Niegan que desde el poder internacional les hayan obligado a hacer los recortes de gasto público más antisociales que jamás se han realizado. Al mismo tiempo dicen actuar atendiendo a las circunstancias de cada momento pero sin improvisación alguna.
Dicen que es imprescindible acometer reformas que solo afectan a los que menos tienen, y a la vez aseguran que no es el momento de hacer que los que más tienen cooperen al esfuerzo colectivo para superar la crisis.
Dice la hija de la tránsfuga Iraola que o se recortaban sueldos de funcionarios, se congelaban las pensiones, se anulaba la retroactividad de las prestaciones por dependencia y se reducía la cooperación con los países más pobres del mundo, o hubiesen tenido que recortar el estado de bienestar.
Ayer decían que era de izquierdas bajar los impuestos, que era de izquierda repartir indiscriminadamente 400 euros por el superávit fiscal pasado, y dar, también de forma indiscriminada, 2500 euros por cada nuevo nacimiento. Hoy es de izquierdas lo contrario y lo suprimen.
Ayer, y durante más de cinco años, han venido detrayendo del sistema de la Seguridad Social ingentes cantidades de los superávits del sistema, destinándolos a financiar la actividad ladrillera y a ocultar la crisis en época preelectoral. Del mismo modo, el fondo de reserva de la Seguridad Social ha sido el gran comprador de la deuda que han emitido para financiar los regalos que siguen haciendo a banqueros y políticos y curas metidos a banqueros pues nada más y nada menos que 2700 millones de euros calcula el diario Expansión que nos va a costar el “rescate” de Cajasur, la caja de los curas de Córdoba.
En todo el tiempo en que el zapaterismo ha venido disponiendo de los presupuestos generales del estado, se han producido actuaciones tan singulares como las que como botón de muestra siguen: Derechos de ciudadanía: Igualdad de género, coste cero; Ley sobre matrimonios entre personas del mismo género: Coste cero; Ley de Dependencia: coste presupuestado en 2008 y 2009=1200 millones de euros, obligaciones contraídas con cargo a esas partidas, es decir gasto efectuado en esos dos años, 730 millones, el 60,3 % de lo presupuestado. Comparen el coste de sus políticas "sociales" con el dispendio que han efectuado mediante lo que han llamado política económica discrecional del gobierno.
En los seis años de mandato zapaterista es cierto que se han decretado unos importantes incrementos del salario mínimo interprofesional, igual de cierto que, según datos del ministerio de trabajo y del INE, ese salario solo afecta a unos 750 mil trabajadores, lo cual aun siendo importante, hay que relativizarlo al compararlo con el hecho por el cual más de 3,4 millones de trabajadores, -excluidos los que “disfrutan” del salario mínimo-, no llegan a los mil euros mensuales, sin olvidar que incrementar el salario mínimo no supone gasto alguno para el presupuesto público, sino todo lo contrario, incremento de ingresos fiscales.
Un último dato respecto a salarios de los trabajadores. En los seis años del zapaterismo, de los cuales cuatro de ellos han sido de “vacas gordas”, la participación de las rentas del trabajo en la renta nacional ha descendido dos puntos porcentuales.
Del mismo modo, los zapateristas se ufanan de haber incrementado las pensiones públicas, lo cual es cierto, pero como siempre el principal “pero” es que el gasto en pensiones no se efectúa con cargo a ingresos procedentes de impuestos, ya que como todos sabemos las pensiones se financian con las cuotas que trabajadores y empresarios pagamos a la Seguridad Social. Por lo tanto, otra vez, en ese proceder no radica esfuerzo publico alguno, o sea que no hay determinación política que respalde su afirmación de ser un gobierno con un marcado carácter social.
Si por añadidura se echa un vistazo a la estructura de los ingresos fiscales de este tiempo zapaterista, se puede comprobar que no solo no se han producido modificaciones fiscales claramente reconocibles como progresistas, sino que al contrario de cualquier lógica mínimamente socialdemócrata, sus modificaciones han caminado hacia la concentración de las cargas fiscales en las espaldas de los trabajadores y de los que menos tienen.
