No tengo más información que la que ha proporcionado la prensa, y ateniéndome a esta solo cabe calificarlos como titulo este artículo. Miserables. Es lo que son y lo están demostrando.
Tanto en el caso de Joan Ignasi Pla, que ya he tratado, como en el caso de Pasqual Maragall, que con otro objetivo también he contemplado, con ambos, el zapaterismo se ha retratado.
A quienes en la coincidencia o en la discrepancia, con entrega de por años y demostrando una clase personal y política que estos ni sueñan con alcanzar, todos los que por Zp han sido “asesinados”, todos, han prestado con su “muerte política” un último servicio al partido y a la sociedad española, han permitido que todos podamos ver la catadura personal, ética y moral, de Zp, sus Pepiños y sus sicarios varios.
Los muy miserables se han limitado de forma tan protocolaria, como obligada y falsa, a lamentar lo que a estos dos compañeros les ha acaecido.
A uno, ni le han agradecido los servicios prestados habiendo sido ellos los causantes de su defenestración para, como ya indiqué aquí, poner al frente de la procesión a tan fieles como ineficaces señuelos electorales; al tiempo. Al otro, no habiéndole reconocido merito alguno en sus más de treinta años de servicios al PSC y por ello a la sociedad catalana y española en general, y después de haberle ridiculizado y acusado de costumbres que ellos practican hasta el abuso, limitarse a lamentar el estado de salud del ex alcalde de Barcelona y ex president de la Generalitat.
Ni política, ni cultural, ni personalmente, el más eximio de los zpboys, incluido el leones, le llega a Pascual Maragall, no ya a la suela de los zapatos, no les llegan ni al nivel de la más afectada neurona que por el Alzhéimer pueda tener Pasqual.
Ánimo compañeros, no ofende quien quiere, sino quien puede.
Tanto en el caso de Joan Ignasi Pla, que ya he tratado, como en el caso de Pasqual Maragall, que con otro objetivo también he contemplado, con ambos, el zapaterismo se ha retratado.
A quienes en la coincidencia o en la discrepancia, con entrega de por años y demostrando una clase personal y política que estos ni sueñan con alcanzar, todos los que por Zp han sido “asesinados”, todos, han prestado con su “muerte política” un último servicio al partido y a la sociedad española, han permitido que todos podamos ver la catadura personal, ética y moral, de Zp, sus Pepiños y sus sicarios varios.
Los muy miserables se han limitado de forma tan protocolaria, como obligada y falsa, a lamentar lo que a estos dos compañeros les ha acaecido.
A uno, ni le han agradecido los servicios prestados habiendo sido ellos los causantes de su defenestración para, como ya indiqué aquí, poner al frente de la procesión a tan fieles como ineficaces señuelos electorales; al tiempo. Al otro, no habiéndole reconocido merito alguno en sus más de treinta años de servicios al PSC y por ello a la sociedad catalana y española en general, y después de haberle ridiculizado y acusado de costumbres que ellos practican hasta el abuso, limitarse a lamentar el estado de salud del ex alcalde de Barcelona y ex president de la Generalitat.
Ni política, ni cultural, ni personalmente, el más eximio de los zpboys, incluido el leones, le llega a Pascual Maragall, no ya a la suela de los zapatos, no les llegan ni al nivel de la más afectada neurona que por el Alzhéimer pueda tener Pasqual.
Ánimo compañeros, no ofende quien quiere, sino quien puede.
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