lunes, 20 de octubre de 2008

¡EN EL DIA DE HOY!………(I)

Mientras desde los púlpitos oficiales, los públicos, y los oficiosos, el resto de los medios de comunicación, nos aleccionan sobre qué es lo que ha sucedido y los remedios que se están poniendo a lo que parece ser una pulmonía del capital, mientras unos y otros peroran sobre la contradicción que suponen las actuaciones intervencionistas habidas por los más ultramontanos liberales del capitalismo y simulan expectación sobre las reacciones que los “mercados” están teniendo hacia tales medidas. Mientras se cuela el mensaje que todo se hace para asegurar los depósitos de los pequeños y no tan pequeños impositores, ya que no hay alternativa al sistema económico y financiero actual, el de siempre, mientras todo este envoltorio les ocupa, nadie de los instalados quiere que se analice la razón última que ha causado esta situación, y lo que es más importante, nadie quiere que se indague sobre las repercusiones que en el inmediato futuro habremos de sufrir la inmensa mayoría de la humanidad.
La razón primigenia de por qué y cómo se desencadenan los hechos que han conducido al cuasi derrumbamiento del sistema capitalista no está muy escondida, habita en lo más conocido y contrastado de su identidad, es su codicia, su ansia insaciable de enriquecimiento bajo la única fórmula que conciben, provocando la miseria ajena.
Siempre, el capital, esos oligarcas que en tan escaso número como inconmensurable poder, han señalado sus objetivos y han planificado como conseguirlos de forma que nunca nadie ha podido alterar sus planes y menos aun evitar que los alcancen. Por ello es de una ingenuidad rayana en la estupidez creer, como pretenden que creamos, que lo sucedido ha sido sorpresivo, inesperado e indeseado, contrario a sus deseos, y negativo para sus intereses. Si sus planes de enriquecimiento se hacen conociendo y controlando economía y comercio mundial y nunca la banca ha fallado en sus iniciales previsiones ni en sus posteriores inversiones, ¿Cómo es que ahora se ven sorprendidos por los resultados de sus propias apuestas?
Lo sucedido ha respondido, de la A a la Z, a todos y cada uno de los detalles que en su momento establecieron como hoja de ruta que les llevase al punto por el cual pudieran poner cimientos a su más alta pretensión, la definitiva eliminación de alternativa política y económica alguna cualquiera que sea el punto geográfico, social, político, religioso y por supuesto económico desde el que se pudiera contemplar tal posibilidad.
Todo lo que está acaeciendo responde a su plan. No solo no ha habido un deterioro progresivo de la situación económica y financiera de los actores protagonistas del capital, la banca y sus agentes financieros, ya que hoy mismo siguen presentando rendimientos altamente positivos. Si por el contrario, sectores económicos aledaños a esos poderes centrales se están resintiendo en esta crisis, es porque estos, ladrilleros varios, constructores, promotores, inmobiliarios, no dejan de ser para el reducido club de banqueros otros menesterosos más o menos distinguidos, que en épocas de placidez económica les rinden sustanciosos beneficios y por ello los alimentan, pero en épocas en las que se acometen saltos cualitativos importantes hacia el dominio global de la economía capitalista, soltar lastre, dejarlos caer, les permite aligerar el paso, ya que los cadáveres económicos de unos sirven de trampolín a otros.
Por ello es absolutamente falso que el sistema capitalista esté en crisis, tienen ahítas de recursos sus bodegas bancarias, no hay por tanto problemas de liquidez y respecto a lo que llaman falta de confianza recíproca, ¿Cómo puede haber desconfianza entre quienes comparten los mismos medios e idénticos objetivos y más cuando entre ellos la competencia real, la que puede beneficiar al consumidor, es un termino que hace décadas desapareció?.
El sistema capitalista está demostrando en esta crisis provocada que ha domesticado, que ha dominado y sojuzgado al otro sistema que en un principio era el primigenio, al menos en legitimidad, la democracia.
Hoy, el capitalismo más feroz, más despiadado, el más alejado de los intereses de la raza global a la que debiera servir, ha puesto de rodillas a la legitimidad democrática de todos los países que a él se han rendido sin distinción del color político de aquellos a los que la voluntad popular hubiese colocado a su frente. Hoy el capital ha extorsionado a la democracia y los serviles gestores políticos han reaccionado como sus amos les habían aleccionado. Nadie en ningún sitio ha querido oponerse a tan ilegitimo chantaje.
Dicen los representantes del capital en los gobiernos que están acometiendo esfuerzos para salvar la crisis y posteriormente controlar que no se repita la historia. Lo que realmente están haciendo es poner las bases para que el sistema democrático nunca jamás pueda volver a establecer límite alguno a la codicia del capitalismo. Delenda est democracia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me gusto muchisimo tu post.

un abrazo.