jueves, 23 de septiembre de 2010

CACIQUES “AGERMANATS”

Cualquiera que circule por carreteras secundarias de la comunidad Valenciana, esas carreteras que aun atraviesan los pueblos, podrá comprobar la extendida costumbre, anunciada en grandes y visibles carteles, por la cual el ayuntamiento del pueblo o ciudad por el que estemos pasando se hermanó con tal otro municipio de cualquier otro país, siendo los más numerosos los “agermanats” con municipios europeos.
No sé si tales “agermanamientos” dotarán a los respectivos hermanos de beneficios tangibles más allá del sentimiento de proximidad que las corporaciones locales respectivas hubieron de sentir, digo yo, cuando tal hermanamiento declararon. Menos aun sé si los naturales o residentes de cada uno de los componentes de ese compadrazgo logran descuentos o trato especial alguno cuando visitan al distante y nuevo hermano. Lo que sí sé es que los carteles anunciadores de esos nuevos lazos familiares pudieran ser en sí mismos la razón del hermanamiento, tal y como ha sucedido con esos otros carísimos carteles que para las obras de cambio de lugar de baches y bordillos se han venido realizando en el primer semestre de este año denominándolas pomposamente Plan E.
Viene a cuento todo este prolegómeno para darme y dar una posible explicación al esperpento que están representando los zapateristas, sector Pajin, en Benidorm, al escándalo del transfuguismo del Psoe local arropado por el regional y por el federal.
Puede que haya por ahí zapaterista que silenciosamente le encuentre explicación política a lo que el ciudadano normal solo le encuentra motivos bastardos, puede que entre los zapateristas haya alguno que, tan osado como descerebrado, aventure también una explicación ética, (he dicho ética no etílica), pero ninguno dirá alto y claro lo que todos sabemos, que de no estar por medio la familia Pajin, las cosas hubiesen sido muy distintas.
Finalizo haciendo una propuesta en positivo que por sí misma pudiera dar explicación racional a lo que allí sucede y a la vez otorgue carta de naturaleza pútrida al espectáculo de transfuguismo político y trafico de intereses que se está dando de nuevo en Benidorm; propongo que la corporación del turístico municipio declare “agermanados” al ínclito Eduardo Zaplana, ese que estaba en la política para enriquecerse, con su aventajada alumna doña Leire Pajin, o en su defecto, con su ilustre mamá, concejala tránsfuga reciclada para el zapaterismo valenciano al igual que sus ilustres colegas.
Y que no se me cabreen los zapateristas, que este hermanamiento político-ladrillero es al menos tan natural como el habido entre los zapateristas y los peperos en el nacimiento, amamantamiento y primeros pasos de la reforma laboral. ¿O no?

No hay comentarios: