Adelantó ayer Don Octavio Granados, secretario general de la seguridad social, el señor que aconseja a los trabajadores hacerse planes de pensiones privados con los ahorros sobrantes de pagar la hipoteca, mi jefe superior, adelantó el dato del superávit de las cuentas de la seguridad social en el conjunto del año 2007. Se superarán los 15 mil millones de euros, unos 2,5 billones de pesetas.
Vaya por delante que soy partidario de que tan solo en casos concretos, que la ley determina, los ingresos públicos tengan una adscripción de gasto finalista, a fin de que el gobernante de turno tenga la legítima facultad de poder atender a políticas de gasto flexibles y adecuadas a circunstancias sobrevenidas de difícil previsión. Dicho esto, lo que no es de recibo es que dineros provenientes de cotizaciones sociales se estén destinando a alimentar a los situados en la orilla del rio opuesta a la que se encuentran los trabajadores. Sucede que, sistemáticamente, a lo largo de estos años en los que las cuentas públicas presentan superávits, se están destinando a partidas de gastos financieros los dineros sobrantes, provenientes de cuotas sociales, dejando por ello de atender necesidades sociales de las que la ciudadanía aún adolece.
En estos últimos años se han destinado cantidades importantes de esos superávits a formar una bolsa dineraria que atendería a posibles necesidades de financiación futuras del sistema de protección social, fundamentalmente las pensiones, pero nunca, esas cantidades anualmente asignadas a tal bolsa, han llegado siquiera al 50 % del superávit de la seguridad social, por lo que decir que las cuotas sociales han financiado gastos y/o inversiones destinadas y orientadas amortizar deuda publica o, según la terminología capitalista, a generar actividad económica, que principalmente han beneficiado y siguen beneficiando a las grandes empresas constructoras, a los bancos y a los intermediarios financieros, no solo no es mentir, sino que es demostrar el cariz político de quien así actúa.
No contentos con este proceder, y viendo que parte del dinero de esta bolsa precautoria está invertido en títulos públicos, tanto nacionales como extranjeros, que estas inversiones las hace el Banco de España en coordinación con el ministerio de Hacienda, y que por la alta seguridad de esos depósitos la rentabilidad es relativamente baja, se les ocurrió a unos desinteresados zapateristas, poner al servicio del mercado parte del dinero del fondo de reserva de la seguridad social a fin de obtener mayores rentabilidades, eso si con mayores riesgos, y dada su bondad y desinterés por el lucro personal, engrosar el fondo de reserva.
Pero dado que este fondo está regulado por el pacto de Toledo, era necesario un acuerdo parlamentario para el que no se contaba con mayoría suficiente como para sacarlo adelante, ya que sorprendentemente el PP se opuso a esta operación, a pesar de las presiones que la banca y los intermediarios financieros nacionales e internacionales sobre él ejercieron, ya que poner de golpe en los mercados bursátiles casi un billón de la antiguas pesetas, esa mera contemplación, les hizo salivar a muchos, entre los cuales hay que destacar a los que pretendían intermediar un modesto 10 % del total, que, miren Vd. por donde, estos modestos comisionistas pretendientes, eran nada más y nada menos que los padres de la idea, los ya conocidos chicos intermoneytarios.
Y les falló el tema, momentáneamente, por lo ya comentado. Pero como el futuro inmediato, el nueve de marzo está ahí, y cualquier cosa puede pasar, se han dedicado a no perder el tiempo y han limado y allanado asperezas, contemplando hoy, ya, como posible, que a partir de esa fecha puedan poner al servicio del mercado el dinero de los trabajadores.
Y yo estoy en que lo conseguirán, ya que además de las asperezas con el PP limadas, parece que han conseguido "lubricar" los rozamientos sindicales que en principio presentaban fricción importante.
Me viene a la cabeza aquello que antaño dijo Borrell a cerca de que los "derechos ciudadanos no pueden estar sometidos al mercado", a lo que hogaño parece que los neoderechistas de Zp le contestan que los derechos civiles para los ciudadanos, pero los derechos de propiedad para el mercado.
