No me perdono el que se me haya pasado, aun por un solo día, el aniversario de la muerte de don Antonio Machado. Setenta y un años hace de una de las mayores pérdidas que el mundo ha tenido.
Con él se fueron enormes dosis de inteligencia, sensatez, finura, sensibilidad, humanismo, equilibrio, y humanidad que aun nadie ha retomado como bandera de identidad del genero humano.
Hoy, como en su ayer, sigue vigente su tan pesimista como certera visión de la situación patria. Hoy, como ayer, hay una España, cada vez mas poblada, que nos sigue ateriendo.
“Ya hay un español que quiere/ vivir y a vivir empieza/ entre una España que muere/ y otra España que bosteza.
Españolito que vienes/ al mundo te guarde Dios./ una de las dos Españas/ ha de helarte el corazón.”
Con él se fueron enormes dosis de inteligencia, sensatez, finura, sensibilidad, humanismo, equilibrio, y humanidad que aun nadie ha retomado como bandera de identidad del genero humano.
Hoy, como en su ayer, sigue vigente su tan pesimista como certera visión de la situación patria. Hoy, como ayer, hay una España, cada vez mas poblada, que nos sigue ateriendo.
“Ya hay un español que quiere/ vivir y a vivir empieza/ entre una España que muere/ y otra España que bosteza.
Españolito que vienes/ al mundo te guarde Dios./ una de las dos Españas/ ha de helarte el corazón.”
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