De nuevo a meterme donde no me llaman, pero es que lo de Cataluña y los catalanes me es tan querido, por envidiado, como lo de los franceses y su Francia, y además es que hay cosas que no entiendo que sucedan así, sin más.
Pero antes de entrar en harina, permítanme un pequeñísimo excurso. En el caso de todo o casi todo lo relacionado con Cataluña siempre diré, como hoy, que me es querido y envidiado como querido y envidiado me es, por ejemplo, la natural costumbre de no gritar en la mayoría de los bares de Cataluña, cosa que por estos lares chelis es poco menos que síntoma de falta de carácter, por no decir falta de otras cosas más redondas.
Bueno, al turrón que es de Castuera. Resulta que un indocumentado señorito, en público, ha insultado repetidamente a la inteligencia de los catalanes, y lo que más me sorprende es que los allí presentes no solo no le han prendido fuego al local y al señorito, sino que ni tan siquiera, al pollo, le han montado otro a base de protestas y abucheos.
Este señorito, que entre otras cosas se ha distinguido con el paso del tiempo por haberse esmerado en tocar las narices a todos los catalanes mintiendo, engañando, trabajando en contra de sus aliados y traicionando al propio al contuberniar a sus espaldas con el adversario sobre cómo obtener ventaja política “pro domo sua” a cambio de matarle políticamente, (caso Maragall), este señorito, se presenta en Cataluña y suelta una ristra de mentiras que son aplaudidas por los zombis zapateristas del PSC.
Ha dicho Zp allí, que aquí no se harán las leyes que quiere el Papa, ¡con don hisopos!, y sorprendentemente nadie ha saltado diciendo que esas leyes están hechas y vigentes desde que monseñor Gomá, Pla y Deniel, Quiroga Palacios y Guerra Campos, agentes al servicio de Pio XI y Pio XII, loaban al dictador por la consagración de España al sagrado corazón de Jesús o se erigían en custodios de la espada vencedora. Nadie ha osado recordar la abultadísima cifra de euros que con la “ley” del Concordato año tras año, y sin que crisis alguna incida negativamente en ella, se regala a los agentes de negro de otro estado infiltrados en el Estado español.
Nadie parece haber recordado eso tan reciente, de ayer o antes de ayer, de….”la ley de libertad religiosa no es prioritaria ya que no hay consenso”. Nadie se ha atrevido a reclamarle coherencia para con lo que dice, ya que tiempo ha tenido el líder mundial de derogarlas a lo largo de estos larguísimos seis años y medio que llevamos de talante, atracos y mentiras.
Miren por donde Zp, en contra de lo que dice, requiere consenso con los papistas para llevar adelante una ley que supuestamente iría contra sus actuales privilegios, a semejanza de cuando este traidor pacta “soto voce” con la derecha papista el cargarse el proyecto de Estatut de Cataluña, aquel que prometió defender saliese como saliese del Parlament.
No pretendo insultar a nadie, pero o los catalanes, perdón los catalanes miembros del PSC que acuden a los mítines de Zp están catatónicos o son todos agentes peperos-zapateristas que están deseando que el PSC pierda y Pepiño les monte un Zpsoe en el parque Güell, o voy a tener que empezar a cuestionarme mi admiración por los que dicen ser herederos de la tradición socialista catalana, pero que, aparentemente, olvidan que fue Largo Caballero quien consiguió el primer acta de diputado socialista por Barcelona en 1918, el mismo a quien hace 101 años deportaron por su campaña contra la guerra de Marruecos, (¿les suena a actual?). Quizás aquí esté la clave, el olvido interesado de la historia por parte de los que cobran por estar en la política, no por trabajar por el socialismo democrático.
Pero antes de entrar en harina, permítanme un pequeñísimo excurso. En el caso de todo o casi todo lo relacionado con Cataluña siempre diré, como hoy, que me es querido y envidiado como querido y envidiado me es, por ejemplo, la natural costumbre de no gritar en la mayoría de los bares de Cataluña, cosa que por estos lares chelis es poco menos que síntoma de falta de carácter, por no decir falta de otras cosas más redondas.
Bueno, al turrón que es de Castuera. Resulta que un indocumentado señorito, en público, ha insultado repetidamente a la inteligencia de los catalanes, y lo que más me sorprende es que los allí presentes no solo no le han prendido fuego al local y al señorito, sino que ni tan siquiera, al pollo, le han montado otro a base de protestas y abucheos.
Este señorito, que entre otras cosas se ha distinguido con el paso del tiempo por haberse esmerado en tocar las narices a todos los catalanes mintiendo, engañando, trabajando en contra de sus aliados y traicionando al propio al contuberniar a sus espaldas con el adversario sobre cómo obtener ventaja política “pro domo sua” a cambio de matarle políticamente, (caso Maragall), este señorito, se presenta en Cataluña y suelta una ristra de mentiras que son aplaudidas por los zombis zapateristas del PSC.
Ha dicho Zp allí, que aquí no se harán las leyes que quiere el Papa, ¡con don hisopos!, y sorprendentemente nadie ha saltado diciendo que esas leyes están hechas y vigentes desde que monseñor Gomá, Pla y Deniel, Quiroga Palacios y Guerra Campos, agentes al servicio de Pio XI y Pio XII, loaban al dictador por la consagración de España al sagrado corazón de Jesús o se erigían en custodios de la espada vencedora. Nadie ha osado recordar la abultadísima cifra de euros que con la “ley” del Concordato año tras año, y sin que crisis alguna incida negativamente en ella, se regala a los agentes de negro de otro estado infiltrados en el Estado español.
Nadie parece haber recordado eso tan reciente, de ayer o antes de ayer, de….”la ley de libertad religiosa no es prioritaria ya que no hay consenso”. Nadie se ha atrevido a reclamarle coherencia para con lo que dice, ya que tiempo ha tenido el líder mundial de derogarlas a lo largo de estos larguísimos seis años y medio que llevamos de talante, atracos y mentiras.
Miren por donde Zp, en contra de lo que dice, requiere consenso con los papistas para llevar adelante una ley que supuestamente iría contra sus actuales privilegios, a semejanza de cuando este traidor pacta “soto voce” con la derecha papista el cargarse el proyecto de Estatut de Cataluña, aquel que prometió defender saliese como saliese del Parlament.
No pretendo insultar a nadie, pero o los catalanes, perdón los catalanes miembros del PSC que acuden a los mítines de Zp están catatónicos o son todos agentes peperos-zapateristas que están deseando que el PSC pierda y Pepiño les monte un Zpsoe en el parque Güell, o voy a tener que empezar a cuestionarme mi admiración por los que dicen ser herederos de la tradición socialista catalana, pero que, aparentemente, olvidan que fue Largo Caballero quien consiguió el primer acta de diputado socialista por Barcelona en 1918, el mismo a quien hace 101 años deportaron por su campaña contra la guerra de Marruecos, (¿les suena a actual?). Quizás aquí esté la clave, el olvido interesado de la historia por parte de los que cobran por estar en la política, no por trabajar por el socialismo democrático.
P.D.: Para los mas jóvenes decir que el logo que acompaña estas letras es el antiguo del PSC, pero cabeza abajo. Y para todos una cita de Largo Caballero. Dijo: El buen socialista respeta y admira a los correligionarios que, por sus condiciones excepcionales, se distinguen en la defensa de los intereses de la clase obrera, pero no se suma a ninguna bandería ni hipoteca su opinión, sino que analiza, examina los problemas y resuelve con autentica independencia de criterio
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