martes, 24 de febrero de 2009

EL IDIOMA DE LA GRANJA

Decía George Orwell que cuando el lenguaje degenera, se prostituye, se está en la antesala del autoritarismo. Díganse a si mismos, si hoy y aquí, no estamos en tal circunstancia, si no es degeneración lo que los “responsables” del Ministerio de Economía hacen con el lenguaje, con un solo objetivo, engañar y confundir. Es, en esta ocasión, la forma de utilizar las palabras, lo que demostrará lo derechistas que son estos neosocialistas de la vía bancaria.
Traslado a continuación, y de forma segmentada parte de lo que la web de “El País” tiene colgado en este momento, en lo que a déficit público en 2008 se refiere.
“El déficit de las Administraciones Públicas fue en 2008 de 41.874 millones de euros, un 3,82% del PIB”,….. “La razón de este fuerte deterioro se encuentra, según argumenta Economía, en el mayor esfuerzo fiscal que ha sido necesario adoptar para afrontar la crisis”……”el aumento de los gastos provocados por el fuerte aumento del paro y a la menor recaudación que está detrás de la caída generalizada de actividad”.
“Así, Ocaña ha asegurado que del total del déficit, 1,8 puntos se deben al esfuerzo fiscal hecho desde la Administración central para afrontar el deterioro de la economía, un conjunto de medidas que ha definido como "política económica discrecional".
Entiendo que tan excitante noticia a nadie altere, pero si uno capta el mensaje oculto, la cosa puede cambiar. Veamos.
Nada que decir respecto a los números propiamente dichos salvo remarcar lo que machaconamente sigo manteniendo, que a pesar del maltrato económico que el régimen zapateril da al sistema de la seguridad social, sigue siendo la “empresa” con mayores “beneficios económicos” del país, pero que peor los reparte.
Hoy, la clave, está en la prostitución interesada del lenguaje que utilizan. Cuando se trata de explicar qué ha originado el déficit, se llama esfuerzo fiscal a los recursos destinados a afrontar la crisis de los banqueros, mientras que a otro de los componentes al que imputan ser causante de déficit, el incremento de recursos destinados al pago de las prestaciones por desempleo, lo denominan lisa y llanamente gasto. Este es el resultado de aplicar al lenguaje el color conservador de la óptica con la que miran la situación.
Si cambiamos de óptica y aplicamos el color limpio y transparente de la mas básica socialdemocracia, a lo que ellos llaman esfuerzo fiscal, lo denominaríamos, rebajas y exenciones fiscales practicadas a lo largo del ejercicio con los beneficiarios que todos sabemos, los que mas tienen, regalitos entre los cuales, y a los solos efectos de citar algún ejemplo, basten dos, están la desaparición efectiva del impuesto sobre el patrimonio y el regalo fiscal que con carácter retroactivo a 1 de enero de 2008 se le hizo a los banqueros y sus familiares hasta tercer grado, consistente en pasar la presión fiscal por IRPF del 43 al 18 % aplicada a los rendimientos del capital prestado a sus propios bancos o entidades participadas.
Pero hay más. Cuando el “Estado”, (eufemismo de gobierno de Zp), en su llamada “política económica discrecional”, regala dinero a los bancos, esa acción, lo diga Agamenón o su porquero, se ha de denominar gasto, y en concreto gasto oneroso, ya que genera mas deuda y esta, más gasto, gasto que, para mas INRI, se está demostrando tan discrecional como injusto e ineficaz, ya que, pretendiendo lo contrario, aun no ha llegado, vía créditos, un solo euro de los regalados al haber, hipotecado o no, de algún ciudadano o empresario en apuros.
En esa misma denominación de “esfuerzo fiscal” se han de incluir los aplazamientos del pago de impuestos directos e indirectos que, solo a las grandes empresas les han venido concediendo, mientras que al común de los trabajadores nos siguen aplicando un “simbólico” 20 % de recargo si nos pasamos un solo día en la presentación de la declaración anual de la renta.
Por contra, el gasto social, el destinado al desempleo, -crédito presupuestario siempre ampliable en cualquier momento del ejercicio económico-, pasa a considerarse gasto, gasto horrible, impresentable gasto, que en tiempos de crisis, cuando todos, -nosotros, no ellos-, nos apretamos el cinturón, el Estado, -no dicen el Gobierno cuando de gasto se habla-, dilapida en gente, que lo que pasa es que no quieren trabajar, (CEOE y fachas dixit).
Me dejo para otro día la cuantificación de los “esfuerzos fiscales” que los zetaperistas hacen a los que menos (escrúpulos) tienen, vía EREs, aplazamientos de pagos del IVA, exenciones y deducciones por el impuesto de sociedades y sobre todo, los costes que para las cuentas de la seguridad social representan tanto las jubilaciones anticipadas de empresas con beneficios, las rebajas y exenciones del pago de las llamadas cuotas patronales, las llamadas políticas proactivas de generación de empleo que llevan asociadas rebajas de esas mismas cuotas, y tantos y tantos regalos detraídos del único, y cada vez peor tratado pilar social de este estado de mal estar.
Como en otras ocasiones hay que recordar algún dicho de los que, sabiamente, resumen razonamientos prolijos. Creo que aquel de…. “No hay peor ciego que el que no quiere ver”, es adecuado a la situación que este Napoleón orwelliano nos esta aplicando.

2 comentarios:

Frande dijo...

Viva George Orwell, el socialista más sabio de nuestro tiempo. La política y la vida le maltrataron, pero la Historia le ha hecho justicia.

Eso sí, creo que es bastante injusto comparar a Zapatero con Stalin.

Con todo, se agradece que de cuando en cuando alguien en este partido muestre un poco de cultura. Ya no quedan muchos políticos que lean.

Un saludo!

Cándido Fernández dijo...

Frande, te aseguro que es una metáfora, quizas excesiva en cuanto formas de uno y de otro, pero nada alejada de los objetivos que ese Napoleon pretendia. Control y dominio, en este caso, casi, absolutos; el sistema no lo permite.