Desde que aprendí a subir fotos con los textos, he tratado de establecer lazos entre lo dicho y lo visto. Así, mas de una vez, cuando lo que trato versa sobre el Psm, lo visualizo cual desierto con o sin camellos/as; cuando de errores o fracasos hablo, naufragios pongo, pero hoy para hablar, otra vez del "guateque" del ayuntamiento de Madrid, no he necesitado de metáfora visual alguna. Vean la foto, y no dejen de hacerlo.
Como es originaria de "El País", solo diré que se incluye con la noticia del cierre de la comisión de investigación del llamado caso "guateque", sesión final en la que unos, el PP, han llevado una propuesta de tramitación y supervisión de las actuaciones administrativas y técnicas, con el ánimo de dar transparencia y acortar los tramites, otros, IU, han llevado iniciativas para mejorar lo propuesto por el PP, consiguiendo que les hayan sido aceptadas varias de ellas, y finalmente otros, los tres "centristas" de la foto, -me resisto a decir del Psoe-, se han limitado a pedir dimisiones.
El primero por la izquierda, que aparece escasamente, creo que es el concejal de Hacienda, Juan Bravo, promotor de la reforma; yo diría que sonríe. El segundo por la izquierda es Miguel Ángel Villanueva, portavoz del PP en esa, ya difunta, comisión; yo creo que llorando no está. Los que ocupan los lugares tercero, cuarto y quinto, contando siempre desde la izquierda, son Pedro Sánchez Pérez-Castejón, (God´s boy), Ramón Silva Buenadicha,(flake coin´s boy), y David de Lucas Parrón,(Castro´s, and Sebastian´s, and Zp´s, and... boy), los tres del Psm-Psoe, y cierra el recorrido Ángel Pérez de IU.
Ya me contarán Vds. si la actitud corporal, física, de los de la parte central de la imagen no es reveladora del fracaso a que han conducido al grupo municipal socialista estos tres chicos.
La cabeza gacha del portavoz de urbanismo don Pedro Sánchez, los brazos cruzados, -distancia y resignación-, tanto de este como de su actual señorito, don de Lucas, que con la boca prieta y mirada torva parece contenerse de darle un pescozón, y por detrás entre ambos un Ramón Silva que como siempre atisba desde lejos por si pudiera pillar, al acecho, algún momio mas.
Pocas veces he visto mayor expresión gráfica del fracaso, de la impotencia, del error, de la incapacidad, de la falta de visión política, de la distancia que separa lo que dicen y lo que hacen.
Porque estos chicos, estos precisamente, además de ser unos vagos, se mueven por todos lados aparentando contar con el don de la ubicuidad, pero sin dar palo al agua, no solo no se han currado el tema este, grueso, complicado y laborioso, de la corrupción de determinados funcionarios en el ayuntamiento de Madrid, sino que en el mismo instante de la aprobación de la comisión ya advirtieron que no les iba a dar tiempo a estudiarse los expedientes. Además, siempre enfocaron el caso desde un punto de vista absolutamente escorado a sus intereses, ya que no aceptaban "a priori", cual lógica básica impone, que el caso pudiera ser, o no, un tema que involucrase a agentes políticos, y así, con esta tendencia estúpida, por reduccionista, se lanzaron a pedir dimisiones, emulando la sinrazón "pepera" que en el caso de los problemas del AVE a Barcelona, le aplicaron a la ministra Maleni. Y así les ha ido a ambos.
Decía antes que hacen lo contrario de lo que pregonan, y es así y así se contrasta en esta ocasión, ya que en vez de preguntarse cual es el interés de miles de madrileños que siguen sufriendo unos mecanismos administrativos que les eternizan o les impulsan a saltarse la ley, las ordenanzas, en vez de contemplar este interés ciudadano y ver con otros la mejor forma de solucionarlo, solo contemplan su interés partidario que, en su incapacidad, solo consiste en tratar de hacer daño al adversario político, que para ellos es el enemigo. Como dije en el pleno de despedida del pasado mandato, solo se ufanan de lo derruido los que no saben edificar.
Pero no pasa nada. Estas cosas se arreglan cerrando filas, reclamando fidelidad, que la confunden con la lealtad, silenciando y/o descalificando a los que pudieran "pensar", y en el peor de los casos abriendo el mercado a las voluntades en venta, que tan buenos resultados da por los muchos aspirantes a pillar chollos. Lo que sea antes que aplicar aquel aserto que diariamente se aplica y nos aplican por el cual todo el mundo responde de sus responsabilidades ante alguien que legítimamente está capacitado para exigirlas.
De nuevo se demuestra que en política las reglas son otras, y que el corporativismo de la oprobiosa se arraigó genéticamente en esta clase política, donde los incompetentes florecen, sin mas abono que la sumisión y la sonrisa, sonrisa hacia arriba, que me decía, antaño, un inolvidable secretario general de la entonces FSM, que se sigue llamando Teofilo Serrano. ¡Uffff!
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