viernes, 29 de julio de 2011

EL ATRACO INTERMINABLE

En más de una ocasión he denunciado aquí el atraco que todos los gobiernos españoles han venido efectuando de forma sistemática e ininterrumpida a los dineros publicos de los trabajadores. También por más de una vez he recordado que la OIT, la Organización Internacional del Trabajo, a la que está adherida España, determinó hace muchos años que las cuotas patronales que las empresas pagan a los sistemas publicos de protección social han de considerarse salario diferido de los trabajadores activos y ocupados por los que cotizan.
Por ello, cuando el atraco a los trabajadores se repite una y otra vez, la indignación debiera tornar en rebeldía contra los atracadores, sobre todo por parte de aquellos que se dicen, como sindicalistas, defensores de los intereses de los trabajadores españoles.
Sucede que en el primer semestre del año el sistema, ese sistema del que dicen necesita reducir gastos, léase gasto en pensiones, para así consolidarse, fortalecerse y asegurar su futuro y con él el de los futuros pensionistas, ha tenido un superávit de 8321 millones de euros, o lo que es lo mismo, más que el BBVA, el Santander y Telefónica juntos, y que yo sepa estos tres grandes depredadores del dinero público no han bajado los salarios a sus trabajadores.
Sucede, casi al mismo tiempo, día 15 de junio, que el gobierno autoriza a la Seguridad Social a invertir 6324,4 millones de euros, el 75 % del superávit semestral, en deuda pública del estado español, aparentando que es la Seguridad Social la que está ansiosa por realizar tal inversión, cuando la realidad más elemental enseña que si la S. Social tuviera necesidad de recuperar esa inversión el Tesoro Publico habría de emitir mas deuda para reponer tal desinversión, o bien lo que es más que probable, que la S. Social respecto a esta y otras muchas inversiones idénticas, se quedaría a la luna de Valencia.
Sucede que el fondo de reserva de la S. Social, está también casi todo él invertido en deuda pública española, y dado que esos capitales se están destinando a “fortalecer” al sistema bancario español, se está dando la paradoja más ofensiva del mundo. Por un lado el zapaterismo gobernante ha subido los impuestos indirectos, de forma tal que los incrementos de la recaudación fiscal son imputables mayoritariamente por su origen como provenientes de los bolsillos de los trabajadores, y de otra parte, de la parte del salario diferido que siendo propiedad de los trabajadores se destina a sostener el sistema de protección social español, de este otro salario, la totalidad de destina a sostener más ingresos publicos que también son destinados al bolsillo de aquellos que han provocado la crisis, que no la pagan, que no pagan impuestos y que están consiguiendo reducir las prestaciones del sistema público que, teniendo los superávits que tiene, quieren privatizar.
Y como toda tarta, aun las más pestilentes, tiene su guinda, esta tarta del atraco estatal a los trabajadores tiene la suya. Esa guinda no es otra que la que nos están aplicando, la bajada de las pensiones vía congelación y vía alargamiento de la vida laboral, aun cuando los superávits del sistema se mantienen tan firmes y jugosos, un año y otro y otro, a pesar de que los beneficiarios de los dineros de los trabajadores han venido provocado y siguen haciéndolo, que en cuatro años haya casi cuatro millones menos de cotizantes.
Claro que la prensa del sistema, haciendo uso de su responsabilidad, por la cual generar alarma social no figura en los principios que conforman su ética profesional, nos presenta la información bajo el prisma de la tranquilidad y la estabilidad económica y financiera, “La Seguridad Social, en el primer semestre de 2011, pierde un 16 % del superávit respecto al año pasado”. Sin comentarios.
Mientras, los sindicalistas del Pacto de Toledo ventean qué otras “reformas” les presentarán en el futuro inmediato y qué sustancioso toma y daca llevarán asociadas.

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