A los ojos e intereses de aquellos que están, viven y pretenden seguir viviendo de la política, el titulo de este post les provocará rechazo displicente, desprecio y puede que una cierta curiosidad por comprobar cómo puede haber alguien tan iluso que tal afirme.
Ellos no entenderán que para la inmensa mayoría de los ciudadanos lo importante no es quien gana tal o cual elección, sino qué es lo que se hace por ellos desde el legítimo poder democrático surgido de cualquier elección.
Como todos podemos comprobar, los aparatos del Psoe, y allegados, se afanan en que la disquisición Tomas o Trini esté exclusivamente centrada en quien de los dos tiene más posibilidades de ganar al PP, obviando las razones que les impulsan a competir entre ellos y ocultando celosamente que harían y con quien, una vez alcanzados los sillones del poder autonómico madrileño.
Es tan palpable la realidad, ya antigua, por la que los partidos de izquierda han abdicado de representar a una clase social determinada, que ya ni se molestan en analizar las demandas sociales de los trabajadores teniendo en cuenta su común condición de dependientes del empleador y no su nivel retributivo, y así, al despreciar esas demandas evitan pronunciarse sobre cuestiones concretas que pudieran no ser posibles de alcanzar o por su naturaleza ser “inconvenientes” para los otros poderes.
La circunstancia actual, de aparente confrontación entre un candidato impuesto al PSM hace tres años por Zp y la candidata respaldada hoy por Zp para anular a su antiguo protegido, tan solo se puede entender desde dos ópticas. Desde la clásica disputa de quítate tú para ponerme yo, y/o como una mera e interesada lucha de poder. Que nadie se pregunte qué ofertas diferenciadas pueden presentar ambos, en primer lugar, ante los militantes del PSM, y posteriormente al electorado madrileño, ya que si alguien se lo preguntase la respuesta ha de ser necesariamente ninguna. Entre ellos no hay diferencia política alguna.
Ni Tomas, ni menos aun la Trini, podrían, en caso de ganar las elecciones, hacer movimiento alguno de distanciamiento respecto a las políticas económicas y sociales que el gobierno zapaterista viene practicando hasta tanto no se produjese, allá por el 2012, el descabalgamiento del actual inquilino de la Moncloa. Y después de marzo o mayo de 2012 tan solo se podrían dedicar, uno y otra, otra y uno, a hacer simple oposición verbal al gobierno nacional entrante, ya que ni Tomas ni Trini han demostrado poseer objetivos políticos, económicos o sociales diferentes a los que la derecha económica les ha venido demandando y ellos, sumisamente, les han ido proporcionando.
Recuérdese la coincidencia de Tomas con la lideresa Aguirre en el modelo de gestión privada de la sanidad madrileña y sobre la desaparición del impuesto sobre el patrimonio. Del mismo modo hay que recordar la coincidente visión de Madrid que la derrotada candidata a alcaldesa tenía y tiene con su primo Gallardón, ya que ambos, el uno sin y la otra con semáforos, se comprometieron a poner patas arribas todo Madrid para proporcionar tantos beneficios a ACS y Ferrovial como deudas y aumentos de impuestos a los madrileños.
Pero me temo que, en la sedación casi generalizada de la militancia del Psoe, el común de los militantes acepte sin reparo alguno lo que los aparatos partidarios y de los medios de “convicción” le sigan contando de aquí a primeros de octubre. Me temo que lo que ellos llaman democracia interna, sea otra vez más un ejercicio de cinismo y egoísmo político de los instalados. Y lo peor de todo, me temo que, si la flauta sonase y alguno de ellos ganase las elecciones autonómicas, se volvería a demostrar que el sistema político español, y con él el madrileño, es una mera representación teatral destinada exclusivamente a mantener a unos cuantos cientos de haraganes que no solo desconocen, sino que desprecian, las necesidades de los que con nuestros impuestos permitimos que engorden.
Así, en este guateque de vacuidad política lo más lógico es que triunfe la frivolidad, y en este terreno la Trini es invencible. Después, y una vez sonada la flauta electoral, como ahora con las vacunas, vendría el “bussines”.
Ellos no entenderán que para la inmensa mayoría de los ciudadanos lo importante no es quien gana tal o cual elección, sino qué es lo que se hace por ellos desde el legítimo poder democrático surgido de cualquier elección.
