martes, 8 de junio de 2010

UN FRACASO Y DOS SMS.

Cuando tras años y años de pérdidas de poder adquisitivo y de derechos laborales sin que los sindicatos mayoritarios presentasen la más mínima objeción, más bien lo contrario, y con su complicidad retribuida hayan dejado a cientos de miles de funcionarios en el mileurismo más ramplón al tiempo que favorecían que todas las administraciones se convirtieran en las “empresas” con el porcentaje de contratos basura más alto de todos los “emprendedores”, hoy, con la misma desfachatez con la que ayer firmaban sustanciosos ERE´s, convocan a la huelga a todos los trabajadores públicos.
Y lógicamente ha pasado lo que se olía en el ambiente, que prácticamente nadie ha hecho la huelga, una huelga convocada casi a la fuerza y a la defensiva de los intereses de las cúpulas sindicales.
He dedicado la mañana a ir por colegios, hospitales, ministerios, centros de trabajo de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento, y tan solo a las once de la mañana, en Nuevos Ministerios había 27 personas voceando, (con poco ímpetu), en contra del zapaterazo. Así las cosas me parece que es perfectamente creíble los datos que facilitan a esta hora, 4 de la tarde, tanto el gobierno como las centrales sindicales. Para el primero el seguimiento de la huelga es del 11 %, para los segundos el seguimiento es del 74 %. Lo que no dicen ni unos ni otros es que se están refiriendo a la participación de los delegados sindicales en la convocatoria.
Estoy convencido que en la Administración Pública los delegados sindicales de los sindicatos convocantes no superan el 15 % de la plantilla de empleados públicos por lo que es perfectamente creíble que estén en huelga el 11 % de los empleados del sector público.
De la otra parte contratante, los sindicatos afirman que el seguimiento está siendo del 74 %, callando también que ese su porcentaje se refiere a los delegados sindicales. Vean como todo cuadra. Si el 11% de participación según el Gobierno, representa el 73,33 % del total de delegados que hay en la administración, tenemos las más clara constatación de que, por distintos caminos, los datos aparentemente opuestos y divergentes de gobierno y sindicatos, coinciden casi al 100 %.
Pero más allá de las bromas, lo cierto y verdad es que el seguimiento de la huelga ha sido prácticamente nulo, cosa que pudiera parecer inocua, pero no. Con este resultado los funcionarios estamos mandando dos mensajes a dos destinatarios.
Uno, a los sindicatos, volviéndoles la espalda, rechazando su trayectoria, su oportunismo, su querencia al calor del poder y del dinero, su endogamia y su corporativismo. Un mensaje que es muy posible que no entiendan y menos aun acepten. Un mensaje claramente explicito sobre el rechazo de los trabajadores públicos a estos sindicatos allegados al poder y que han acabado siendo otro poder institucional con los mismos privilegios e intereses que los que debieran ser sus adversarios, por lo que así, ni sirven a los intereses de los trabajadores, ahí están los cinco millones de parados, ni sirven a los intereses del conjunto de la sociedad española, esa que antaño los incluyó en el texto de la ley máxima como agentes sobre los que reposa la garantía de poder ejercer por parte de muchos ciudadanos gran parte de los derechos constitucionales.
Y dos. Un mensaje a los políticos, especialmente a los que hoy detentan el poder, diciéndoles que la no participación en la huelga no deben interpretarla como un apoyo indirecto a sus injustos recortes, aunque no faltarán los apologetas del zapaterismo que arrimarán el ascua del fracaso de la convocatoria a su sardina gubernativa, pero la realidad que se empeñan en rechazar acabará demostrándoles que no solo los funcionarios, sino el conjunto de los ciudadanos, en las próximas convocatorias electorales, les dirán alto y claro que su sitio está en lo ancho de la calle.

1 comentario:

ElSrM dijo...

Es bueno usted con los números —té traça— jeje.

He leído hoy en prensa que ayer fue más gente a las manifestaciones de los que hicieron la huelga.

En mi ciudad fuimos 200 manifestantes por la tarde y —creo que— por la mañana, 40.000.

Cordialmente,