miércoles, 12 de mayo de 2010

NI CONFESADOS NOS SALVAMOS.

Lo que sigue está premeditadamente escrito antes de que don Zp cuente en el Congreso qué es lo que la superioridad, -yankee, por supuesto-, le ha mandado hacer, y esta anticipación es la que puede que mañana sea el día en el que deba rectificar y pedir disculpas a mis lectores por la muchas equivocaciones que hoy aquí, con mi mejor voluntad, eso sí, puede que cometa, o no, ya veremos. Pero vayamos por partes.
En primer lugar, y a pesar de los pesares, hay que reconocer que los zapaterianos gobernantes, aun exprimiendo como están exprimiendo a los trabajadores, se estaban resistiendo, hasta ahora, a meter la tijera a los gastos sociales del presupuesto publico. Hasta ahora. Y reconocido y aceptado lo anterior, permítanme cambiar de magnitud para después volver a lo nuestro, a lo mas próximo.
Tengo para mi que la situación económica mundial ha llegado al punto de no poder soportarse sobre los mecanismos que la han soportado en el pasado.
Cuando el descontrol de la globalización ha producido la paradoja de que los estados, hayan tenido que intervenir destinando ingentes cantidades de dinero para salvar a los bancos especuladores bajo el pretexto de salvar los ahorros de los ciudadanos, nos encontramos con que una vez recuperada la liquidez, el sistema capitalista, más fuerte y osado que nunca, se ha lanzado a desestabilizar, aun más, a aquellos estados que por salvarles de la quiebra se han debilitado económicamente con tan estúpida como ineficaz acción. Y como los que imponen las reglas son los que desde el poder del dinero imponen sus hechos, han acometido la desestabilización del sistema financiero mundial acosando a la moneda de referencia mas débil políticamente, el euro.
No se pregunten Vds. porqué es el euro la moneda mas débil de entre las fuertes y de referencia mundial, pregúntense porqué no lo es el dólar, la libra esterlina, el yen, el rublo o el yuang. No lo son por la sencilla razón de que tras esas monedas hay un solo gobierno que unilateralmente puede actuar con la firmeza que estime necesaria en contra de los especuladores y utilizando los mecanismos de política monetaria que más interesen al país en cuestión, mientras que en el caso del euro, esa moneda está respaldada por una multitud de estados en la que cada uno de ellos tiene una diferente situación económica, tienen diferentes intereses y necesidades financieras y por supuesto distintas conveniencias políticas, lo cual facilita la dispersión, la tardanza en tomar medidas, la parcialidad de las mismas y la imposición de una dominante claramente derechista en las medidas a imponer a los estados enfermos económicamente.
De esta división interna de la Unión Europea, de los contrapuestos intereses nacionales de cada uno de los miembros de la zona euro, de las dilaciones, tardanzas, dudas y ambiciones de dominio económico de unos, los países económicamente fuertes sobre los mas débiles, se han aprovechado las manadas de lobos que con su acción especuladora consiguen dos efectos, ingentes ganancias económicas, e indirectamente, lograr que allá donde haya una resistencia ideológica sobre quienes y como han de pagar la crisis, por la presión de los mas poderosos, se acaben imponiendo las recetas opresoras del capital internacional.
De ahí la llamada de Obama a Zp, visto de que las reconvenciones de Merkel y Sarkozy no hacían efecto en el pavor del inquilino de la Moncloa a perder el respaldo de los suyos por la adopción de medidas que, definitivamente, le podían despojar del cada vez mas transparente tul socialdemócrata con que diariamente se disfrazaba, ha tenido que ser el autentico astro de la conjunción planetaria, el “rojo” de referencia mundial, quien como ídolo de progresistas desnortados, acabe imponiendo recetas que ni el mismo aceptaría para sus conciudadanos.
Preguntémonos ahora la razón de tan altísima intervención. Preguntémonos porqué Obama, tras Merkel y Sarcozy, empujan a Zp a aplicar las recetas que ya hace tiempo emitieron los mercados financieros mundiales, los especuladores y los provocadores de la crisis. Mi respuesta es evidente, la situación financiera de España, no de las cuentas publicas, sino del conjunto de las publicas más las privadas es de espanto, y lo que los expertos llaman riesgo de declarar “default”, en plata, suspensión de pagos, no es una situación ni mucho menos lejana. Pero que nadie se equivoque a la hora de imputar responsabilidades, que de esa situación de altísimo endeudamiento de la economía española una sexta parte corresponde al sector público y cinco sextas partes al privado.
Por esto es por lo no han especulado contra Alemania, o Francia o Gran Bretaña, ni tan siquiera contra Italia, países todos ellos con unos niveles de deuda publica mucho más altos que los que el estado español tenia antes del rescate de la banca española, pero que a pesar de ello son países en los que la deuda de las entidades privadas no es, ni mucho menos, la de sus equivalentes españoles.
Como además, su capacidad de financiación, pública y privada, es mayor que la española, que sus balanzas comerciales son altamente positivas y no dependen, como nosotros, de la demanda interna, del consumo de la ciudadanía, el cual a su vez depende de una población que cuenta con un 20 % de desempleo y con más de doce millones de trabajadores ocupados con salarios tercermundistas, esas “manadas de lobos”, como cualquier Estado Mayor de cualquier ejercito, ha determinado que el flanco mas débil del euro, tras Grecia, es, por distintas razones, España y Portugal, por lo que se han aplicado en atacar a su enemigo natural, la capacidad económica de los estados, nunca a la capacidad económica y financiera de sus colegas los banqueros y grandes empresarios españoles a quienes endeudados hasta la coronilla consideran unos hijos de p…, pero sus hijos de p….
Así, atacada la deuda publica, responsabilizado el estado de lo que en realidad corresponde a los especuladores privados, y gozando de una clase política cuya única preocupación es mantener el poder o recuperarlo, se ha acabado el tiempo en que alguien piense que la política está para atender las demandas, necesidades y anhelos de los ciudadanos. Todo lo contrario, los ciudadanos estamos al servicio de la política y de los dueños de los políticos.
Pero esto es otro tema que mañana, con las medidas adoptadas por nuestro "líder", desmenuzaremos.

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