En esto, sorprendentemente, son monárquicos, pero de Luis XV, aquel de.... "el estado soy yo", pues eso, que el mercado son ellos.
Vaya por delante que soy partidario de que tan solo en casos concretos, que la ley determina, los ingresos públicos tengan una adscripción de gasto finalista, a fin de que el gobernante de turno tenga la legítima facultad de poder atender a políticas de gasto flexibles y adecuadas a circunstancias sobrevenidas de difícil previsión. Dicho esto, lo que no es de recibo es que dineros provenientes de cotizaciones sociales se estén destinando a alimentar a los situados en la orilla del rio opuesta a la que se encuentran los trabajadores. Sucede que, sistemáticamente, a lo largo de estos años en los que las cuentas públicas presentan superávits, se están destinando a partidas de gastos financieros los dineros sobrantes, provenientes de cuotas sociales, dejando por ello de atender necesidades sociales de las que la ciudadanía aún adolece.
En estos últimos años se han destinado cantidades importantes de esos superávits a formar una bolsa dineraria que atendería a posibles necesidades de financiación futuras del sistema de protección social, fundamentalmente las pensiones, pero nunca, esas cantidades anualmente asignadas a tal bolsa, han llegado siquiera al 50 % del superávit de la seguridad social, por lo que decir que las cuotas sociales han financiado gastos y/o inversiones destinadas y orientadas amortizar deuda publica o, según la terminología capitalista, a generar actividad económica, que principalmente han beneficiado y siguen beneficiando a las grandes empresas constructoras, a los bancos y a los intermediarios financieros, no solo no es mentir, sino que es demostrar el cariz político de quien así actúa.
No contentos con este proceder, y viendo que parte del dinero de esta bolsa precautoria está invertido en títulos públicos, tanto nacionales como extranjeros, que estas inversiones las hace el Banco de España en coordinación con el ministerio de Hacienda, y que por la alta seguridad de esos depósitos la rentabilidad es relativamente baja, se les ocurrió a unos desinteresados zapateristas, poner al servicio del mercado parte del dinero del fondo de reserva de la seguridad social a fin de obtener mayores rentabilidades, eso si con mayores riesgos, y dada su bondad y desinterés por el lucro personal, engrosar el fondo de reserva.
Pero dado que este fondo está regulado por el pacto de Toledo, era necesario un acuerdo parlamentario para el que no se contaba con mayoría suficiente como para sacarlo adelante, ya que sorprendentemente el PP se opuso a esta operación, a pesar de las presiones que la banca y los intermediarios financieros nacionales e internacionales sobre él ejercieron, ya que poner de golpe en los mercados bursátiles casi un billón de la antiguas pesetas, esa mera contemplación, les hizo salivar a muchos, entre los cuales hay que destacar a los que pretendían intermediar un modesto 10 % del total, que, miren Vd. por donde, estos modestos comisionistas pretendientes, eran nada más y nada menos que los padres de la idea, los ya conocidos chicos intermoneytarios.
Y les falló el tema, momentáneamente, por lo ya comentado. Pero como el futuro inmediato, el nueve de marzo está ahí, y cualquier cosa puede pasar, se han dedicado a no perder el tiempo y han limado y allanado asperezas, contemplando hoy, ya, como posible, que a partir de esa fecha puedan poner al servicio del mercado el dinero de los trabajadores.
Y yo estoy en que lo conseguirán, ya que además de las asperezas con el PP limadas, parece que han conseguido "lubricar" los rozamientos sindicales que en principio presentaban fricción importante.
Me viene a la cabeza aquello que antaño dijo Borrell a cerca de que los "derechos ciudadanos no pueden estar sometidos al mercado", a lo que hogaño parece que los neoderechistas de Zp le contestan que los derechos civiles para los ciudadanos, pero los derechos de propiedad para el mercado.
En esto, sorprendentemente, son monárquicos, pero de Luis XV, aquel de.... "el estado soy yo", pues eso, que el mercado son ellos.
2 comentarios:
Llevo toda la semana esperando el escandalo ¿cuando llega?
Cuando el afectado me restituya el permiso para publicarlo, del cual se ha retractado. Lo siento mucho mas que tú.
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