Si uno toma la calle Bailen, continua por Ferraz, al llegar al cruce con Marques de Urquijo enfila los bulevares, Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta y Génova, llega, con más o menos atascos, a la Plaza de Colon desde la plaza de Oriente.
Este es el único recorrido que yo creo que el PP ha hecho en su inacabable camino al centro. Lo malo es que desde la plaza de Oriente a la plaza de Colon no han dejado en el camino ni los aguiluchos, ni el cara al sol, ni los palos de las banderas, ni a Rouco, perenne vecino de la plaza de Oriente.
Es más, durante muchos años, aquellos en los que Aznar aun no era nadie en el PP, se esforzaban, bien es verdad que sin conseguirlo, se esforzaban, en distanciarse de la extrema derecha que hoy los domina.
Y es que los Aznar, Zaplana, Acebes y doña Aguirre-Newman, son para la derecha lo que el colesterol para la circulación, impiden un fluido transito de la sangre desde la periferia al centro, el corazón, y de este al cerebro.
Por una vez y sin que sirva de precedente, coincido con Zp, ya que cuando los desaforados “centristas” gritan públicamente eso “¡España, coño!”, los que tenemos una cierta edad sabemos que están a punto de repartir lo que se tercie, o guantazos o cañonazos, y quien diga que ya lo hicieron una vez, no es preciso, lo hicieron y lo hacen siempre que pueden o les dejan, antaño y ogaño.
Por ello no me explico a qué puñetas aguardan la gente sensata, la gente moderada, la gente con cacumen que en la derecha hay, para imponer razón, sensatez, moderación, y si me apuran necesidad, ya que estoy convencido que tanto ellos como yo y la gente de izquierda que piense en intereses generales y no partidistas, coincidiremos en que solo se puede celebrar la fiesta nacional si todos los nacionales de esta cosa llamada España podemos celebrarla sin que nadie nos la agüé haciéndola suya o haciéndola contra alguien, así solo sería la fiesta de unos contra otros, y eso se llama celebrar el día de la Victoria, y eso era el 1 de abril y ya no es fiesta.
Pero a lo peor es lo que quieren, (¿unos y otros?).
P.D.: Si lo anterior no les convenciese, para tener la fiesta en paz, les ruego tengan en consideración que esa fecha, el 12 de octubre, es utilizadísimo día de bodas, entre ellas la de este que suscribe, con lo cual molestan a los que no somos “abertzales” españolistas y a los que seguimos celebrando esas acertadas uniones con tanto entusiasmo, las mas, como ocasional resignación.
Este es el único recorrido que yo creo que el PP ha hecho en su inacabable camino al centro. Lo malo es que desde la plaza de Oriente a la plaza de Colon no han dejado en el camino ni los aguiluchos, ni el cara al sol, ni los palos de las banderas, ni a Rouco, perenne vecino de la plaza de Oriente.
Es más, durante muchos años, aquellos en los que Aznar aun no era nadie en el PP, se esforzaban, bien es verdad que sin conseguirlo, se esforzaban, en distanciarse de la extrema derecha que hoy los domina.
Y es que los Aznar, Zaplana, Acebes y doña Aguirre-Newman, son para la derecha lo que el colesterol para la circulación, impiden un fluido transito de la sangre desde la periferia al centro, el corazón, y de este al cerebro.
Por una vez y sin que sirva de precedente, coincido con Zp, ya que cuando los desaforados “centristas” gritan públicamente eso “¡España, coño!”, los que tenemos una cierta edad sabemos que están a punto de repartir lo que se tercie, o guantazos o cañonazos, y quien diga que ya lo hicieron una vez, no es preciso, lo hicieron y lo hacen siempre que pueden o les dejan, antaño y ogaño.
Por ello no me explico a qué puñetas aguardan la gente sensata, la gente moderada, la gente con cacumen que en la derecha hay, para imponer razón, sensatez, moderación, y si me apuran necesidad, ya que estoy convencido que tanto ellos como yo y la gente de izquierda que piense en intereses generales y no partidistas, coincidiremos en que solo se puede celebrar la fiesta nacional si todos los nacionales de esta cosa llamada España podemos celebrarla sin que nadie nos la agüé haciéndola suya o haciéndola contra alguien, así solo sería la fiesta de unos contra otros, y eso se llama celebrar el día de la Victoria, y eso era el 1 de abril y ya no es fiesta.
Pero a lo peor es lo que quieren, (¿unos y otros?).
P.D.: Si lo anterior no les convenciese, para tener la fiesta en paz, les ruego tengan en consideración que esa fecha, el 12 de octubre, es utilizadísimo día de bodas, entre ellas la de este que suscribe, con lo cual molestan a los que no somos “abertzales” españolistas y a los que seguimos celebrando esas acertadas uniones con tanto entusiasmo, las mas, como ocasional resignación.
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