiente sobre el presidente del gobierno.

Quiénes son? pues creo que en el ánimo de todos están. Algunos son legítimos y otros ni esconden los intereses colectivos. Menos mal que Bosé no aceptó el minsiterio y lo hizo Sinde, a pesar de luchar por los intereses de su grupo ha resultado ser algo más estético.

saludos,