En tiempos en los que los llamados mercados son los que ponen y quitan gobiernos y no los ciudadanos, los supuestos detentadores constitucionales del poder político, los dictadores del dinero, siguen empeñados en hacernos creer que vivimos en democracia; en estos tiempos, nuestro actual inquilino de la Moncloa ni tan siquiera ha intentado luchar contra quienes prostituyen el sistema jibarizandolo, muy al contrario, nuestro presidente y su gobierno no solo se han rendido a esos mercados opresores, sino que se han sumado de forma entusiasta a la reducción de los espacios democráticos y de participación ciudadana.
Basten cuatro ejemplos de actuaciones zapateriles como demostración de su rendición a los intereses de los anti-demócratas, dos de carácter partidario y otros dos más de ámbito nacional.
Dice la Constitución en su artículo 6º que la estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos, aspecto del que los zapateristas se vanaglorian cuando la realidad, la de los militantes, es muy otra.
No voy a glosar las curiosas formas de entender la democracia que en seno del partido zapaterista se practican, solo citaré dos de ellas, la elaboración de listas electorales las cuales vienen dadas desde las cúspides regionales del Psoe limitándose las agrupaciones a proponer mas nombres de los que desde arriba se apoyan e imponen, ya que posteriormente las direcciones regionales deciden la composición penúltima de las listas, puesto que es la dirección federal la que puede, y habitualmente lo hace, modificar lo que desde las regionales les llega como propuesta que siempre ignora las sugerencias de las bases. Ya me dirán Vds. si esto no es cooptación pura y dura e imposición de los intereses de las direcciones a los deseos de la militancia.
El otro ejemplo de carácter interno, por conocido, no me llevará mucho espacio. Las primarias. Sabido y comprobado que las primarias solo son un mecanismo de representación teatral con apariencia de democracia y que las cúpulas zapateristas, -al contrario de lo sucede ocasionalmente en el ámbito de la justicia-, no se declaran incompetentes por tener algún tipo de relación o interés con lo que se va a juzgar, en este caso a elegir, sino que muestran su apoyo y su respaldo a un candidato que no tienen reparo en denominar como oficial, condenando al o a los posibles candidatos alternativos a competir como outsiders estigmatizados; pero miren por dónde siempre que ha habido primarias, siempre las ha perdido el candidato oficial, lo cual demuestra la distancia existente entre los intereses de los instalados en el pesebre partidario y de las bases, cuando a estas se les permite votar.
Ante estas experiencias....¿Qué opción han tomado los que siempre pierden cuando hay democracia interna?.....Pues que no se vote. Y ahí está el último ejemplo de "esfuerzo de convicción y de democracia deconstruida" practicado por la cupula zapaterista y "santanderina" con Carmen Chacón.
Los otros dos ejemplos de jibarización zapaterista a la democracia tampoco necesitan de mucha explicación. La reforma de la ley electoral practicada a pachas por Psoe y PP, a propuesta del primero, es una reforma legal que ha elevado premeditadamente el nivel de dificultad para que partidos minoritarios puedan siquiera presentarse a las elecciones, manteniendo el injusto y desproporcionado escoramiento de esa ley en favor de opciones nacionalistas de derechas, hecho que viene a sumarse al más contundente ejemplo de desprecio y recelo que ambos partidos de la derecha española sienten hacia la democracia y la participación.
Ese último ejemplo no es otro que la negativa a que hubiésemos sido los ciudadanos los que hubiésemos ratificado o no la reforma constitucional que a favor de los banqueros han realizado en menos de una semana, cuando llevan lustros hablándonos de la dificultad de modificar la ley máxima a fin de introducir en ella elementos de actualización democrática.
Psoe y PP, también en este extremado caso, han vuelto a demostrar que el dicho que últimamente recorre las calles se confirme de nuevo, ya que también en la concepción de los espacios de participación democrática, Psoe y PP la misma…..cosa es.
Basten cuatro ejemplos de actuaciones zapateriles como demostración de su rendición a los intereses de los anti-demócratas, dos de carácter partidario y otros dos más de ámbito nacional.
Dice la Constitución en su artículo 6º que la estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos, aspecto del que los zapateristas se vanaglorian cuando la realidad, la de los militantes, es muy otra.
No voy a glosar las curiosas formas de entender la democracia que en seno del partido zapaterista se practican, solo citaré dos de ellas, la elaboración de listas electorales las cuales vienen dadas desde las cúspides regionales del Psoe limitándose las agrupaciones a proponer mas nombres de los que desde arriba se apoyan e imponen, ya que posteriormente las direcciones regionales deciden la composición penúltima de las listas, puesto que es la dirección federal la que puede, y habitualmente lo hace, modificar lo que desde las regionales les llega como propuesta que siempre ignora las sugerencias de las bases. Ya me dirán Vds. si esto no es cooptación pura y dura e imposición de los intereses de las direcciones a los deseos de la militancia.
El otro ejemplo de carácter interno, por conocido, no me llevará mucho espacio. Las primarias. Sabido y comprobado que las primarias solo son un mecanismo de representación teatral con apariencia de democracia y que las cúpulas zapateristas, -al contrario de lo sucede ocasionalmente en el ámbito de la justicia-, no se declaran incompetentes por tener algún tipo de relación o interés con lo que se va a juzgar, en este caso a elegir, sino que muestran su apoyo y su respaldo a un candidato que no tienen reparo en denominar como oficial, condenando al o a los posibles candidatos alternativos a competir como outsiders estigmatizados; pero miren por dónde siempre que ha habido primarias, siempre las ha perdido el candidato oficial, lo cual demuestra la distancia existente entre los intereses de los instalados en el pesebre partidario y de las bases, cuando a estas se les permite votar.
Ante estas experiencias....¿Qué opción han tomado los que siempre pierden cuando hay democracia interna?.....Pues que no se vote. Y ahí está el último ejemplo de "esfuerzo de convicción y de democracia deconstruida" practicado por la cupula zapaterista y "santanderina" con Carmen Chacón.
Los otros dos ejemplos de jibarización zapaterista a la democracia tampoco necesitan de mucha explicación. La reforma de la ley electoral practicada a pachas por Psoe y PP, a propuesta del primero, es una reforma legal que ha elevado premeditadamente el nivel de dificultad para que partidos minoritarios puedan siquiera presentarse a las elecciones, manteniendo el injusto y desproporcionado escoramiento de esa ley en favor de opciones nacionalistas de derechas, hecho que viene a sumarse al más contundente ejemplo de desprecio y recelo que ambos partidos de la derecha española sienten hacia la democracia y la participación.
Ese último ejemplo no es otro que la negativa a que hubiésemos sido los ciudadanos los que hubiésemos ratificado o no la reforma constitucional que a favor de los banqueros han realizado en menos de una semana, cuando llevan lustros hablándonos de la dificultad de modificar la ley máxima a fin de introducir en ella elementos de actualización democrática.
Psoe y PP, también en este extremado caso, han vuelto a demostrar que el dicho que últimamente recorre las calles se confirme de nuevo, ya que también en la concepción de los espacios de participación democrática, Psoe y PP la misma…..cosa es.
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