El IRPF ha reducido sus tramos impositivos, disminuyendo así la escasa progresividad que con el aznarismo precursor tenía, se han bajado las cuotas patronales a la Seguridad Social con la excusa de que esta tenia superávit, pero las cuotas de los trabajadores han permanecido intactas, se han disparado y se van a volver a subir los impuestos indirectos, y como era de izquierda bajar impuestos, se los bajaron a los que más tienen, pasaron del 3 al 1% la carga fiscal de las Sicav´s.
Como remate de su decidida acción fiscal, esa que les ha llevado, de un año a otro, de tener un superávit presupuestario del 3 % de PIB a “disfrutar” de un déficit del 11,2 %, han retirado a la Agencia Tributaria las competencias de investigar los movimientos económicos de las Sicav´s, y han paralizado la lucha contra el fraude fiscal, demostrando que hasta Berlusconi les pasa por la izquierda, ya que hoy mismo sabemos que los recortes que Italia va a soportar se van a fundamentar mayoritariamente en la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida, es decir Italia va hacer frente a la crisis de las cuentas públicas sin recortes sociales y atacando alguna de las deficiencias que presentan los ingresos públicos.
Con todos estos antecedentes y tras oír las declaraciones del líder de la conjunción interplanetaria que ayer mismo, desde Elche, nos voceó, hay que concluir que tampoco ayer nos mintió. No hay cambio ni bandazo alguno en su actuar, es rigurosamente cierto que los recortes que van a aplicar a los que menos tienen son la lógica continuidad de la actuación económica que vienen ejerciendo desde el primer minuto en el que tomaron el poder.
También es rigurosamente cierto que su sentido de la responsabilidad se ha impuesto, esta vez, sobre su conveniencia partidaria, pero no sobre su conveniencia particular. Han decidido que es más importante para España, para su España, que los que más tienen, -esos a los que han confiado su futuro-, sigan acumulando riquezas a costa de los que menos poseen, de tal forma que con esa decisión demuestran que dan por perdido el poder del gobierno y corren a refugiarse bajo las alas de los que han venido favoreciendo durante todos estos años.
Esa es su concepción del patriotismo, la misma, aunque aparentemente opuesta a aquella otra que durante el último trimestre de 2007 y el primero de 2008, les llevó a meter más de 120 mil millones de euros en los bolsillos de los ladrilleros y banqueros, pretendiendo así ocultar que lo que ellos llamaban desaceleración de la actividad económica era en realidad la mayor crisis financiera habida, y de esa forma, malbaratando el dinero público, crear la apariencia de una tan artificial como falsa actividad económica, presentándose ante la ciudadanía en pleno periodo electoral disfrazados de gestores que daban lecciones de economía al mundo mundial.
Descubierta la farsa, se les ha venido abajo todo el tinglado. Lo malo es que ha caído sobre nuestras cabezas, demostrándose así que gracias a su incompetencia y a su egocéntrico sentido de la política han convertido una crisis financiera en la mayor crisis social que jamás había soportado este país.
Unos, los peperos, patriotas de hojalata, pero estos, los progres zapaterianos, demuestran día a día que son patriotas de papel moneda.
Dicen que es imprescindible acometer reformas que solo afectan a los que menos tienen, y a la vez aseguran que no es el momento de hacer que los que más tienen cooperen al esfuerzo colectivo para superar la crisis.
Dice la hija de la tránsfuga Iraola que o se recortaban sueldos de funcionarios, se congelaban las pensiones, se anulaba la retroactividad de las prestaciones por dependencia y se reducía la cooperación con los países más pobres del mundo, o hubiesen tenido que recortar el estado de bienestar.
Ayer decían que era de izquierdas bajar los impuestos, que era de izquierda repartir indiscriminadamente 400 euros por el superávit fiscal pasado, y dar, también de forma indiscriminada, 2500 euros por cada nuevo nacimiento. Hoy es de izquierdas lo contrario y lo suprimen.
