viernes, 30 de abril de 2010

TENSION EN EL EQUIPO

Cuando todos los componentes de una plantilla no comparten una misma visión del juego y las instrucciones del entrenador, o no se entienden o no se cumplen, los resultados obtenidos solo pueden ser negativos por mucho que en el grupo en cuestión se encuentren carísimas figuras autóctonas o foráneas.
Pues lo mismo pasa en la política, que si el entrenador, -el presidente del gobierno-, no da las orientaciones oportunas, o las que da o no se entienden o no son compartidas por el resto de la plantilla, -los ministros-, solo el desconcierto y el desatino continuado puede acompañar a sus inútiles esfuerzos.
Ni que decir tiene que esa situación no favorece el entendimiento, la disciplina o la conjunción del equipo, todo lo contrario, la falta de identidad política del “entrenador” favorece que cualquiera se sienta en condiciones de marcar tendencias y a la postre sustituir al entrenador en la dirección del equipo.
Dicen que eso es lo que está sucediendo en cada una de las reuniones del Consejo de Ministros actual y que las tensiones entre sus componentes son ingrediente habitual de esos conclaves, pero hoy, dicen, que esas tensiones se van a disparar como nunca.
Y no vayan Vds. a pensar en buena lógica que los ministros y su pasmado entrenador están en tensión por los cinco millones de parados, o por el descenso de la calificación de la deuda española. Tampoco están tensos por el impresentable lío del tribunal constitucional con lo del Estatut, menos aun les estresa que la corrupción campe por doquier, y por supuesto ni tan siquiera se les altera lo mas mínimo el pulso cuando las previsiones hablan de más crecimiento del paro.
Lo que a esta panda les pone de los nervios es que les reduzcan los pesebres que cada uno de ellos ha tenido a su disposición para colocar a amiguitos/as en la administración del estado. Y es que don Zp ha decidido mandar un mensaje a los mercados consistente en demostrarles que está firmemente decidido a ahorrar y disminuir el déficit público reduciendo, -no se si anulando-, 34 altos cargos de la administración central.
Y es que lo de estos chicos es de nota. ¿De verdad se piensa Zp y sus ministros que los mercados y las agencias de calificación de riesgos van a prestar atención a tan “alto como abundante ahorro”?.
Para mi que el Sebastián debe haber encontrado un mecanismo por el cual cada vez que bajen la calificación de la deuda española, obtener beneficio inmediato, porque si yo fuese de los de la S&P, solo por esta tomadura de pelo la volvía a bajar.
De nuevo nos demuestran que su capacidad de gobierno, su potencial para dar solución a los problemas de los ciudadanos es la que esta medida contiene y que esta es la que, a su entender, más les preocupa a los ciudadanos.
Desconozco si a Zp le gusta el turrón, pero estoy seguro que el próximo turrón electoral, este, no se lo come.

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