martes, 29 de junio de 2010

TRES CLAVES DEL ZAPATERISMO EN UN SOLO DIA.

Tras aquello de “como presidente del gobierno respaldaré el Estatut que apruebe el Parlament”, hoy, a los cuatro años de la impugnación constitucional, ya tenemos servido el explosivo que en forma de esa “España plural” de Zp, solo necesita el detonador de un creciente malestar social en un país dividido, que no plural, en donde el ejercicio de los derechos ciudadanos depende de la voluntad del político autonómico de turno, y donde solo los poderosos obtienen respaldo del que dice llamarse poder político e institucional.
Hoy se inicia un camino que puede alejar, aun más, a los catalanes de la España que se dice democrática. Hoy se inicia un camino en el que los nacionalismos fundamentarán, de cara al futuro, sus nuevas exigencias localistas. Hoy, a pesar de que lo que dicen unos es que el dictamen del Constitucional supone una derrota para el PP, lo cierto y verdad y además transcendente y duradera, es que quienes salen derrotados son toda la clase política nacional y regional o autonómica que reniegan de mirar el futuro aprendiendo del pasado, y que centran sus objetivos en intereses partidarios.
No puede añadirse al coctel explosivo mejor multiplicador que más y mayores tensiones autonómicas y la consabida fórmula para atenuarlas temporalmente, rascar el bolsillo público y cediendo al chantaje, comprar un pasajero equilibrio inestable.
Otra de las claves que permanecerá en la memoria histórica de la ciudadanía española respecto a lo que es el zapaterismo está simbolizada hoy en la carta que reproduzco, tomada de “El País”:
La herida laboral
JOSÉ RAMÓN HUIDOBRO (Ex trabajador de Air Comet) - Madrid - 29/06/2010
"Hace un año que me empezaron a agredir en un trabajo. Cumplía con mi horario y hacía mi cometido puntualmente. Llevaba dos más desde que entré, cuando la empresa empezó a crecer y ambicionar rutas y aviones de última generación. Prácticamente es el aniversario del primer mes no pagado, aunque previamente ya habían empezado los retrasos de 10 a 20 días. Sonreían y apostillaban que al final siempre cumplían con su parte del contrato. Pero no era así. Se empezó a complicar y fueron acumulando el monto debido, a la vez que las mentiras para justificarlo.
Entramos en una espiral en la que el pulso derivó en intentos de paro impedidos por Fomento y cheques a altas horas de la madrugada para no dejar los aviones desatendidos en actos de desesperación. Hasta que cerraron la compañía por un embargo desde Inglaterra. Toda la plantilla empezó a manifestarse. Era pleno invierno y siempre llovía, nevaba o nos caía la policía. Un día pudimos ver de frente al responsable de nuestra ruina. Escoltado y protegido. Conseguimos que nos incluyeran en un ERE temporal, pagado por todos los contribuyentes y liberando a Díaz Ferrán de hacerlo. Este intentaba vender la compañía. A fondos de inversión que especulaban con la deuda. Hubo concurso de acreedores. Parecía el fin.
Llegó la ansiada desvinculación y la empresa se encargó de tramitar la documentación para el Inem y el Fogasa. Nos volvió a herir. Ahora no vamos a cobrar nada. Nos deben mucho dinero (el que no tenemos) y no tenemos ni la prestación.
Además, aducen que nos han vendido con la deuda incluida. Mientras, Díaz Ferrán se ríe de todos desde su puesto de presidente de la CEOE. Cada vez que le veo sangro. Y le exponen a diario. Nadie acude en nuestro auxilio: ni Gobierno ni sindicatos ni la administración concursal. Y hablan de la reforma laboral".
La última clave que el día de hoy nos aporta para que no olvidemos qué es eso del zapaterismo, viene impresa en el BOE. El precio del gas natural, actualizado el pasado mes de marzo, se encarecerá un 8,1 % a partir del día 1 de julio, encarecimiento al que habrá que añadir el incremento del 12,5 % que supone el pasar del 16 al 18 % del IVA aplicable a este producto energético.
En resumen, el día de hoy nos muestra sin posibilidad de error alguno que el zapaterismo está siendo, al menos, el resultado de sumar irresponsabilidad y falta de visión política, maltrato a los más débiles y complacencia máxima para con los poderosos del dinero. Puro progresismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Zapatero no te quiero