martes, 20 de enero de 2009

LA UGT DE JUAN PALOMO

No conozco yo receta culinaria alguna que esté compuesta por un solo ingrediente, y si existiese, es más que probable que hubiera que arrimarle a tan insustancial alimento algún que otro condimento.
Por ello, y por lo aquí dicho en días anteriores, no está de más conocer otro de los ingredientes del guiso que está cociéndose en Caja Madrid y que nos están sirviendo a los madrileños tanto los “fraternos púgiles” del PP, como los traidores del PSOE-UGT.
Como todos han de saber ya, aparte de los miembros del PP, del PSOE, de IU y de CCOO, la Unión General de Trabajadores está representada en la Comisión de Control de Caja Madrid por un tan antiguo como ambulante sindicalista, antaño destacado militante socialista sector de la yenka, (léase izquierda socialista) llamado M.A. Abejón.
Este ciudadano, digitalmente colocado en Caja Madrid por José Ricardo Martínez, Secretario General de UGT-Madrid, en la Asamblea General del pasado 10 de noviembre, expuso en la tribuna de esa reunión, con contundente voz y débiles argumentos, las, para él, razones por las que todos los designados por la UGT se abstendrían en la votación subsiguiente. Fue esa la reunión en la que se concretó y se visualizó de forma rotunda la confrontación interna del PP y en la que el PSOE además de abstenerse como la UGT, adoptó una actitud sepulcral, ya que así de clamoroso fue su silencio. (Ver aquí el post del 11 de noviembre “No saben/no contestan)
A nadie sorprendió la coincidencia en el posicionamiento de ambas organizaciones ya que todos conocemos la mixtura de las listas que por el “tercio” de impositores realizaron en su momento, pero lo que es auténticamente sorprendente, o quizás no tanto, es que también Abejón votase el otro día en la Comisión de Control al lado de los chicos de la Aguirre.
Ante este hecho hay que preguntarse qué razón pueden argumentar hoy los chicos de “Peperri”. No les vale aquello de mantener la estabilidad de la institución que el simple del Tomas Gómez repite y nadie cree. No les vale eso otro de dar cumplimiento a una ley que, aun legítima en origen, por establecer una vigencia en su aplicación de carácter retroactivo queda descalificada. A estos muchachos de la UGT lo que les mueve, lo que les ha movido a actuar de semejante guisa han sido y son dos elementales y conocidos motivos.
El primero de esos motivos es la nada despreciable asignación presupuestaria que desde la Comunidad de Madrid les llega vía presupuestos públicos obviamente regidos por la lideresa. Y el segundo de esos desprendidos motivos es, ha de ser, el nuevo trato que, en caso de salir victoriosa la operación de Aguirre, obtendrían estos sindicalistas cómplices, ya que no otra cosa ansían que invertir la situación que respecto a CCOO hoy tiene la UGT en cuanto al número de representantes en los diversos niveles de participación en los órganos de la Caja, es decir, las mismas “desinteresadas” razones que han movido a Pepiño a decantarse por apoyar a la inductora del “Tamayazo”.
A día de hoy no sé si alguien tendrá todas las claves de este lío, yo no, pero lo que sí sé, es que tanto el señor Abejón como su colega de traición en la Comisión de Control don Ángel Gómez del Pulgar, -por cierto, ahí colocado por Antonio Romero-, pretenden mantener, al menos mantener su estatus, y según la información que en su día me facilitó el propio Ángel Gómez del Pulgar, ese “estatus” está compuesto por la tarjeta de débito que Caja Madrid puso a su nombre y en la cual al parecer se ingresan mil doscientos euros al mes, euros totalmente compatibles con las dietas que al menos por 1250 euros brutos reciben por cada una de las dos reuniones que al mes celebran, propinillas a las que hay que sumar, según me dicen, otra tarjeta de compras en conocidos y grandes almacenes a la que mensualmente se le renuevan los fondos.
Como pueden comprobar todos los lectores, este “guiso” no está formado por un solo ingrediente, pero lo más llamativo es que en la ejecución de la receta que nos están ofreciendo estos “representantes de los trabajadores y de la izquierda madrileña”, solo aparecen la ambición, la mentira, el oportunismo, la compraventa interesada, la indignidad, la avaricia, las ansias de poder y de enriquecimiento, y la corrupción personal e institucional, es decir todo lo que da forma y sazona a la política zapateril.
La otra evidencia de este inacabado lío en la cuarta institución bancaria de España, es que como muchos saben y, aun, otros solo sospechaban, estos sindicalistas de hoy nunca morderán la mano que les da de comer.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJA
SE CREE EL LADRÓN QUE TODOS SON DE SU CONDICIÓN.
ANDA Y VETE A AMARGAR TÚ SOLITO POR AHÍ.

Cándido Fernández dijo...

El anterior comentario es una magnifica demostración de como "razonan" y "argumentan" los demócratas zapateristas.

Anónimo dijo...

Estimado compañero

le invito a que comparte estas reflexiones muy interesantes en la Blogosfera Socialista ya que me supongo que en la Madrisfera no tendría ninguna cabida.

un saludo

enhorabuena por su blog