sábado, 2 de abril de 2011

LA HUIDA DE UN COBARDE

¿Qué respeto y lealtad merece quien pasará a la historia como el más insensible gobernante a los problemas de los más débiles, el que traicionó a los que electoralmente le apoyaron y quien en solo doce años destruyó la imagen y el acerbo colectivo de un partido que hasta su satrapía fue socialista? Ni respeto por parte de los ciudadanos traicionados, ni lealtad por parte de los militantes que se digan socialistas.

Huye el traidor de su responsabilidad. No acepta la segura derrota electoral y se la endosa a un/a sucesor/a que desde la indignidad de tal herencia se ufanará en hacerse con un poder que por degenerado y putrefacto será ilegitimo. Huye el traidor, pero se apresta a concluir su remunerada traición.

Se nos viene encima un año de más reformas, de más ataques a los trabajadores, a los pensionistas, a los jóvenes y a todo lo que no forme parte de la plutocrácia que el zapaterismo ha configurado en estos años de vergüenza.

En este año que resta para su jubilación política, -esta sí que anticipada y pomposamente retribuida-, el dictadorzuelo leonés, subirá los impuestos a los trabajadores y se los bajara a los “botines”, aumentará el expolio que todos sufrimos con las subidas de las tarifas de los bienes y servicios sometidos a autorización administrativa, seguirán con el latrocinio que permanentemente vienen realizando a los fondos de la seguridad social, comenzaremos a tener que pagar por ejercer el derecho a la salud, incrementarán los precios de la enseñanza, de las multas…….y por no hacer inacabable la relación de atracos que en solo doce meses nos van a aplicar, llamaré la atención sobre la privatizaciones que con prisa sin igual acometerán en este tiempo a mayor gloria de su patrimonio.

En este año venidero comprobaremos de forma más nítida los volatines que muchos de los leales zapateristas harán buscando cobijo en brazos de los oligarcas a los que durante estos años han venido favoreciendo con sus disposiciones legales. Comprobaremos como la lucha por el poder y por el dinero es lo que mueve a toda la legión de zapateristas, que dejarán de serlo en el momento en el que arrojado de la vitrina este santo ladrón, sea sustituido por otro a quienes los leales zapateristas volverán sus genuflexiones a fin de mantener sus privilegios. El traidor se quitará del primer plano de la política y pasará al discreto plano de cobrador de los favores realizados.

Difícilmente, creo que imposible, podrá este cateto dictar conferencia alguna salvo en algún instituto leonés previamente convencido, pero lo que todos podemos tener por seguro es que nos dejará un país dividido, una sociedad quebrada por la desigualdad, una justicia volcada hacia el poder, una administración pública depauperada, desprestigiada y saqueada, una clase política enfangada en el dinero y la corrupción. Internacionalmente, nos deja un país entregado a los intereses de potencias extranjeras, involucrado en dos guerras coloniales, desprestigiado por la inconsistencia de sus posiciones y temeroso, mas de los dictadores vecinos, sean gubernativos o económicos, que de haber logrado que un antiguo y orgulloso país haya pasado a ser el hazmerreir de Europa.

Este abismo de la inteligencia nos dejará más de cinco millones de problemas laborales, económicos, personales y familiares que sus reformas laborales han producido. Nos dejará una inseguridad absoluta respecto al futuro de los que vayan incorporándose al grupo de los jubilados. Nos dejará tal encogimiento del mal llamado estado del bienestar que pudiera ser esta la causa final de la rebeldía que, sin ser árabes, debiéramos aquí practicar.

Finalmente, esta anomalía política nos dejará en manos de la otra derecha. De la derecha más cerril, más corrupta, más ladrona y más fascista que, en lo que mal llaman sistemas democráticos, pululan y engordan.

Él y los suyos son los culpables de la situación de esta España agonizante, pero todos nosotros somos responsables por haberlo consentido. Por ello hay que preguntarse…..¿Es este un país de cobardes?

1 comentario:

C.SABUGO dijo...

Contesto a tu pregunta: no es un país de cobardes; es un país de ignorantes, desinformados, inconscientes, insensibles. Desconozco la droga que nos han administrado (quizás grandes dosis de telebasura, consumismo y espectáculos deportivos), pero la realidad es que la gente no reacciona y los jóvenes, en su mayoría, asumen este estado de cosas como algo dado e inevitable, casi como un desastre natural al que hay que sobrevivir, pero contra el que nada se puede hacer. Espero que voces críticas como la tuya y otras que se van abriendo paso a través de la Red hagan crecer la indignación y promuevan una respuesta.