miércoles, 28 de noviembre de 2007

MÁS SUPERAVIT, MENOS GASTO SOCIAL.

De nuevo se facilita por el ministerio de Economía y Hacienda el dato sobre ingresos y gastos correspondiente a un trimestre de este año, el tercero, y de nuevo las cuentas públicas presentan una clara inclinación a favor de los ingresos, ya que estos han superado a los gastos en ese periodo en más de 28 mil millones de euros, más de cuatro billones y medio de pesetas.
Respecto a la cifra correspondiente al segundo trimestre hay dos aspectos que llaman la atención, de un lado una fácil de explicar, el incremento del superávit de las cuentas del estado excluida la seguridad social, que si se recuerdan los datos anteriores era esta la que en el trimestre pasado soportaba por si sola todo el superávit, ya que el resto de los agentes económicos que configuran la cuenta general, Administración General del Estado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos eran portadores de datos negativos, déficits, que restaban del total positivo aportado por la Seguridad Social. Hoy este dato se ha cambiado ya que el tercer trimestre, aparte de los regulares ingresos de impuestos especiales, e indirectos, tiene como gran aportación los ingresos de las declaraciones positivas de IRPF.
Pero de otro lado sorprende que la cifra que en el anterior trimestre aportaba como superávit la Seguridad Social, más de 13 mil millones de euros, haya crecido hasta alcanzar en el tercer trimestre solo los 16 mil millones, por mucho que se tenga que haber hecho frente al pago de la paga extraordinaria de julio, por lo que considero que debe haber otros factores, cotizaciones a la baja o impago de montantes que debe financiar el estado provenientes de impuestos, tales como los complementos a mínimos que no se hayan transferido, o cualquier otra causa que, en resumen, haya hecho que este crecimiento del superávit de la S. Social, presente esta inflexión tendente a la baja.
Hay mucha gente que ante tales magnitudes se pierde, por lo que entiendo que es conveniente ponerla ante conceptos que siendo fáciles de contemplar den, por comparación, la autentica dimensión del superávit y de sus posibilidades.
Así, todo el capítulo I del proyecto de presupuestos del estado para el año 2008, el dinero que se destinará a pagar tanto al personal activo que presta sus servicios a la AGE, como el pago a los pensionistas de Clases Pasivas, los funcionarios vivos jubilados, viudas y viudos y huérfanos que cobran su pensión no de la seguridad social sino de la Muface, la mutualidad de los funcionarios, esta cifra se prevé que sea de 25.349 millones de euros, tres mil millones menos que el superávit habido en tres de los cuatro trimestres de 2007.
Esta cifra del superávit, es, antes de acabar el año, superior al sumatorio de los capítulos 5, 6 y 7, es decir el fondo de contingencia para hacer frente a imprevistos, desde guerras a catástrofes, 3.507 millones del capítulo 5, todas las inversiones reales previstas sean Aves, cercanías, carreteras o puertos y aeropuertos,10561 millones del capítulo 6, y 9496 millones de euros que se prevé gastar como transferencias de capital, capitulo 7, dinero físico que se transmite a organismos o empresas para dotarlas de capital social y circulante. Como se ve un total de 20057 millones de euros serán la dotación de lo que presupuestariamente se denomina operaciones de capital. Recuérdese, superávit al final del tercer trimestre de 2007 más de 28000 millones de euros.
Y que se podría hacer y no se hace. Pues por seguir con la secuencia de los ejemplos comparativos, subir, ¡qué digo!, con actualizar se conformarían, los salarios de los funcionarios, que por si alguien no lo sabe, la media salarial bruta de los trabajadores al servicio de la AGE, excluidos solo los niveles 30, se cifra en 1360 euros/mes.
Se podrían incrementar las inversiones, ya que dedicar solo el 5,2 % del total de gastos presupuestados es casi ridiculo en un pais aun necesitado de inversiones en infraestructuras sociales, cuando por el contrario se dedica el 17,1 % a amortizar deuda, nada más y nada menos que 34508 millones de euros, no me digan que no es llamativo, sobre todo porque, como ya expuse hace un par de meses, los intermediarios financieros, los “intermoneytarios”, se están forrando. Y miren por dónde, que contraste, en la pag. 200 del libro amarillo de presentación del proyecto de Presupuesto General del Estado para 2008, unas líneas por encima de los datos que antes he reflejado se consigna, “asistencia a personas en situación de dependencia, 479,99 millones de euros”. Compárese y determínese cuales son las prioridades para estos políticos prácticos neo-socialistas.
Se podría dotar al Ministerio de Medio Ambiente con presupuestos realistas que le permitiesen de verdad impedir que la costa española sencillamente se acabe, y tambien poder acometer la ineludible tarea de poner fin a las prácticas industriales contaminantes, especialmente la generación eléctrica por quema de carbón.
Se podría afrontar una revisión igualitaria y al alza del sistema público de pensiones, igualando a todos en el derecho a una vida y vejez digna, estableciendo pensiones que no prolonguen en la vejez las penurias a aquellos que en etapas anteriores las hubieron de soportar, por desempleo o por cualquier otra causa no imputable a ellos, y estableciendo cautelas por las cuales los superávits habidos en el sistema de protección social no puedan derivarse a otras acciones que no sean las propias.
Se podrían destinar a reformar el sistema judicial a fin de que de una vez por todas, este sistema fuese, primero democrático, y a la vez eficaz y al servicio de los ciudadanos, no solo al servicio de los ciudadanos que pueden costeárselo.
Se podrían acabar los problemas del sistema sanitario público, y en él los problemas de los trabajadores de la salud y de aquellos que necesitan de su atención. Se acaba tomando como normal lo que no solo no lo es, sino que es aberrante, que alguien se muera o cargue con secuelas de por vida por una tardía atención sanitaria sea esta autonómica, local o estatal, que tanto le da a quien tiene que sufrir tal desatino.
O las miles de viviendas que en suelo público y con precios públicos, permitirían a los jóvenes emanciparse y no condenarse, también de por vida, a tener un consorte forzoso en forma de sanguijuela bancaria.
¡Tantas cosas se podrían hacer con estos superávits si hubiésemos un gobierno de izquierdas!

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