miércoles, 30 de septiembre de 2009

30º ANIVERSARIO

Se cumplieron ayer treinta años del Congreso Federal Extraordinario del PSOE celebrado en 1979, el llamado 28 y medio, aquel en el que tras el pulso que a González le echaron los Bustelos, los Castellanos, y sus entonces jovenzuelos chicos de Izquierda Socialista, -Santesmases y Barrio de Penagos-, con una votación a la búlgara, -González había dimitido como secretario general del PSOE-, se abandono el marxismo; “¡Hay que ser socialista antes que marxista!” dijo González, y a partir de ese momento comenzó el abandono, tan paulatino en un principio, como decidido y apresurado en los últimos tiempos, de todo lo que pudiera haber significado un avance hacia la implantación de la socialdemocracia en España.
Recuerdo con total claridad las idas y venidas, debates y controversias, que, en mi antigua Agrupación Socialista de Chamberi, en la calle Sagasta nº 24, los Rubalcaba, Roberto Dorado, los hermanos Tezanos, Miguel Ángel Martínez, Teofilo Serrano, Pedro Sancho, Paco Solo, Piluca Fernández, Jorge Tinas, este que aquí junta letras, y algunos otros más, confrontábamos con Paco Bustelo y su esposa Maria Gómez de Mendoza, con Manolo Moran, con José Antonio Elola, con Antonio García Santesmases, con Juan Antonio Barrio de Penagos, con Ana Mari Martínez Echevarria, con Federico Fernández, con Paquita García, en resumen, con toda la nomenclatura de lo que algo después fue Izquierda Socialista, el pequeño y artificial dique de contención que Alfonso Guerra se construyó a fin de tener cubierto el flanco izquierdo del partido.
Dada la situación política a la que aquella inicial, y temporalmente acertada, deriva ha llevado al PSOE, nadie se asombra hoy día del recorrido que por estos treinta años han efectuado muchos de aquellos militantes.
Los que entonces soñábamos con un PSOE capaz de sacar a España de la tristeza del subdesarrollo y de la opresión y colocarla en la libertad y la igualdad, los que entonces apostamos por la socialdemocracia como método para alcanzar tales objetivos, hoy, muchos de aquellos, somos unos absolutos descreídos del PSOE por la degeneración que el poder y el dinero ha inoculado en los que rigen el partido que fue de Pablo Iglesias. Otros, a la vista de sus nombres queda claro que hicieron y siguen haciendo la carrera……,política.
Otros, aquellos que en aquel momento confrontaron a favor del mantenimiento del marxismo como identidad ideológica e intelectual rectora de la acción política del PSOE, tras el congreso “28 y medio”, unos, los mas coherentes con sus planteamientos, no tardaron en abandonar el PSOE, -Bustelo, Castellanos, Moran, Elola-, mientras que otros comenzaron a demandar calor oficial, ese con el que hoy, con la dirección del PSOE mas derechista que en su historia ha habido, se encuentran tan cómodos como cómodos e integrados en el liberalismo zapaterista pueden estar los que, como ellos, son diputados nacionales o autonómicos, fieles “pepitos grillos” que cacarean en algunas reuniones del comité federal, pero que ponen el huevo legal en las más reaccionarias y antisociales leyes que con su voto saca adelante el zapaterismo.
Desde la distancia que el tiempo facilita se alcanza a ver todo el trayecto que, siempre derivando a estribor, ha recorrido el PSOE con el concurso de gente tan animosa como desinformada, con el apoyo de aquellos a los que la mentira y el engaño han condicionado, con el respaldo de la cerrazón que el cultivo del odio al contrario aporta a eso tan tópico y típico de los partidos que es el cerramiento de filas a la mas mínima dificultad de los que disfrutan del poder.
Con esos antecedentes, -entre los cuales también hay que recordar aquello de González en las Ventas en 1985 “¡Si queréis que tire del carro, el carro lo conduzco yo”-, y con los anteriores condimentos adormecedores, el histórico “guiso” ideológico del socialismo español, ni con Largo Caballero fue realmente marxista, ni con González fue socialdemócrata, mientras que hoy, con Zapatero a su frente, el PSOE puede ufanarse de haber logrado ser un partido auténticamente bancario-liberal, por más que su cacareo mediático ventee otra cosa.
De ahí que habiendo transcurrido casi diez años de la subida de Zp al cielo del PSOE aun les avergüence celebrar la muerte de los principios que inspiraron al socialismo democrático, pues trocar igualdad social por igualdad de género, aun siendo solo un botón de muestra, pone por si mismo de manifiesto la perversión lingüística y conceptual que siempre precede a la perversión política, económica y social incentivada desde el poder.

Y en estas estamos. ¡Celebrándolo!.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En Madrid tenemos instalada una de las derechas más cerriles de Europa, que está deshonrando lo que fue Madrid en otros tiempos, y que está lastrando la acción del Partido a nivel nacional. Podemos hacer dos cosas ante ello: remar todos en la misma dirección para hacerles frente de una santa vez, o seguir inmersos en las eternas guerras de tribus que ha arrastra la izquierda de esta región. Si seguimos con las tribus, acabaremos como en 1939, con los republicanos de Casado a un lado de la Castellana y los republicanos del PCE al otro. Unos atrincherados en las obras de los Nuevos Ministerios, y otros en el Museo de Ciencias Naturales. Y Franco, lógicamente, partiéndose de risa al ver como las izquierdas nos exterminábamos unas a otras. Por favor, no volvamos a caer en la misma chapuza. Primero, desalojemos del poder a E$PE y a su camarilla. Luego ya repartiremos cuotas de poder, pero no antes.

Anónimo dijo...

¡Qué asquito me dan algunos!. Al final resulta que todo el problema de las izquierdas se resuelve "repartiendo cuotas de poder".

Anónimo dijo...

Insisto: se resolverá si las cuotas de poder se reparten una vez desalojada la ultraderecha esperancista de la Comunidad Autónoma. Si se pretende repartirlas antes, acabaremos en eternas discusiones de tribus, y con la E$PE gobernando Madrid hasta el 2030. Guerras de tribus, por cierto, como las que se fomentan a menudo desde esta web. El slogan de los años 30 sigue siendo válido: PRIMERO, GANAR LA GUERRA. Luego haremos los experimentos. Los partidos políticos, que yo sepa, no son monjitas de la caridad. Son organismos que luchan por controlar porciones de poder. Lo que diferencia a unos partidos de otros son los VALORES con los que van a utilizar ese poder.

Cándido Fernández dijo...

Pedro, pensaba argumentar en contra de lo que mantienes, pero no. Solo te diré que de entonces acá solo han pasado ochenta años, que el problema de la izquierda no es la lideresa madrileña, sino Zp y que si insistes en lo de ganar la guerra, coge tu chopo y vete al frente de la casa de campo a ver si queda Guardia Mora franquista por matar. ¡En fin!
Por cierto antes de disparar pregunta, queme dicen que por alli hace footing algun que otro preboste zapaterista.