Ayer, y durante más de cinco años, han venido detrayendo del sistema de la Seguridad Social ingentes cantidades de los superávits del sistema, destinándolos a financiar la actividad ladrillera y a ocultar la crisis en época preelectoral. Del mismo modo, el fondo de reserva de la Seguridad Social ha sido el gran comprador de la deuda que han emitido para financiar los regalos que siguen haciendo a banqueros y políticos y curas metidos a banqueros pues nada más y nada menos que 2700 millones de euros calcula el diario Expansión que nos va a costar el “rescate” de Cajasur, la caja de los curas de Córdoba.
En todo el tiempo en que el zapaterismo ha venido disponiendo de los presupuestos generales del estado, se han producido actuaciones tan singulares como las que como botón de muestra siguen: Derechos de ciudadanía: Igualdad de género, coste cero; Ley sobre matrimonios entre personas del mismo género: Coste cero; Ley de Dependencia: coste presupuestado en 2008 y 2009=1200 millones de euros, obligaciones contraídas con cargo a esas partidas, es decir gasto efectuado en esos dos años, 730 millones, el 60,3 % de lo presupuestado. Comparen el coste de sus políticas "sociales" con el dispendio que han efectuado mediante lo que han llamado política económica discrecional del gobierno.
En los seis años de mandato zapaterista es cierto que se han decretado unos importantes incrementos del salario mínimo interprofesional, igual de cierto que, según datos del ministerio de trabajo y del INE, ese salario solo afecta a unos 750 mil trabajadores, lo cual aun siendo importante, hay que relativizarlo al compararlo con el hecho por el cual más de 3,4 millones de trabajadores, -excluidos los que “disfrutan” del salario mínimo-, no llegan a los mil euros mensuales, sin olvidar que incrementar el salario mínimo no supone gasto alguno para el presupuesto público, sino todo lo contrario, incremento de ingresos fiscales.
Un último dato respecto a salarios de los trabajadores. En los seis años del zapaterismo, de los cuales cuatro de ellos han sido de “vacas gordas”, la participación de las rentas del trabajo en la renta nacional ha descendido dos puntos porcentuales.
Del mismo modo, los zapateristas se ufanan de haber incrementado las pensiones públicas, lo cual es cierto, pero como siempre el principal “pero” es que el gasto en pensiones no se efectúa con cargo a ingresos procedentes de impuestos, ya que como todos sabemos las pensiones se financian con las cuotas que trabajadores y empresarios pagamos a la Seguridad Social. Por lo tanto, otra vez, en ese proceder no radica esfuerzo publico alguno, o sea que no hay determinación política que respalde su afirmación de ser un gobierno con un marcado carácter social.
Si por añadidura se echa un vistazo a la estructura de los ingresos fiscales de este tiempo zapaterista, se puede comprobar que no solo no se han producido modificaciones fiscales claramente reconocibles como progresistas, sino que al contrario de cualquier lógica mínimamente socialdemócrata, sus modificaciones han caminado hacia la concentración de las cargas fiscales en las espaldas de los trabajadores y de los que menos tienen.
El IRPF ha reducido sus tramos impositivos, disminuyendo así la escasa progresividad que con el aznarismo precursor tenía, se han bajado las cuotas patronales a la Seguridad Social con la excusa de que esta tenia superávit, pero las cuotas de los trabajadores han permanecido intactas, se han disparado y se van a volver a subir los impuestos indirectos, y como era de izquierda bajar impuestos, se los bajaron a los que más tienen, pasaron del 3 al 1% la carga fiscal de las Sicav´s.
Como remate de su decidida acción fiscal, esa que les ha llevado, de un año a otro, de tener un superávit presupuestario del 3 % de PIB a “disfrutar” de un déficit del 11,2 %, han retirado a la Agencia Tributaria las competencias de investigar los movimientos económicos de las Sicav´s, y han paralizado la lucha contra el fraude fiscal, demostrando que hasta Berlusconi les pasa por la izquierda, ya que hoy mismo sabemos que los recortes que Italia va a soportar se van a fundamentar mayoritariamente en la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida, es decir Italia va hacer frente a la crisis de las cuentas públicas sin recortes sociales y atacando alguna de las deficiencias que presentan los ingresos públicos.
