jueves, 3 de noviembre de 2011

DE LA 11ª A LA 14ª RAZON PARA "BOTARLOS"

Tras unos días sin mucha salud, que no sin memoria, vayan por delante cuatro razones más, cuatro, por las que estos zapateristas merecen ser “botados” al más profundo de los abismos políticos.
11ª: La política de personal: Nunca, ni en los tiempos de Roldan, pudo la gente de izquierda sentir tanta vergüenza ajena como con el elenco de incompetentes, rufianes, starlettes, pijos, advenedizos y comisionistas que este tiempo de infame de zapaterismo nos ha proporcionado. José Luis Balbás, Eduardo Tamayo, Teresa Sáez, Antonio Hernando, Pedro Sánchez, la Trini, la Pajin y la Aido, Cesar Antonio Molina, la Sinde, la Corredor, la de la Vega, el Corbacho,el Sebastián y su “socia” la Garmendia, y como guinda final de la tarta de despropósitos, el Pepiño, el, por ahora, último ministro sospechoso de negociaciones prohibidas a cargo público.
12ª: La política sindical: entiendo que como elemento de demostración de la nefasta e interesada política de relaciones con los sindicatos que ha mantenido el zapaterismo solo es necesario mencionar el desapego y descredito en los que los sindicatos de clase -de clase alta-, han caído. Desde Moncloa y desde la calle de Alcalá se ha impuesto como único elemento de relación con los sindicatos el numerario, el del dinero público que en ayudas subvenciones y “negocietes” consentidos se ha venido regalando a las cúpulas sindicales a cambio de su silencio ante los crecientes ataques que desde los gobiernos zapateriles se han aplicado a los trabajadores españoles.
13ª: La política de empleo: De empleo que no de paro, a la cual dedicaré una más extensa atención en su momento. Todos los ministros que de Trabajo han sido en tiempos de este iluminado leonés, solo y exclusivamente han sido capaces de concebir una forma de apoyar la generación de puestos de trabajo, el destinar crecientes cantidades de recursos públicos a las arcas de los empresarios, los cuales, además de no crear empleo sino todo lo contrario, consiguieron que se les rebajasen las cuotas patronales de la seguridad social.
Ni por un momento la administración zapaterista contemplo la posibilidad de dar ejemplo incrementando su reducida plantilla de trabajadores, que no de asesores partidarios. Nunca en la oferta de empleo público se superó el número de puestos de trabajo amortizados, transferidos o vacantes. También en esto, el zapaterismo es aquello de….hazlo tú que a mí me da la risa, o sea dejación de lo público excepto del dinero.
14ª. La política sanitaria: Teniendo en cuenta la absoluta dispersión y diversidad que ha sufrido el sistema sanitario español al ser transferidas estas competencias a los taifas autonómicos, pudiera pensarse que poco o nada de responsabilidad queda en manos del gobierno central y que por lo tanto poco o nada cabe criticar. Pero no es así.
Recuerden el famoso asunto de la gripe A, el famoso bichito N-1H-1, pandemia que iba a diezmar a la pujante población española, por lo cual y para impedirlo nuestra entonces ministra de sanidad, la frívola,-excepto para los negocios-, Trinidad Jiménez, se ventiló nada más y nada menos que seiscientos millones de euros en vacunas, que a decir de la clase médica eran tan ineficaces como innecesarias y hasta peligrosas. Pero….¿qué más da si el negocio fue redondo para los laboratorios farmacéuticos, concesionarios de la licencia de fabricación, que como todos sabemos, suelen ser atentos y generosos con aquellos que más recetan sus medicamentos?.

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