viernes, 14 de mayo de 2010

EL FUERO Y EL HUEVO

El fuero: Tras años y años beneficiándose de multitud de prebendas públicas y privadas, fondos de las administraciones y de las grandes empresas que necesitan su aprobación para tramitar los ERE´s. Tras más de dos años de silencio cómplice con los que en ese tiempo han destruido más de tres millones de puestos de trabajo. Tras decenas de años respaldando pérdidas de valor adquisitivo de los salarios de los funcionarios.
Cuando estando como estamos respecto a los recortes salariales anunciados, ya que aun no se ha establecido la escala del recorte salarial según el nivel retributivo de cada funcionario ni, menos aun, se han cuantificado esos recortes, los “comisionistas” sociales se lanzan, a regañadientes, a convocar una huelga en las administraciones públicas con el único fin de aparentar que siguen siendo lo que todos sabemos que no son, representantes de los trabajadores.
Hoy, los sindicatos mayoritarios no están legitimados para arrastrar a los trabajadores del sector público a una huelga que tiene la apariencia de ser lo acordado con quien les sostiene económicamente, Zp, y así, con este paripé salvar su duro rostro sindical, en el compromiso de no hacer una huelga general indefinida que es lo que la situación económica y laboral viene demandando desde hace mucho tiempo.
Hoy, respaldar una huelga, cualquier huelga parcial, convocada por estos sindicatos fusionados al poder político y económico, es cooperar al mantenimiento de la podredumbre del sistema político, social y económico que esta democracia ha alcanzado.
Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores han demostrado sobradamente que, al igual que la clase política y financiera española, no cumplen con las características básicas que su ADN primigenio, hoy degenerado, les debiera haber impuesto. Hoy los sindicatos tienen como esencial finalidad el seguir institucionalizados como otro referente de poder en igualdad de condiciones que los restantes poderes sociales e institucionales.
Por todo ello, los trabajadores de las administraciones publicas, al igual que el conjunto de la clase trabajadora, incluidos parados y pensionistas, en el ejercicio de su derecho y su deber ciudadano han de rechazar cualquier propuesta que proceda de quienes no están éticamente legitimados para movilizar a quienes durante tanto tiempo han olvidado y maltratado.
Los que me conocen saben que soy funcionario y a un paso de la jubilación, que por lo tanto me afectarán tanto los recortes salariales como la congelación de las pensiones. Quienes aquí me siguen saben de mi razonado anti-zapaterismo por pensar y sentir en izquierda, y ante la pantomima interesada de los sindicatos, prefiero el mal trato económico que la derecha zapaterista me imponga antes que cooperar a salvar la cara de aquellos que de su obligación histórica y constitucional han hecho un negocio
El huevo: Como todo huevo tiene clara y yema, el huevo material de la situación también tiene su parte mollar y su parte secundaria.
Para empezar, la convocatoria ha sido acogida con entusiasmo por los más derechistas, recalcitrantes e irrecuperables funcionarios, los cuales se sumarán a ella, no tanto por defender la integridad de su salario como por hacer daño a un gobierno al que detestan puesto que para ellos, los habitantes del antiguo Kremlin eran bondadosos socialdemócratas comparados con los zapateristas. Primera razón para no coincidir con los intereses de la carcundia retrograda.
Segundo, tras años de perdida de poder adquisitivo de los salarios de los funcionarios de a pie y tras multitud de ocasiones en que las congelaciones salariales han representado recortes mucho mas altos que los que se atisban, no cabe en cabeza altiva el cambiar el rechazo a los degenerados sindicatos y a los autodenominados progresistas por unos euros más o menos.
Tercero: si hay alguna causa que merezca una movilización, no ya como la que se propone para el día 2 de junio sino otra a nivel general, es la anunciada congelación de las pensiones, pero sucede que la afiliación de pensionistas a los sindicatos es marginal y además no existen empresas de jubilados de las que rascar cursos de formación o liberados sindicales, y al no existir contante tampoco habrá sonante.
Por último, si el objetivo final de la convocatoria fuese oponerse al conjunto de medidas anunciadas por Zp y proponer otras en las que se pudiese reconocer la antigua identidad reivindicativa de los sindicatos de clase, si así fuese, cabría pensar en la posibilidad de sumarse a su convocatoria olvidando todas las razones anteriores, pero no es así. Su movimiento es meramente táctico, su objetivo es tantear el respaldo que puedan tener en estos momentos y una vez cuantificado trocar ese respaldo por aquellos objetivos que como organizaciones con animo de lucro tienen.
Conclusión, (mi conclusión), es preferible que el día tres de junio, Zp se sienta falsamente fortalecido por un escasísimo seguimiento de la huelga, a que los sindicatos constaten que pueden seguir acordando con los poderosos en contra de los intereses de los trabajadores.
Es una ocasión magnifica para exteriorizar este mensaje de regeneración.

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