Como todos podemos comprobar, los aparatos del Psoe, y allegados, se afanan en que la disquisición Tomas o Trini esté exclusivamente centrada en quien de los dos tiene más posibilidades de ganar al PP, obviando las razones que les impulsan a competir entre ellos y ocultando celosamente que harían y con quien, una vez alcanzados los sillones del poder autonómico madrileño.
Es tan palpable la realidad, ya antigua, por la que los partidos de izquierda han abdicado de representar a una clase social determinada, que ya ni se molestan en analizar las demandas sociales de los trabajadores teniendo en cuenta su común condición de dependientes del empleador y no su nivel retributivo, y así, al despreciar esas demandas evitan pronunciarse sobre cuestiones concretas que pudieran no ser posibles de alcanzar o por su naturaleza ser “inconvenientes” para los otros poderes.
La circunstancia actual, de aparente confrontación entre un candidato impuesto al PSM hace tres años por Zp y la candidata respaldada hoy por Zp para anular a su antiguo protegido, tan solo se puede entender desde dos ópticas. Desde la clásica disputa de quítate tú para ponerme yo, y/o como una mera e interesada lucha de poder. Que nadie se pregunte qué ofertas diferenciadas pueden presentar ambos, en primer lugar, ante los militantes del PSM, y posteriormente al electorado madrileño, ya que si alguien se lo preguntase la respuesta ha de ser necesariamente ninguna. Entre ellos no hay diferencia política alguna.
Ni Tomas, ni menos aun la Trini, podrían, en caso de ganar las elecciones, hacer movimiento alguno de distanciamiento respecto a las políticas económicas y sociales que el gobierno zapaterista viene practicando hasta tanto no se produjese, allá por el 2012, el descabalgamiento del actual inquilino de la Moncloa. Y después de marzo o mayo de 2012 tan solo se podrían dedicar, uno y otra, otra y uno, a hacer simple oposición verbal al gobierno nacional entrante, ya que ni Tomas ni Trini han demostrado poseer objetivos políticos, económicos o sociales diferentes a los que la derecha económica les ha venido demandando y ellos, sumisamente, les han ido proporcionando.
Recuérdese la coincidencia de Tomas con la lideresa Aguirre en el modelo de gestión privada de la sanidad madrileña y sobre la desaparición del impuesto sobre el patrimonio. Del mismo modo hay que recordar la coincidente visión de Madrid que la derrotada candidata a alcaldesa tenía y tiene con su primo Gallardón, ya que ambos, el uno sin y la otra con semáforos, se comprometieron a poner patas arribas todo Madrid para proporcionar tantos beneficios a ACS y Ferrovial como deudas y aumentos de impuestos a los madrileños.
Pero me temo que, en la sedación casi generalizada de la militancia del Psoe, el común de los militantes acepte sin reparo alguno lo que los aparatos partidarios y de los medios de “convicción” le sigan contando de aquí a primeros de octubre. Me temo que lo que ellos llaman democracia interna, sea otra vez más un ejercicio de cinismo y egoísmo político de los instalados. Y lo peor de todo, me temo que, si la flauta sonase y alguno de ellos ganase las elecciones autonómicas, se volvería a demostrar que el sistema político español, y con él el madrileño, es una mera representación teatral destinada exclusivamente a mantener a unos cuantos cientos de haraganes que no solo desconocen, sino que desprecian, las necesidades de los que con nuestros impuestos permitimos que engorden.
Así, en este guateque de vacuidad política lo más lógico es que triunfe la frivolidad, y en este terreno la Trini es invencible. Después, y una vez sonada la flauta electoral, como ahora con las vacunas, vendría el “bussines”.
1 comentario:
Veraz análisis de lo que es la clase política madrileña.
Tu conocimiento de la infrahistoria (no es errata, es que no es intrahistoria, sino infra) está muy por encima de los ecos que aparecen en la prensa, siempre más superficiales.
Es imprevisible lo que pueda suceder con las primarias del PSM, pero da la impresión de que ya se está jugando más a controlar el post-zapaterismo y que no hay ninguna esperanza de ganar ni en el Ayuntamiento ni en la Comunidad.
Yo hace poco también me apunté a la moda de los blogs, en la que estoy haciendo mis pinitos.
Un abrazo
http://lamiradainsolente.blogspot.com/
Mariano
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