Con todos estos antecedentes y tras oír las declaraciones del líder de la conjunción interplanetaria que ayer mismo, desde Elche, nos voceó, hay que concluir que tampoco ayer nos mintió. No hay cambio ni bandazo alguno en su actuar, es rigurosamente cierto que los recortes que van a aplicar a los que menos tienen son la lógica continuidad de la actuación económica que vienen ejerciendo desde el primer minuto en el que tomaron el poder.
También es rigurosamente cierto que su sentido de la responsabilidad se ha impuesto, esta vez, sobre su conveniencia partidaria, pero no sobre su conveniencia particular. Han decidido que es más importante para España, para su España, que los que más tienen, -esos a los que han confiado su futuro-, sigan acumulando riquezas a costa de los que menos poseen, de tal forma que con esa decisión demuestran que dan por perdido el poder del gobierno y corren a refugiarse bajo las alas de los que han venido favoreciendo durante todos estos años.
Esa es su concepción del patriotismo, la misma, aunque aparentemente opuesta a aquella otra que durante el último trimestre de 2007 y el primero de 2008, les llevó a meter más de 120 mil millones de euros en los bolsillos de los ladrilleros y banqueros, pretendiendo así ocultar que lo que ellos llamaban desaceleración de la actividad económica era en realidad la mayor crisis financiera habida, y de esa forma, malbaratando el dinero público, crear la apariencia de una tan artificial como falsa actividad económica, presentándose ante la ciudadanía en pleno periodo electoral disfrazados de gestores que daban lecciones de economía al mundo mundial.
Descubierta la farsa, se les ha venido abajo todo el tinglado. Lo malo es que ha caído sobre nuestras cabezas, demostrándose así que gracias a su incompetencia y a su egocéntrico sentido de la política han convertido una crisis financiera en la mayor crisis social que jamás había soportado este país.
Unos, los peperos, patriotas de hojalata, pero estos, los progres zapaterianos, demuestran día a día que son patriotas de papel moneda.
2 comentarios:
¡Está ud. "que se sale", Dº Fernández! :-) Es muy necesario este ejercicio de hilvanar los números y demostrar que las conclusiones que se sacan de verlos todos juntos son distintas de las que los medios masivos de comunicación y persuasión nos cantan.
El otro día escribía en su página personal el diputado Joan Herrera, de I.C.V., que la contrarreforma del P.S.O.E. Zapatero al I.R.P.F., bajando el tipo marginal máximo del 45% al 43% supuso dejar de ingresar 30.000 millones de euros anuales.
¡Y el Gobierno Zapatero presumía de eso en su día! Que presumiesen o celebrasen p.ej. la Duquesa de Alba o Dº Emilio Botín, se podría entender. Pero si presumía el Presidente del Gobierno de España y Secretario General del P.S.O.E. es que algo iba muy mal.
Mi más cordial saludo,
Gracias por los números y la contradicción que expresaba en mi página, Dº Cándido. Los que vamos a por la verdad no podemos casarnos con nada ni con nadie. Si detectamos que algo no encaja, hay que volver a empezar y buscar dónde falla.
Acabo de revisar la fuente. De hecho, el Diputado Herrera dijo:
«
El president del Govern va presumir d’haver baixat els impostos per valor de 30.000 milions d’euros, reduint la fiscalitat entre rendes altes (del 45 al 43%), l’impost de societats, o amb l’eliminació de l’impost de patrimoni, entre d’altres.
»
Traduciré al castellano:
«
El presidente del Gobierno presumió de haber bajado los impuestos por valor de 30.000 millones de euros, reduciendo la fiscalidad entre rentas altas (del 45 al 43%), el impuesto de sociedades, o con la eliminación del impuesto de patrimonio, entre otros.
»
Culpa mía, por tanto, el haber leído demasiado rápido y no entender correctamente que se refería a varios conceptos sumados.
Cordialmente,
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