Que el CIS, el Centro de Investigaciones Sociológicas, arrima el ascua a la sardina de los políticos que les pagan, que nos hace trampas, es tan antiguo como evidente. Vean los datos del barómetro del mes de mayo: A la pregunta nº 5.-“¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España? ¿Y el segundo? ¿Y el tercero?”, el 84,1 % de la ciudadanía consultada respondió que el paro era a su entender el primer problema en España. Del mismo modo un 46,6 % de los encuestados situaron a los problemas de índole económica en segundo lugar de sus preocupaciones, dándonos a entender el CIS que paro y problemas económicos son cosas muy distintas cuando hay cinco millones de ciudadanos que comprueban día a día que son la misma cosa.
Pero donde la desfachatez del CIS alcanza cimas impresentables es cuando los cocineros sociológicos diferencian en las respuestas de los ciudadanos que por un 22,1 % sitúan a la clase política y a los partidos políticos como el tercer problema nacional y aquellas otras respuestas, el 5,4 %, que se decantan por tener como problema considerable al gobierno, los políticos y los partidos.
Alguna justificación de índole técnica, muy técnica, deben tener los prebostes del CIS para hilando tan fino diferenciar entra clase política y partidos políticos de un lado y gobierno, políticos y partidos de otro. Y supongo que alguna buena razón tendrán para acometer tan burdo intento de manipulación, ya que rechazo el desprecio que supone el dar por bueno lo que apunta la evidencia, esa evidencia que se ha estado gritando en plazas y calles de España, aquello de….”Psoe, PP la misma mierda es”, por lo que digo yo que ambas cosas, gobierno, clase política, políticos y partidos políticos la misma cosa son.
Otra evidencia que aflora en el estudio del CIS es que alguien debió determinar, en su momento, que no es lo mismo admitir que el 22,1 % de los ciudadanos rechazan a la clase política y los partidos, que, atendiendo a su absoluta semejanza y sumando las dos respuestas anteriores, reflejar que ese mismo rechazo es manifestado por el 27,5 % de los ciudadanos encuestados, ciudadanos que ponen a todos esos impresentables en el segundo lugar de sus preocupaciones y problemas.
Así los cocinados números del CIS, cabe añadir otros mucho más contundentes e irrebatibles derivados de la autentica encuesta nacional que hace unas semanas, y sin cocina alguna, se practicó en toda España, las elecciones municipales.
Esta otra encuesta se realizó sobre un total de 34,2 millones de ciudadanos con derecho a voto y no sobre los 2482 encuestados por el CIS, y el resultado de esa encuesta no tiene más que una sola lectura desde el punto de vista de la aceptación o el rechazo a la clase política y a los partidos políticos.
Mientras que los dos grandes partidos, PP y Psoe, -los que siguen corrompiendo la democracia-, han alcanzado respectivamente 8,5 y 6,3 millones de votos, los ciudadanos que ejerciendo nuestro derecho, decidimos, por razones varias, no participar en la mascarada del sistema fuimos 11,7 millones, que junto a 584 mil votos en blanco de otros tantos ciudadanos que a pesar de aceptar la mascarada electoral estimaron que nadie merecía su apoyo, mas aquellos otros que expresaron de forma no reglamentaria su desafección a tal o cual partido político, nada menos que 389.500 votos nulos se alcanza un total con el que se demuestra que no es ni tan siquiera el 27,5 % de los ciudadanos los que tienen a la clase política a los políticos y a los gobiernos como un grave problema nacional, somos 12.684.280 ciudadanos o lo que es lo mismo, el 38,01 % de los ciudadanos con derecho a voto, los que rechazamos de forma evidente e inequívoca a este sistema pensado por y para aquellos que disfrutan de sus privilegios favoreciendo a los poderosos del dinero.
Pero donde la desfachatez del CIS alcanza cimas impresentables es cuando los cocineros sociológicos diferencian en las respuestas de los ciudadanos que por un 22,1 % sitúan a la clase política y a los partidos políticos como el tercer problema nacional y aquellas otras respuestas, el 5,4 %, que se decantan por tener como problema considerable al gobierno, los políticos y los partidos.
Alguna justificación de índole técnica, muy técnica, deben tener los prebostes del CIS para hilando tan fino diferenciar entra clase política y partidos políticos de un lado y gobierno, políticos y partidos de otro. Y supongo que alguna buena razón tendrán para acometer tan burdo intento de manipulación, ya que rechazo el desprecio que supone el dar por bueno lo que apunta la evidencia, esa evidencia que se ha estado gritando en plazas y calles de España, aquello de….”Psoe, PP la misma mierda es”, por lo que digo yo que ambas cosas, gobierno, clase política, políticos y partidos políticos la misma cosa son.
Otra evidencia que aflora en el estudio del CIS es que alguien debió determinar, en su momento, que no es lo mismo admitir que el 22,1 % de los ciudadanos rechazan a la clase política y los partidos, que, atendiendo a su absoluta semejanza y sumando las dos respuestas anteriores, reflejar que ese mismo rechazo es manifestado por el 27,5 % de los ciudadanos encuestados, ciudadanos que ponen a todos esos impresentables en el segundo lugar de sus preocupaciones y problemas.
Así los cocinados números del CIS, cabe añadir otros mucho más contundentes e irrebatibles derivados de la autentica encuesta nacional que hace unas semanas, y sin cocina alguna, se practicó en toda España, las elecciones municipales.
Esta otra encuesta se realizó sobre un total de 34,2 millones de ciudadanos con derecho a voto y no sobre los 2482 encuestados por el CIS, y el resultado de esa encuesta no tiene más que una sola lectura desde el punto de vista de la aceptación o el rechazo a la clase política y a los partidos políticos.
Mientras que los dos grandes partidos, PP y Psoe, -los que siguen corrompiendo la democracia-, han alcanzado respectivamente 8,5 y 6,3 millones de votos, los ciudadanos que ejerciendo nuestro derecho, decidimos, por razones varias, no participar en la mascarada del sistema fuimos 11,7 millones, que junto a 584 mil votos en blanco de otros tantos ciudadanos que a pesar de aceptar la mascarada electoral estimaron que nadie merecía su apoyo, mas aquellos otros que expresaron de forma no reglamentaria su desafección a tal o cual partido político, nada menos que 389.500 votos nulos se alcanza un total con el que se demuestra que no es ni tan siquiera el 27,5 % de los ciudadanos los que tienen a la clase política a los políticos y a los gobiernos como un grave problema nacional, somos 12.684.280 ciudadanos o lo que es lo mismo, el 38,01 % de los ciudadanos con derecho a voto, los que rechazamos de forma evidente e inequívoca a este sistema pensado por y para aquellos que disfrutan de sus privilegios favoreciendo a los poderosos del dinero.
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